11/30/2008

Comunicado Público: Luis Walter Tori Quidinao, Preso Político Mapuche desde la Cárcel de Angol.

Ante el mundo Mapuche, la opinión pública nacional e internacional
comunico lo siguiente:
1.- Me encuentro en la Prisión Política, por un montaje realizado en mi contra, en el que se me sindica como autor de supuestas agresiones a otro Mapuche de la Comunidad Ignacio Queipul, en consecuencias que ni siquiera me he acercado a estas personas. De lo que si doy cuenta,es de la brutal y cobarde agresión en la que me vi envuelto, donde fui golpeado por más de diez individuos claramente sindicados como miembros de la comunidad antes mencionada. Estuve alrededor de veinte horas en cama, sin poder levantarme y con todos los dolores que atañen a una agresión de esta naturaleza. Posteriormente, decidí dirigirme a constatar mis lesiones que eran de considerable gravedad, y al llegar a Ercilla me encuentro que hay cuatro denuncias en mi contra, interpuestas por Juan Catrillanca, en las que señala que yo soy el
culpable de haber asaltado su casa, haberle amenazado, robado y haber maltratado a sus animales, por lo que fui formalizado inmediatamente, siendo apresado y trasladado a Collipulli y después a Temuco, donde el Tribunal, después de la apelación del Fiscal, decidió dejarme en
Prisión Preventiva y dejarme en la Cárcel de Angol. Estuve tres días en la enfermería de dicho recinto penitenciario, y ahora me encuentro compartiendo celda con Julio Caigual, uno de los peñi con los que hemos compartido esta ardua lucha, y por consecuencia somos nosotros los que estamos en la prisión política.

2.- Lamentablemente, para nosotros estas denuncias han pasado a ser
comunes. No es primera vez que un integrante de nuestra Comunidad
tiene que enfrentar juicios y prisión por cargos como estos. No
olvidemos todas las denuncias que ha interpuesto René Urban,
Carabineros de chile, Jaime Andrade (ex Director de la CONADI), el
Gobernados Rubén Quilapi, entre otros personeros "indígenas" que se
han prestado para este juego. Ahora nos encontramos con esta denuncia,
que lamentablemente tampoco es distinta de otras. No olvidemos el
supuesto baleo a un bus Forestal, propiedad de un particular, que nos
acusaba a nosotros de ser los autores de los hechos, cuando en la
realidad era una disputa entre él y sus trabajadores puesto que no les
había cancelado su trabajo. Y entre otras, donde también nos sindican
contactos con las FARC, el resguardo de ex Lautaristas, y tantas otras
falsas acusaciones que lo único que pretenden es acallar nuestra
verdadera lucha y disfrazar nuestras demandas criminalizándonos con
montajes político-judiciales-comunicacionales. Todas fundamentadas
bajo supuestos, las que han tenido y tienen a hermanos en la prisión
política, a otros en la clandestinidad y han justificado allanamientos
y el sufrimiento de nuestra gente.

3.- Yo soy un Joven Werken, pero no es el único rol que tengo dentro
de la Comunidad. Soy hablante del Mapuzungun, también Palife,
Choikefe, , con participación activa en las diferentes ceremonias que
realizan nuestros mayores que están claros de la Cosmovisión Mapuche y
nuestra verdadera lucha dentro de nuestra Comunidad y vecinas. Por lo
tanto, mi participación no es solo cultural, sino espiritual y también
política. He salido en varias veces representando a nuestra gente,
dentro de Wallmapu (Territorio Mapuche) como en el extranjero.

4.- La lucha de la Comunidad Autónoma Temucuicui es la de reivindicar
no solo nuestros derechos territoriales, sino luchar además por la
restitución y promoción de todos nuestros derechos políticos que nos
competen como Pueblo-Nación Mapuche, que nos fueron usurpados por el
estado chileno, y que utiliza todos sus tentáculos para difamarnos y
tergiversar nuestra justa causa. En este caso, responsabilizamos a la
CONADI por hacer inviable los procesos de negociación confundiendo a
nuestros hermanos y haciéndoles creer que nosotros somos los
responsables de eso.

5.- Por estas razones, rechazo categóricamente esta falsa acusación
que tiene por objetivo silenciar y detener nuestro digno proceso de
restitución de todos nuestros derechos políticos y territoriales

6.- En estos momentos, y como también es usual, me encuentro sin
abogados, enfrentando este caso sin defensa ni nadie que se haga cargo
ni menos cuanto tiempo estaré en esta lamentable situación.

Hago el llamado a seguir atentos, agradeciendo la preocupación hacia
mi persona y hacia nuestra Comunidad.

¡¡¡Libertad a Todos los Presos Políticos Mapuche!!!

Luis Walter Tori Quidinao.

Preso Político Mapuche de la Comunidad Autónoma Temucuicui recluido en
la Cárcel de Angol.

26 de noviembre de 2008

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El Colectivo Amauta y la Cátedra Che Guevara de Argentina: se incorporan a la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB)

¿Por qué damos este paso?
No se puede ocultar. Vivimos un nuevo tiempo latinoamericano. A través de rebeliones populares, insurrecciones, luchas callejeras y diversas confrontaciones sociales hemos logrado poner en crisis al neoliberalismo en su forma paradigmática y brutal, tal como lo padecimos en la década del '90. Por diversas vías, el movimiento popular de Nuestra América ha iniciado un difícil proceso de cambios sociales. Desde la insurgencia colombiana hasta el ascenso electoral de los movimientos sociales en Bolivia, pasando por el proceso bolivariano en Venezuela, nuevas experiencias con pretensiones de cambio y aspiraciones radicales acompañan hoy a la revolución cubana, que afortunadamente ya no está sola.

En ese nuevo contexto continental conviven las mencionadas experiencias con otras notablemente diferenciadas, como la que conforman los gobiernos gatopardistas de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil (en los cuales la retórica seudoprogresista y la apelación a simbologías vinculadas a un pasado de izquierda apenas alcanza para disimular el viejo neoliberalismo ahora reciclado y adaptado a los tiempos que corren).

Los foros sociales mundiales con que se inauguró el siglo XXI abrieron la puerta, por la cual todavía no pasamos. La consigna, ampliamente consensuada, fue: "Otro mundo es posible".

Bien, pero, ¿cuál es ese otro mundo? ¿Será quizás un capitalismo sojero con retórica "progre"? ¿Un capitalismo de Estado y "con rostro humano"? ¿Tal vez una tercera vía que mezcle empresas cooperativas con economía de mercado? ¿O, en cambio, será la profundización revolucionaria de la perspectiva socialista por la vía de una estrategia de poder popular combinando todas las formas de lucha, un camino de combate contra el capital y la empresa privada (incluso contra el capital que para sobrevivir y seguir acumulando se titula tramposamente "progresista" o "nacional"), la superación progresiva del mercado, el predominio creciente de la propiedad colectiva de los principales medios de producción y la planificación como herramienta central de la transición socialista? La respuesta sigue pendiente y está abierta a una compleja y difícil disputa social, ideológica y política de largo alcance. En Bolivia, en Venezuela, en Colombia y en gran parte de América Latina.

