10/23/2008

Futuro ya!

por Rodrigo Granda/Marco León Calarcá/FARC EP
Publicado en ABP/23/10/2008

La crisis que afecta el capitalismo sigue desencadenándose en el llamado primer mundo y derrumbando las ficticias economías pese a las desesperadas e inútiles medidas económicas para detenerla. Como siempre los dueños del capital pugnan por endosar la carga más onerosa a los débiles.

En lo internacional en particular a Nuestra América y en general al llamado tercer mundo, aunque existen varios considerados como "países inviables" ignominia de reciente invención de los teóricos del capital, aplicada al valeroso pueblo haitiano descendiente y heredero de Petion quien tanto aportó a nuestra primera independencia con la solidaridad moral, material y oportuna al Libertador; deuda histórica impagable, sin ser este motivo para olvidarla y no retribuir en estos tiempos.

En el plano nacional las oligarquías criollas descargan el peso de la crisis en los hombros de Juan Pueblo, tradicional paganini de los desmanes y la irracionalidad del sistema.

La experiencia acumulada y construida a través de la resistencia en Nuestra América, donde varios gobiernos representan en la actualidad los intereses populares, en procesos diferentes pero con grandes similitudes y en los otros países las mayorías pugnan de todas las formas posibles por los cambios dirigidos a lograr democracia verdadera, soberanía y justicia social.

Esta realidad permite plantearnos encarar la crisis de manera coordinada para de una vez por todas ajustar cuentas con los poderosos de siempre y tomar la conducción de nuestros destinos en la dirección y por los caminos emprendidos y señalados por los próceres. El objetivo es terminar la tarea por ellos iniciada.

La coyuntura es favorable para avanzar en la lucha contra el principal y más poderoso enemigo de los pueblos, el imperialismo de estadounidense, incluso con la posibilidad cierta de enterrarlo definitivamente y minimizar los daños que en su caída pueda causar. Es momento oportuno para arreciar el combate, concretar la más amplía unidad popular, dinamizar las organizaciones políticas y sociales, sustentar los procesos democratizadores y revolucionarios radicalizándolos.

Patria grande y socialismo es la bandera de la redención, mantenida en alto por las impolutas manos de trabajadores, campesinos, estudiantes, desempleados; hombres y mujeres; indígenas, negritudes y mezclas de mezclas. Nuestra América constituida en una verdadera e inédita república de naciones, escudo de soberanía y desarrollo; organizada para proporcionar "la mayor suma de felicidad posible" a los pueblos, logrando la igualdad y justicia social en la democracia verdadera.

El futuro es nuestro, construyámoslo a partir de la realidad presente tan favorable a los intereses de los desposeídos. Y no es el futuro lejano, es el próximo, es el de ahora, es el de mañana, ¡es el de ya!

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