10/14/2008

Human Rights Watch ahora acusa de “racismo y apología al odio y la guerra” a gobierno de Evo Morales

Human Rights: el nuevo bastión de la derecha
Por: Marco Santivañez

Hace algunas semanas los representantes de la fundación Human Rights Watch, fueron expulsados del territorio Venezolano, bajo la acusación realizar ataques al gobierno democrático del presidente Hugo Rafael Chávez. Esta actitud de soberanía y pedido de respeto a todas las instituciones internacionales que están en territorio venezolano tuvo una serie de repercusiones en contra y a favor del gobierno venezolano.

El pasado martes, dos días antes cumplirse los 25 años del retorno a la vida democrática en Bolivia, la fundación Human Rights Watch sacó un informe, supuestamente, lapidario para el gobierno del presidente Evo Morales, en el cual acusan al mandatario de Bolivia, de incitar al odio, al racismo, y hacer apología a la guerra en los casi tres años de gobierno, pero lo que no dice la fundación internacional es el nivel de clasismo y racismo de los opositores al actual gobierno, y no me refiero a los últimos acontecimientos.

Pero empecemos a detallar las acusaciones de esta fundación y comparemos con los actos de los grupos opositores al gobierno del presidente Evo Morales.

Según la fundación, el presidente Evo Morales hace "propaganda de la guerra, apología del odio racial, amenazan la libertad de prensa y tienden a agravar la situación de los derechos humanos", pero no explica las declaraciones de una resistencia civil, el maltrato y la decisión de cercar los aeropuerto para que el "indiecito" no pueda pisar territorio boliviano, tampoco explican las declaraciones de Rubén Costa y de Branco Marinkovic, quienes indican que a los collas se los tiene que sacar de Santa Cruz. Tampoco explica sobre los ataques y la toma del canal estatal en Santa cruz y Pando, y muchos menos las amenazas a las radios comunitarias, únicos medios para amplificar y decir la verdad del gobierno, y peor aún, en el caso de la situación de los derechos humanos, se olvidan la serie de ataques de la "Unión Juvenil Cruceñista" brazo armado del comité cívico de Santa Cruz y de la prefectura de ese departamento, que por el simple hecho de tener un rostro moreno, ser pequeño y hablar en quechua o aymara fueron vilmente golpeados y hasta casi linchados.

Según el presidente de esta fundación Thor Halvorssen: "Es muy grave que el Jefe de Estado de un país signatario de la mayor parte de los tratados de derechos humanos esté convocando literalmente a las personas en su territorio a elegir entre su propio proyecto político y la muerte".

Sin embargo no considera las declaraciones del mandatario que pidió en más de una oportunidad a que esto se dirima en las urnas, puesto que el proyecto de Nueva Constitución de Estado, debe ir a un referéndum, donde estamos seguros que ganará el si, puesto que la gente de este país se cansó de los mismos políticos que se sirvieron de las arcas del estado y nunca le rindieron cuentas al país.

Pero esto no es tan grave, como las declaraciones de senadores y diputados de la agrupación ciudadana Podemos, quienes llamaron a una levantamiento armado y en muchas oportunidades se declararon en favor de una confrontación entre bolivianos, con tal de no tener que soportar un gobierno como el de Evo Morales.

El documento de la fundación Human Rights, se refiere también a que el discurso de Morales que atribuye a los dirigentes políticos departamentales y a los opositores adjetivos como "racistas", "fascistas", "separatistas", "antipatrias" o llaman a "morir" para "defender la revolución", suponen "una violación del Artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica, que prohíbe la apología de la guerra y del odio racial".
Para HRF, esos discursos beligerantes "han agravado las agresiones físicas contra la prensa a cargo de simpatizantes del gobierno" en las últimas semanas.

Sin embargo este documento no se refiere a la serie de actos y actitudes, como la humillación de campesinos en plena plaza 25 de mayo de la capital de la república, Sucre, tampoco habla de la serie de ataques de jóvenes cruceñistas a transeúntes o ciudadanos collas que viven en Santa Cruz.

Pero mucho menos informa al mundo de los ataques xenofobia que realizaron los dirigentes cívicos y prefecturales de Santa Cruz, Beni, Tarija, Pando y Sucre.

Tampoco explican porque los medios de comunicación como Unitel, clasifican a los adeptos al gobierno como masistas, y a los opositores como patriotas.

Bueno, y en fin , con todos estos argumentos que maneja la fundación Human Rights, muestra un total parcialismo en contra del gobierno boliviano, que no tomó el camino que ellos quisieran, ser expulsados para una vez más convertirse en víctimas de un gobierno de izquierda, y peor a un, convertirse en la nueva bandera de la oposición que intenta por todos los medios evitar llegar a un referéndum para la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado.

Fuente: BolPress

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