El guevarismo no es algo nostálgico ni "antiguo". Tiene impactante actualidad y mucho que aportar en esas polémicas contemporáneas y disputas futuras. Como pensamiento político y proyecto ideológico, el guevarismo constituye la continuación más auténtica de la herencia de Simón Bolívar y su proyecto de Patria Grande latinoamericana, de José Carlos Mariátegui y su programa de socialismo indoamericano y la máxima expresión en nuestra América de la tradición radical inaugurada en otras partes del mundo por Marx y Lenin. En todos ellos nos inspiramos. Con la cabeza y con el corazón.

Desde ese ángulo y desde esa herencia, para intervenir en la actual disputa ideológica, acumulando fuerzas en una dirección al mismo tiempo antimperialista y anticapitalista de alcance continental, fortaleciendo la formación política de la militancia de base y combatiendo la nefasta influencia ideológica de las fundaciones del imperialismo, la socialdemocracia, las ONGs y otras instituciones del mismo tenor, el Colectivo AMAUTA de Argentina impulsa la formación de Cátedras Che Guevara a nivel continental. Hemos formado cátedras en Argentina, en Chile, en Bolivia y proyectamos también cátedras en Uruguay y Venezuela, entre otros países.

Creemos que el guevarismo y el bolivarianismo son parte de los mismos sueños emancipadores de Nuestra América, tal como la bautizara José Martí.



Tenemos por delante un inmenso desafío: lograr y alcanzar la articulación, la coordinación y la unidad de todas las experiencias guevaristas y bolivarianas, afluentes de un mismo torrente antimperialista y anticapitalista.



Como Colectivo AMAUTA hasta ahora participamos en el ENCUENTRO CONO SUR, colaboramos orgánicamente con diversas experiencias pedagógicas y de formación política vinculadas a la VIA CAMPESINA y al MST de Brasil (Escuela Nacional Florestan Fernandes de San Pablo, Instituto Latinoamericano de Agroecología-IALA) en Venezuela, etc. De aquí en más continuaremos participando de esas experiencias y además trabajaremos en la Coordinadora Continental Boliviarana (CCB).



En todos esos espacios se trata de unificar esfuerzos y golpear todos juntos en el camino de la unidad contra el enemigo común del género humano: el imperialismo y sus socios locales.



Se trata de estrechar lazos, en la larga marcha del pensamiento antimperialista y revolucionario latinoamericano iniciado por Túpac Amaru, los hermanos Katari, Bartolina Sisa, Simón Bolívar, José de San Martín, José Gervasio Artigas, Manuel Rodríguez, Mariano Moreno, Juana Azurduy, entre otros y otras.



La perspectiva de lucha, organización y formación política debe ser continental, nuestro horizonte es la Patria Grande de Bolívar, el internacionalismo del Che, el socialismo indoamericano de Mariátegui.



Por todo eso nos incorporamos orgánicamente a la Coordinadora Continental Bolivariana sin abandonar ningún otro de los espacios donde trabajamos hasta ahora. Nuestra tarea es contribuir con nuestro pequeñísimo granito de arena a la confluencia fraternal y a la convergencia de todos los espacios antimperialistas.



Buenos Aires, noviembre de 2008

Colectivo Amauta

Cátedra Che Guevara

http://amauta.lahaine.org

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Néstor Kohan: Entrevista al historiador Ezequiel Rodríguez Labriego

La vida en los campamentos de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)

Uno de los principales logros de la fabricación industrial del consenso consiste en la cancelación a priori de toda disidencia radical. Se trata de aplastar de antemano cualquier pensamiento crítico y hasta la más mínima posibilidad de oposición seria al sistema.

Mezclando en un mismo collage las imágenes más oscuras de las novelas antiutópicas clásicas (Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury) con las historias más truculentas de terror infantil, las usinas comunicacionales del imperialismo han fabricado un nuevo fantasma, macabro, tenebroso y amenazador. Se trata del supuesto "narco-terrorismo", reemplazante del antiguo espantapájaros conocido como "conspiración comunista", típico del cine de la guerra fría.

Así han fabricado un nuevo demonio, completamente amorfo, omnipresente, inconmensurable, impensable, incluso inimaginable.

Ese nuevo Lucifer que persigue la caza de brujas contemporánea, deporte preferido del neo-marcartismo, asume diversos nombres y rostros, según la conveniencia del momento. Uno de los más célebres es el de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), enemigo a muerte en todas las hipótesis de conflicto que manejan los yanquis.

Detrás de las telarañas desinformativas del poder, más allá del laberinto de manipulación de cables, agencias y comunicados oficiales, del otro lado de las operaciones de guerra psicológica, campañas mediáticas y totalitarismo cultural, ¿cómo serán realmente las FARC-EP? ¿Qué rostro tendrán en la intimidad estos guerrilleros sin seña, sin rastro y sin nombre? ¿Qué costumbres asumirá su vida cotidiana? ¿Qué soñarán cada noche y cada mañana, cada cumpleaños y cada 31 de diciembre?

Para imaginar la vida de las guerrillas contamos con aquellos relatos épicos del Che Guevara (Pasajes de la guerra revolucionaria), de Omar Cabezas (La montaña es algo más que una inmensa estepa verde) o el ya clásico de Jorge Ricardo Masetti (Los luchan y los que lloran). Se trata de historias, en todos estos casos, sobre Cuba y Nicaragua. No obstante, hasta donde sabemos, exceptuando dos excelentes biografías de Manuel Marulanda escritas por el historiador Arturo Alape (Las vidas de Pedro Antonio Marín, Los sueños y las montañas), la revolución colombiana no tiene todavía relatos que nos muestren el mundo cotidiano de la insurgencia. Las FARC esperan esas historias, tarea que comenzó a ser colmada en el cine por el reciente film Guerrillera (del director danés Frank Piasecki Poulsen, disponible en internet). Excelente documental que le pone rostro cotidiano al espectro itinerante y clandestino de la guerrilla. Fantasma temido, odiado o admirado, pero siempre desconocido.

El historiador uruguayo Ezequiel Rodríguez Labriego ha tenido este año el privilegio de conocer en vivo y en directo la vida íntima y cotidiana de las guerrillas colombianas, el supuesto "monstruo", según el imaginario inquisitorial del Pentágono, la CNN, Uribe y la extrema derecha troglodita.

Junto a un sacerdote francés, dos sociólogos italianos y una periodista norteamericana, Rodríguez Labriego ha visitado en las montañas de Colombia los campamentos de las FARC. Allí pudo observar, dialogar y convivir con los y las combatientes de este ejército del pueblo que en pleno siglo XXI sigue hostigando al imperialismo yanqui y sus prepotentes bases militares con las banderas entrañables de Simón Bolívar, el Che Guevara y Manuel Marulanda.

A continuación reproducimos parte de la entrevista que le hicimos a Rodríguez Labriego, focalizando el interés en los aspectos más cotidianos de su experiencia, aquellos que humanizan a los y las combatientes comunistas, los rescatan del retrato gótico y monstruoso que la CIA ha dibujado para demonizarlos, devolviéndolos al terreno sencillo pero hermoso de la construcción del hombre nuevo y la mujer nueva del siglo XXI.

La entrevista al historiador uruguayo que muy amablemente accedió a nuestras interrogantes fue realizada en la Universidad de Río de Janeiro (Brasil) el 28 de octubre de 2008, ocasión en la que también tuvimos el honor de conocer y dialogar con la historiadora brasilera Anita Prestes, hija de otro legendario combatiente revolucionario de América Latina, Luis Carlos Prestes.

Néstor Kohan: ¿Por qué se le ocurrió ir a conocer a las FARC-EP?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Por múltiples razones., pero principalmente por dos. En primer lugar, por una curiosidad que me surgió al leer el libro Rebeldes primitivos del célebre historiador marxista británico Eric Hobsbawm, cuando analiza diversas rebeldías campesinas y dice, refiriéndose a las FARC (Hobsbawm las conoció de primera mano), que el caso colombiano constituye "la mayor movilización campesina del hemisferio occidental". En segundo lugar, porque me sorprende, me incomoda y me indigna el brutal silencio —muchas veces cercano a la complicidad con el poder— que hoy rodea y encubre a Colombia. Entonces, me pregunto: ¿le vamos a otorgar crédito de veracidad al terrorista y guerrerista Uribe? ¿Le vamos a creer? ¿Vamos a callarnos la boca sobre el genocidio que hoy padece el pueblo colombiano? Por estas razones, algunas históricas, otras presentes, quería conocer en forma directa a las FARC, sin "filtros" macartistas. Por eso fui. Te aseguro que no me arrepiento.

Néstor Kohan: ¿Cómo viajó hasta los campamentos?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Bueno, a través de una larga travesía. No es fácil llegar. Varios días de autobús, camión, camioneta, lomo de mula, muchas pendientes, cuestas empinadas, bajadas abruptas, cruces de riachos o arroyuelos y finalmente caminatas en la montaña, en el barro y bajo lluvia, mientras los combatientes que nos guiaban nos iban contando historias sobre la gesta de Simón Bolívar. Era realmente emocionante sentir que Bolívar los acompañaba, que no era una figura meramente decorativa o un frío objeto de estudio, como suele suceder en la Academia cuando se estudia la historia de América Latina.

Néstor Kohan: ¿Qué imagen tenían de Bolívar estos jóvenes guerrilleros?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Me dio la impresión de que ellos, los jóvenes de las FARC, sentían a Bolívar como uno más de sus compañeros, como uno más de sus propios combatientes. Ellos se imaginaban, por ejemplo, que Bolívar, aunque aparece en todas las estatuas de las plazas esculpido o retratado a caballo y con un gesto napoleónico, de conquistador, en realidad andaría en mula, ya que en esas montañas donde luchó el Libertador, el caballo ve dificultada su marcha mientras la noble mula, quizás menos elegante y majestuosa, puede arreglárselas para subir y bajar esas ríspidas, resbaladizas y embarradas pendientes. Se preguntaban, también, si a Bolívar le gustaría bailar, si se escaparía a ver muchachas (decían, en broma, que cuando el Libertador iba a ver a la novia no podía ir en mula, allí tendría que ir a caballo... para tener mejor "presencia" como galán [Risas]). También se planteaban si Bolívar acaso no tendría la piel oscura y el pelo rizado, en lugar de aparecer como blanquito... Para estos combatientes Bolívar era un ser humano de carne y hueso, con una vida cotidiana como cualquiera de ellos, no un pedazo de bronce, no una estatua muerta y petrificada.

Néstor Kohan: ¿Cómo fue la llegada?

Ezequiel Rodríguez Labriego: ¡Todos embarrados! [Risas]. Nos caímos varias veces. Los combatientes nos ayudaron solidariamente a levantarnos. Trataban de ayudarnos. Nos alentaban. Allí descubrimos un detalle práctico, ningún calzado de la ciudad sirve para esos lugares. Los revolucionarios insurgentes están acostumbrados a caminar por lodazales de 20 ó 30 centímetros de barro como algo "normal". Como llovía muchísimo nos prestaron capas impermeables. Fue entonces cuando escuché la primera de las muchas bromas. Al sacerdote francés y a mí nos bautizaron "Batman y Robin de la primera generación, antes de que se inventara el automóvil, cuando todavía andaban en mula". [Risas]. El primer vínculo con los guerrilleros comunistas se abrió entonces con una broma. Otra broma lo cerró al final de la experiencia. Cuando nos fuimos, al despedirnos, nos dijeron: "Esta tierra los saluda y los despide con orgullo... No cualquiera se anima a besarla con el culo...", aludiendo con ironía a nuestras caídas en el barro. [Risas]. El humor estuvo a la orden del día todo el tiempo.

Néstor Kohan: ¿No encontró entonces a la gente de las FARC derrotada, desmoralizada y cabizbaja?

Ezequiel Rodríguez Labriego: ¡No! ¡Al contrario! Los encontré alegres, con una moral muy alta, con una convicción muy fuerte y seguros de que van a triunfar. No era una pose o una puesta en escena. Se los veía seguros. A eso atribuyo el humor y las bromas (entre ellos y con los visitantes, siempre en un tono de cordialidad, de amistad solidaria y de camaradería). Si estuvieran derrotados, como los presenta el presidente Uribe y la inteligencia militar colombiana, así como los grandes multimedios que difunden los comunicados de las Fuerzas Armadas y su visión de la guerra, si se sintieran vencidos, pensando que van a ser aplastados y aniquilados —sobre todo por un ejército tan salvaje e impiadoso como el colombiano, asesorado y dirigido en el terreno mismo por los yanquis— no se la pasarían haciendo chistes o bromeando. Es algo de sentido común. ¿no? El humor expresa algo. Creo que es producto de una moral combativa alta y de una fuerte convicción en el triunfo popular.

Néstor Kohan: ¿El acceso a los campamentos era directo?

Ezequiel Rodríguez Labriego: No, había que dar antes muchas vueltas. Pero lo que más me sorprendió es el contacto previo con poblaciones que los apoyan y sostienen. La propaganda oficial, de la que se hacen eco los grandes medios de comunicación, los pintan como bandoleros, como una banda de forajidos armados y sin ideología, aislados del pueblo o detenidos en el tiempo. Yo vi otra cosa bien distinta. No lo leí, no me lo contaron, lo vi con mis propios ojos. Gente común de los poblados y pueblos que los apoyan, mayormente trabajadores, campesinos, vestidos con ropa muy humilde. Mujeres del pueblo con muchos hijos (recuerdo por ejemplo una señora, muy joven, muy humilde, con una mula donde iban tres niños y ella iba a pie embarazada de un cuarto niño...). Toda esa gente de los poblados, civiles, hablan de ellos, de los combatientes de las FARC y de sus campamentos de montaña, diciendo "allá arriba", "la gente de arriba", "los camaradas"... (en Colombia casi no se utiliza la palabra "compañero", todo el mundo se llama "camarada", es mucho más común). Esas expresiones eran referencias elípticas a los campamentos de montaña de las FARC. La gente de los poblados les pasan comida, cigarrillos, varias cosas. Un grupo revolucionario que careciera de apoyo popular no contaría con esa simpatía y esa colaboración. Por eso los militares y paramilitares de Colombia asesinan tantos civiles, porque estos últimos apoyan a la guerrilla. Es evidente el apoyo que le dan a las FARC. Yo lo vi. Las FARC y sus frentes de trabajo político hacen trabajo social con la gente, con las poblaciones: vacunan a los gurises [es decir a los niños. N.K.], construyen escuelas, puestos de salud, caminos, pequeñas represas para los ríos, gestionan documentación para los niños indocumentados (en el campo son muchísimos los indocumentados). En síntesis, vi muchas familias y muchos niños rodeando a las FARC. Definitivamente es una guerrilla popular.

Néstor Kohan: ¿Cómo los recibieron en los campamentos?

Ezequiel Rodríguez Labriego: El primer contacto fue con los puestos de guardia. Ibamos tratando de mirar el suelo con barro, para no caernos ni resbalarnos y en un momento, al levantar la cabeza y la vista, sorpresivamente nos encontramos con los guardias del campamento a medio metro [Risas]. Cuidaban el campamento frente a las incursiones del Ejército. Lo primero que les dijimos fue "no podemos darles la mano porque estamos todos embarrados" [Risas]. Nos topamos con ellos sin haberlos visto. Luego seguimos subiendo y llegamos al puesto de la comandancia. Allí nos recibieron los comandantes. Fueron muy amables. Nos sentamos alrededor de una mesa llena de libros. Luego trajeron la comida. Había muchos libros y, repito, muchos chistes. Todo el tiempo había risa, me sorprendió ese humor. Yo esperaba encontrar gente muy seria, como en las películas y me encontré algo muy distinto. Muchas bromas. Los colombianos lo denominan "mamar gallos", es decir, hacer jodas, bromear. A lo largo de toda la experiencia, en varias ocasiones, cuando hacía preguntas tenía que preguntar varias veces, porque seguro que las primeras respuestas eran en broma. No me costó acostumbrarme, nosotros también comenzamos a devolver las bromas (aunque a los visitantes de Europa les costaba a veces comprender las ironías). Nada más lejos de esos combatientes, de esos muchachos y chicas, que la tristeza, la sensación de derrota o el desánimo.

Néstor Kohan: ¿Llegaron de noche o de día?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Era plena noche, no se veía nada. La selva es muy oscura. Los árboles son altos, muy altos. La vegetación es espesa. A veces hay neblina.

Néstor Kohan: ¿Se alumbraban con faroles como en nuestros campo donde no hay luz eléctrica?

Ezequiel Rodríguez Labriego: ¡No! [Risas]. Es distinto al campo que nosotros estamos habituados a ver. Había muy poca luz, porque los aviones del ejército colombiano cuentan con una nueva tecnología militar proporcionada por los Estados Unidos. Esa nueva tecnología de control, que facilita la represión del ejército, está formada por el uso del satélite, por globos espías y hasta aviones sin tripulación, que cuentan con instrumentos que en tiempo real detectan concentraciones de humo, calor y luz en la selva y así, automáticamente, vienen los aviones militares y comienzan a bombardear. Por lo tanto de noche hay poquísima luz. Pero en ese primer encuentro igual nos veíamos las caras. Había un pequeño foco y linternas. De repente un combatiente alerta "Avión..." y todo el mundo apaga la linterna. El campamento entero queda oscuro y no se ve absolutamente nada. Y allí nomás florece una nueva broma. Como en la guerrilla no se sabe si el ruido es de aviones comerciales o aviones militares, es decir, bombarderos de las fuerzas armadas, simplemente se refieren al avión como "el jet" que se pronuncia "el je" (sin la "t" final), entonces te aclaran riéndose que se trata del "el je... el lleno de bombas...". Un humor muy cáustico.

Néstor Kohan: ¿Escuchaban música?

Ezequiel Rodríguez Labriego: En realidad había mucho silencio, sólo se escuchaban los sonidos de la selva, los grillos, la lluvia, las ramas que se movían cuando había viento, quizás el tintineo del agua de algún arroyo, aunque de lejos se escuchaban noticias. Lo que sucede es que "la guerrillereada", como ellos le dicen coloquialmente al personal de la guerrilla, estaba escuchando noticias... Aunque un día nos hicieron escuchar música de las FARC, escrita e interpretada por las propias FARC, con letras revolucionarias y música en distintos ritmos: rock, merengue, tango, salsa, ballenato, etc. La escuchamos en una computadora. Los domingos sí hay música, interpretada por ellos. Los jóvenes tocan la guitarra y el acordeón, también cantan.

Néstor Kohan: ¿Cuáles fueron los primeros relatos y las primeras charlas?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Obviamente todo comenzó con diálogos políticos. La situación en Colombia, la violación a los derechos humanos de Uribe de la que nadie habla, cuando semana a semana se secuestra y asesina a dirigentes sindicales, campesinos, curas, monjas, estudiantes, etc. También se habló del trato terrible que reciben los combatientes capturados por el ejército, la necesidad de la solidaridad internacional, los debates actuales del marxismo, etc. Pero a la hora de acostarse también aparecieron otro tipo de historias. Historias de osos, tigres (los tigres que se comen a los animales domésticos de la gente), las culebras... Afortunadamente recién al final, al irnos, descubrí que lo que ellos, los colombianos, llaman "las culebras" eran lo que en Uruguay se conocen directamente como víboras. Yo pensé que hablaban de culebras chiquitas de 10, 15 o 20 centímetros de largo y resulta que se trataban de culebras de hasta dos o tres metros [Risas]. ¡Menos mal que recién descubrí al final el equívoco! [Risas]. Me contaron un cuento, una de las tantas historias de esa oralidad mágica donde la selva va cobrando vida al lado de estos habitantes de las montañas, sobre un guerrillero que capturaba las víboras con la mano, les hablaba y luego no las mataba, las soltaba. Entonces las culebras se iban serpenteando... ¡porque estaban humilladas!. Se movían así por la humillación ante el hombre, ante el guerrillero, ante el campesino [Risas]. Nosotros empezamos a bromear, esperando que las culebras que eran familiares de esa víbora humillada no vinieran a vengarse de su pariente... [Risas]. También nos contaban la historia de otro guerrillero que hablaba con los bichitos del bosque, le decían cariñosamente "el loco". Parece que era uno de los mejores guerrilleros por su "mística", por su entrega y disciplina, pero bromeaban que era "loco" por sus ocurrencias y bromas permanentes o porque hablaba con los animales del bosque.

Néstor Kohan: ¿Dónde dormían?

Ezequiel Rodríguez Labriego: En carpas. Había camas de caña, madera, aserrín. Había colchones. Plásticos para cubrirse de la lluvia. Barro. Debo destacar el esfuerzo que hacía esta gente para que los invitados se sintieran cómodos. La lluvia por momentos era torrencial, no pasó un solo día sin llover en los campamentos. El barro era omnipresente. Se olía todo el tiempo el aroma de la tierra mojada en medio de lluvia o la neblina. En ese panorama se esforzaban por brindarnos la mayor comodidad. Nos contaron que los guerrilleros deben dormir con gran parte de sus cosas preparadas por si se presenta una situación de "orden público", combate o asedio militar inminente.

Néstor Kohan: ¿A qué hora se levantaban?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Tempranísimo. Antes de las 5 AM. La vida en la montaña y en el campo es muy diferente a la ciudad. Todo comienza antes y todo termina antes. Pero incluso hubo un día en el cual los comandantes querían leer, discutir y debatir las tesis de un libro que hablaba sobre Colombia y América latina, parece que muy polémico, y se levantaron a las 3 AM. Allí todo se escucha. Desde lejos, donde estaba nuestra carpa, escuchábamos el debate. Hay que estar muy politizado y tener muchas ganas de polemizar para levantarse a las 3 AM... ¡a debatir un libro! ¿no es verdad? Nada más lejos de la realidad que yo viví que la imagen oficial de "bandoleros narcotraficantes sin ideología".

Néstor Kohan: ¿Qué desayunaban?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Lo primero que toman, a eso de las 5 AM, es un "tinto". ¡No es vino! [Risas], ellos le llaman "tinto" al café negro. Luego, más tarde, a eso de las 7 AM, se desayuna mucha comida, arepas (comida hecha con harina de maíz), huevos, etc. Mucha comida, no sólo para los invitados o las visitas internacionales. Un viejo guerrillero nos explicó que las FARC brindan a sus combatientes buena alimentación entre otras cosas para así prevenir enfermedades. Un guerrillero mal alimentado puede enfermarse más fácil. Incluso en términos económicos, resulta mejor comer bien que sanar enfermos. Cada combatiente tiene también su cepillo de dientes y su pasta para prevenir enfermedades en la boca.

Néstor Kohan: ¿Cómo es la vida durante el día? ¿Practicaban tiro o puntería todo el tiempo?

Ezequiel Rodríguez Labriego: No, son muy buenos tiradores (los militares llamaban al comandante Marulanda "Tirofijo"), pero en realidad, la mayor parte del día, todo el campamento es un gigantesco colectivo de trabajo. ¡Trabajan mucho durante el día! Hay grupos de trabajo por escuadra de combate. Cortan leña, serruchan, trabajan la madera, lavan, cocinan, construyen, trasladan distintos materiales. Los campamentos se parecen más a enormes colectivos de trabajadores que a otra cosa. Por eso, nos explicaban, la necesidad de una buena alimentación: mucho trabajo físico. Las mujeres trabajaban a la par de los varones, en todos los ordenes. En la marcha por la selva las mujeres y los varones trasladan mochilas de 30 kilogramos aproximadamente (ellos hablan y miden en libras) con ropa, armas, munición, comida, etc.

Néstor Kohan: ¿Había mujeres en la guerrilla?

Ezequiel Rodríguez Labriego: ¡Muchas! Cargaban armas largas (diversos tipos de fusiles), uniforme de las FARC y, al mismo tiempo, aritos, anillos u uñas pintadas. Ellas llevaban las mismas cargas que ellos y todo el mundo trabajaba por igual.

Néstor Kohan: ¿Quién cocinaba?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Había varias cocinas, con hornos fabricados por ellos mismos al estilo vietnamita o cubano, según nos explicaban. Ellos lo denominan "ranchas". Vi gente cocinando, tanto mujeres como varones, ambos por igual.

Néstor Kohan: ¿Todos vestían igual?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Sí, con uniforme verde oliva y las insignias de las FARC-EP. Tenían todos, hombres y mujeres, una pulcritud tremenda. Si nos veían embarrados (por las caminatas) nos hacían bromas, sugiriéndonos que nos cambiáramos. Cada combatiente tiene más de un uniforme, que ellos mismos confeccionan. La limpieza de los combatientes está reglamentada. En medio de ese lodazal todo el mundo estaba limpio. ¡Increíble! De alguna manera se sentían orgullosos, si mi percepción no me engaña, de saber caminar largas jornadas en el barro sin ensuciarse. Se sentían orgullosos de estar así, limpios en medio de la selva. Incluso nos preguntaban con ironía porque estábamos embarrados, diciéndonos: "¿Ustedes no están acostumbrados a caminar en el barro, no es cierto?". Aunque al mismo tiempo, con la mayor naturalidad, algunos combatientes también nos preguntaban: "¿En serio es la primera vez que visitan campamentos guerrilleros?"... como si fuera lo más normal del mundo... [Risas]. Vestían entonces por igual pero había gente de lo más variada. Vimos combatientes blancos, mestizos, indígenas, afrodescendientes, hombres y mujeres. Se los percibía integrados, en un colectivo integrado. Por ejemplo, vi gente blanca cocinando y sirviendo a gente mestiza o afrodescendiente. Todo lo contrario del capitalismo racista y de la discriminación a la que nuestra sociedad ya nos tiene acostumbrados.

Néstor Kohan: ¿Durante todo el día sólo trabajaban?

Ezequiel Rodríguez Labriego: No, además de comer, trabajar y descansar, también vi reuniones y discusiones que hacían por la tarde. A esas reuniones las denominan "la hora cultural". En realidad duran una hora y media o dos. Se juntan y escuchan noticias, primero, para analizarlas, después. Luego debaten en una especie de asamblea sobre la noticia del día.

Néstor Kohan: ¿Noticias de qué tipo?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Noticias de Colombia y América Latina, principalmente. Pero también de otras partes del mundo.

Néstor Kohan: ¿De dónde obtienen las noticias en la selva y en plena montaña?

Ezequiel Rodríguez Labriego: De la radio y la TV. Miran TV a una hora del día. Principalmente noticieros, por ejemplo TELESUR. También obtienen noticias de Caracol, etc. pero además miraban una serie de TV, partidos de fútbol, etc. Recuerdo uno de los tantos chistes que hacían: "Fulano es un leninista estricto, para él lo primero es el partido... el partido de fútbol" [Risas]. Esta persona no se perdía un partido por nada del mundo.

Néstor Kohan: ¿Cómo debatían?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Por grupos, por escuadra. Las escuadras son las estructuras de combate más pequeñas, pero al mismo tiempo son células políticas [en la tradición de pensamiento leninista, las "células" constituyen la forma de organización más pequeña de todo partido político. N.K.]. Lo interesante es que cada escuadra tiene su comandante pero también posee su secretario político. Los dos cargos no puede ejercerlos la misma persona. De esa manea se garantiza la democracia interna en las FARC y la posibilidad del debate. Entonces en las horas culturales dedicadas a la información, la educación y al debate, cada escuadra es responsable de transmitir una noticia. Cuando todas las escuadras dijeron lo suyo, comienza el debate colectivo sobre las noticias. Allí se las analiza críticamente. Hablan todas y todos, la palabra circula. Participan desde quienes tienen mejor oratoria, más fluida, hasta aquellos a quienes les cuesta más hablar o leer en público. Lo llamativo es que hablan y debaten al oscuro o con escasísima luz. Al presenciar esas escenas vienen a la memoria los relatos del marxista norteamericano John Reed cuando escribía la historia de la revolución bolchevique. John Reed, aquel periodista de los EEUU, se asombraba de que los soldados bolcheviques de Lenin, aun con hambre y en medio de la guerra, se desesperaban por recibir noticias o libros en el frente de batalla... Las horas culturales en la selva colombiana me hicieron acordar aquel libro.

Néstor Kohan: ¿Por qué las horas culturales se hacían al oscuro?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Por la posibilidad de bombardeos desde los aviones militares. La ausencia de luz estaba destinada a ocultarle a los aviones las posiciones de los campamentos guerrilleros. Los combatientes nos contaban que esas horas culturales antes se hacían con toda luz y viéndose las caras, pero como Uribe ha recrudecido la guerra —todo en nombre de "la paz" y "la democracia"...— y ha recibido últimamente tecnología militar yanqui de última generación dedicada a aniquilar a la insurgencia con el denominado "Plan Patriota", entonces ya no se podía continuar desarrollando esas actividades con luz. Esa tecnología militar yanqui incluye globos espías o información de satélite destinada a detectar concentraciones de luz, humo o calor en la selva. Eso motiva los debates al oscuro. Es muy raro para alguien que vive en la ciudad asistir a esa especie de asambleas al oscuro, en medio del barro, donde se discute la información de coyuntura. ¡Es muy sacrificado vivir así! Pero todo el mundo participa con entusiasmo, con "mística", con alegría en las discusiones. Lo que hemos conocido es, realmente, una fuerza político-militar muy informada, muy politizada y muy actualizada en el día a día.

Néstor Kohan: No son entonces unos locos sueltos, perdidos en la selva, que no se habían enterado de que cayó el Muro de Berlín...

Ezequiel Rodríguez Labriego: [Risas] ¡No! Están muy, pero muy informados. No sólo de Colombia sino también de otros países. Reciben visitas. Tienen charlas sobre la lucha popular de otros países. Son internacionalistas convencidos. Además la inmensa mayoría de combatientes que conocí ingresaron a las FARC después de la caída del Muro de Berlín. No son "dinosaurios nostálgicos". Son marxistas leninistas, guevaristas y bolivarianos, con un proyecto político actual, pensado para América Latina en el siglo XXI. Ese proyecto bolivariano no está pensado sólo para Colombia sino para la Gran Colombia y la Patria Grande, es decir, para toda América Latina. Las FARC constituyen una organización guerrillera muy conectada con el mundo.

Néstor Kohan: ¿No había diferencias de formación entre sus integrantes?

Ezequiel Rodríguez Labriego: La verdad que por el tiempo en que estuvimos no lo podría afirmar. Aunque sospecho que sí. Había trabajadores, campesinos, estudiantes. Algunos tienen oratoria fluida, a otros les costaba más leer en voz alta. Pero todos y todas participaban por igual. ¡La palabra era rotativa! Hasta los más tímidos tenían que hablar. Los roles de organización de las "horas culturales" (especie de asambleas culturales) cambiaban y se alternaban todos los días. Sinceramente los vi muy informados y muy interesados en lo que pasaba en Colombia (por ejemplo movilizaciones urbanas, crisis política, etc.) y en otros países.

Néstor Kohan: Eso en cuanto a los combatientes, ¿y los comandantes?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Bueno, debo reconocer que me sorprendieron. Aunque había leído historiografía sobre las guerrillas y había entrevistado alguna vez a dirigentes políticos y guerrilleros de otros países, estos comandantes me hicieron reír mucho [Risas]. Como ya conté, vivían haciendo bromas, entre ellos y con la gente visitante (a los visitantes europeos, me parece, les costaba captar el humor o algunas ironías, pero también compartían las bromas). Además discutían de poesía y literatura. Estaban metidos en una discusión, entre ellos, sobre la obra y el pensamiento del escritor Vargas Vila [modernista, de la generación de Rubén Darío. N.K.]. En la mesa de la comandancia tenían.. ¡La Crítica de la razón pura de Kant!... Allí también vi libros del poeta y revolucionario salvadoreño Roque Dalton, escuché conversaciones sobre Mariátegui, Nietzsche, Habermas, los manuales soviéticos de Konstantinov, polémicas sobre Saramago, entre otros. Los escuché conversar también, con erudición y devoción sobre Simón Bolívar, si murió de muerte natural o lo mataron. También hablaban sobre el pensamiento del Che Guevara. Me pareció, en suma, gente muy instruida, muy leída y preparada. Sobre todo muy sensible. Incluso cuando uno de los visitantes preguntó por los recuerdos sobre el comandante Marulanda, percibí alguna lágrima rodando por ahí. También vi rostros de enojo, indignación y mucha bronca cuando se hablaba de los crímenes de los "paracos" (los paramilitares colombianos), el uso que hacen de la motosierra para mutilar gente, la tortura, el aniquilamiento de dirigentes populares, indígenas, sindicales, campesinos, jóvenes estudiantes. Uno de los comandantes que conocí, de evidente origen campesino, tenía seis hermanos muertos. Al conocer a este comandante campesino, antiguo lugarteniente de Marulanda, recordamos los relatos historiográficos sobre la guerra civil y la revolución de España, con sus generales obreros y campesinos. Pero en todas las conversaciones predomina el humor, las "mamadas de gallo" (bromas) y la falta de acartonamiento. Sobre todas las cosas mucha ironía y mucho humor. ¿No es acaso el humor el mejor gesto de salud mental, imprescindible para llevar adelante cualquier lucha radical en condiciones tan difíciles?

Néstor Kohan: ¿Cómo se sobrelleva la vida en la selva?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Era difícil. ¡Mucho sacrificio! Aunque nadie se quejaba y todo el mundo lo tomaba con "naturalidad", esta gente vive con mucho sacrificio. En primer lugar, nubes enteras y permanentes de mosquitos. Complicado vivir así todos los días, ¿no es cierto?. Ellos lo llaman "la plaga". Decían, por ejemplo, "hoy hay mucha plaga", como quien dice "está nublado", con naturalidad. En las zonas donde no hay tantos mosquitos... ¡hay garrapatas [animales que se prenden en la piel y chupan la sangre.N.K.]. En esas otras zonas también hay avispas. Después están las víboras... En fin, la vida de las guerrillas de las FARC es una vida tremendamente abnegada y sacrificada. Sólo se puede sobrellevar, me imagino, si hay un proyecto político claro, realista y viable que le otorgue sentido y si se tiene íntimamente fe en el triunfo. Sino, no me explico cómo se podría vivir así cotidianamente. Las FARC están seguras de que van a ganar.

Néstor Kohan: ¿Cómo hace la gente para ir al baño?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Haciendo las necesidades fisiológicas en un pozo (hombres y mujeres), rodeado de hojas, sin techo, en medio de la lluvia permanente... Dicen que las FARC viven como "magnates", llenos de lujo y dólares, y como "millonarios narcos"... ¡Por favor! ¡Qué infamia! Te aseguro que todo eso no es más que una burda y miserable propaganda militar, destinada a deslegitimarlos y aislarlos de posibles apoyos, seguramente elaborada por los asesores en guerra psicológica de los yanquis.

Néstor Kohan: ¿Qué balance general hace de todo lo que vio y conoció en los campamentos de las FARC-EP?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Cuando recuerdo lo que conocimos en los campamentos pienso en tanto académico mediocre becado por alguna ONG, o en esos periodistas ignorantes pagados por los grandes monopolios, que viven insultando y despreciando a estos jóvenes guerrilleros y guerrilleras afirmando que son "narcos" y no sé cuantas otras tonterías por el estilo. Me genera mucha indignación ver a esos pusilánimes y mediocres calumniar a las FARC. Entiendo si alguien no comparte la estrategia política de la insurgencia comunista y bolivariana. Es lógico y comprensible. Cada uno tiene derecho a su punto de vista y a opinar al respecto. Pero me parece que cualquiera que opine se debería antes quitar el sobrero. Es decir, hablar con sumo RESPETO [Rodríguez Labriego hace el gesto de subrayar la palabra] ante tanta dignidad, anta tanta abnegación, ante tanto sacrificio.

Como conclusión personal, quisiera remarcar el tremendo RESPETO, la sincera admiración que siento y que me genera esta gente, la gente de las FARC. Los vi muy serios, muy esforzados, principalmente muy convencidos de la causa del socialismo. No sólo del socialismo en Colombia sino en la Patria Grande latinoamericana y en el mundo. Me parece que necesitan mucha solidaridad internacional. Más allá de las anécdotas o las impresiones, creo que eso es lo fundamental. La solidaridad.

Néstor Kohan: ¿Por qué cree que se habla tan poco de Colombia? ¿Por qué piensa que la izquierda mundial todavía es remisa a enarbolar como propia la bandera insurgente de las FARC?

Ezequiel Rodríguez Labriego: Quizás haya muchas causas. En primer lugar, por la impresionante campaña macartista contra las FARC. La izquierda, reconozcamos, no ha permanecido ajena ni al margen de los efectos de ese macartismo oficial que obliga a todo el mundo a "desmarcarse" de las FARC (y otros grupos radicales) para obtener certificado de "buena conducta". ¿No es cierto? ¿O me equivoco? En segundo lugar, las FARC y el Partido Comunista Clandestino de Colombia (PCCC) marcan una continuidad con la izquierda revolucionaria de otras décadas, manteniendo la centralidad de la lucha por el poder, luego de varias décadas de predominio posmoderno y/o socialdemócrata. No se pone a Colombia en el centro de la agenda latinoamericana (donde habitualmente se habla de Bolivia y Venezuela, sin siquiera mencionar Colombia) porque eso implicaría automáticamente discutir la pertinencia de la lucha armada. Luego de miles y miles de muertos y desaparecidos eso provoca temor. Mucho temor. Debemos reconocerlo... todavía hay miedo, aunque no se lo confiese públicamente o se lo encubra con falsas elucubraciones "teóricas". ¡Hay que vencer de una buena vez ese temor!

Entonces de lo que se trata es de recuperar la solidaridad. ¡No podemos abandonarlos! No debemos continuar cediendo al chantaje macartista. No podemos caer en el silencio cómplice ni en la comodidad de la indiferencia.

Néstor Kohan: ¿Cuándo usted habla de solidaridad se refiere exclusivamente a la izquierda?

Ezequiel Rodríguez Labriego: No necesariamente. No sólo a la izquierda. Las FARC se definen antiimperialistas y bolivarianos. El arco de solidaridad va mucho más allá de la izquierda. Toda persona que se oponga al guerrerismo de Uribe y a la violación de los derechos humanos debería solidarizarse. De la misma manera que se ha apoyado al sandinismo en Nicaragua, al FMLN en El Salvador, a Fidel y al Che en Cuba, a la URNG en Guatemala, al zapatismo en México, al MST en Brasil o a Chávez en Venezuela. Hoy hay que apoyar a las FARC. Las FARC son parte insustituible y fundamental de ese concierto latinoamericano. No podemos continuar haciéndonos los distraídos frente a la lucha del pueblo colombiano. El apoyo a las FARC-EP debe estar a la orden del día en la izquierda latinoamericana y mundial.


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Subverso: video de la teletón.

"EL PADRINO"
(SubVerso + Estigma + DJ Dreck)
Nuevo Tema + Video sobre Don Francisco (el "gigante" de la TV latinoamericana) y la Teletón…




www.youtube.com/conspirazion

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Ahora también se pueden bajar los 4 videos de este año, en un sólo archivo .rar:



INFÓRMATE - SAN BERNALES - EL JARRAZO - EL PADRINO

Sólo hay que utilizar este link:

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Entrevista de la Agencia Bolivariana de Prensa ABP a Néstor Kohan: ¿Revolución en el siglo xxi?

En pasados días, miembros de la Coordinadora Continental Bolivariana CCB, han dialogado sobre diversos temas con el intelectual argentino Nestor Kohan: la crisis del capitalismo, las vías y las formas de la revolución en Nuestra América, la constitución del Movimiento Continental BolivarianoMCB, la situación colombiana, las FARC EP y las apreciaciones de Fidel sobre estas, son algunos de los temas de la entrevista que publicamos a continuación.

¿Cuáles son en su opinión las vías y las formas de la revolución en América Latina?

En mi opinión lo primero que quisiera destacar en esa pregunta es algo previo a la respuesta. Me refiero a la pertinencia o no de la revolución… Porque durante los últimos 25 años, es decir, un cuarto de siglo, las grandes usinas del imperialismo y también de las diversas variantes del reformismo y la socialdemocracia internacional han tratado de inocular en el movimiento popular latinoamericano la peregrina idea de que la revolución ya no es viable, ni posible ni deseable.

Preguntarse entonces por las vías y las formas presupone poner en discusión esa violenta campaña de desarme ideológico. Aclarado esto, me parece, desde mi modesta opinión —porque yo no soy un gurú con una bola de cristal ni un adivino que tenga la verdad revelada de ningún oráculo— que los caminos y las formas del proceso revolucionario latinoamericano son diversas y variadas.

No se pueden encapsular en recetas de pizarrón ni fórmulas de escritorio. Las transformaciones sociales vienen y vendrán a través de movimientos sociales, organizaciones políticas y organizaciones insurgentes, político-militares. Durante el último cuarto de siglo los "tanques pensantes" del imperialismo y de la socialdemocracia supuestamente progresista han tratado de recortar ese abanico de formas de lucha, de aplastarlo, de segmentarlo, reduciendo la única forma a la lucha de los movimientos sociales, despreciando la organización política y deslegitimando, demonizando y satanizando, de modo absolutamente macartista, las formas no institucionales, insurgentes y político militares que históricamente ha asumido y continúa asumiendo la rebeldía y la resistencia popular. Volver entonces a recuperar el debate por las vías y las formas de lucha y de transformación social radical se torna una tarea impostergable. Ya es hora de hacer un beneficio de inventario y un balance crítico con el reformismo y el posmodernismo que tanto nos reclamó despreciar las formas políticamente organizadas de la rebeldía popular (que no se limitan a las protestas espontáneas) y darles la espalda a las vías de confrontación radical —incluso político militares— con los poderes establecidos.

¿Tiene vigencia el planteamiento de la combinación de todas las formas de lucha?

Los enemigos de nuestros pueblos, el imperialismo y las burguesías criollas (mal llamadas "nacionales") no renuncian a ninguna forma de lucha. Desde la construcción de consenso, la conformación de la hegemonía hasta el ejercicio de la fuerza material. Si ellos tienen a mano y despliegan ese abanico de formas, ¿en nombre de qué los pueblos deberían renunciar a ciertas formas de lucha? ¿Frente a la violencia de arriba, ejercida no por un loco suelto sino por toda una serie de instituciones represivas —policía, gendarmería, fuerzas armadas, organismos de inteligencia, etc.—, nuestros pueblos deberían acaso responder ofreciendo mansa y sumisamente "la otra mejilla"? No lo creo justificado. No lo creo realista. No lo creo deseable.

¿Cómo sería esa situación en el caso colombiano?

En Argentina existía un historiador y pensador de origen comunista, en su juventud, luego peronista revolucionario, en su madurez, que se llamaba Rodolfo Puiggros. Su obra historiográfica es prolífica y muy polémica. Yo comparto algunos de sus puntos de vista, en otros casos (como es el tema del populismo) tengo opiniones muy diversas a las que lo hicieron famoso. Sin embargo siempre me gusta citar una idea suya. Decía el viejo Puiggrós que muchas veces los argentinos hemos sido "inspectores de revoluciones ajenas…". O sea que como no hemos podido hacer nuestra propia revolución, vamos por el mundo con el dedo en alto inspeccionando revoluciones ajenas… Creo que debemos aprender esa lección. No soy colombiano. No conozco en profundidad la realidad colombiana.

Aclarado esto, creo sin embargo que como internacionalistas convencidos, que llevamos en la cabeza pero también en el corazón la Patria Grande latinoamericana, sí podemos opinar sobre otros países hermanos. Creo que el pueblo colombiano ha sido uno de los pueblos más dignos y combativos de la historia de nuestra América. Todo el mundo que esté mínimamente informado y que no tenga anteojeras ni reciba dinerillos del imperialismo sabe perfectamente que la violencia en Colombia no la inicia el pueblo sino las clases dominantes con el asesinato del caudillo popular Jorge Elieser Gaitán en 1948. Cualquiera que no haya vendido su pluma ni su conciencia a los grandes monopolios de (in)comunicación ni repita como un loro sumiso sus propagandas diagramadas desde una estrategia de "guerra psicológica", sabe y conoce perfectamente que en Colombia las organizaciones político- militares nacieron hace varias décadas y que nunca han tenido nada que ver con la mafia ni con el narcotráfico. Por lo tanto, si en Colombia, a pesar de las innumerables campañas militares de exterminio contra el pueblo desarrolladas por varios gobiernos formalmente "constitucionales", desvergonzadamente financiados por EEUU, continúan desarrollándose diversas formas de protesta popular (desde la movilización estudiantil, la huelga obrera, la protesta sindical urbana, la rebeldía indígena, las ligas agrarias y campesinas hasta las luchas guerrilleras, eso no responde a ningún "complot" de unos monstruos irracionales o delirantes. Para comprender la historia de América Latina hace falta dejar de lado la deformante estética de Hollywood y su eterna "conspiración" internacional de monstruos malditos que pretenden acabar con la vida apacible de las familias norteamericanas. Colombia es parte de nuestra América. Allí proliferan diversas formas de lucha popular. Los sectores progresistas y honestos, que no ceden al chantaje de la maquinaria de guerra psicológica del Comando Sur del Ejército norteamericano y sus organismos de inteligencia, no sólo no deberían demonizar esas luchas sino que, en mi modesta opinión, deberían apoyarlas.

¿Cómo debe enfrentarse hoy el terrorismo de Estado y el intervencionismo imperialista?

En primer lugar llamando a las cosas por su nombre. Cuando intervienen los norteamericanos no estamos frente a la "defensa de los derechos humanos" sino frente a una intervención imperialista. No se meten en los demás países en nombre de la "racionalidad liberal" para enfrentar el fundamentalismo. Lo hacen para defender sus intereses, imponiendo por la fuerza su "american way of life" y sus negocios. En segundo lugar, cuando el Estado de cualquier país de América latina utiliza sus instituciones permanentes, formadas por decenas y centenas de miles de personas profesionales y entrenadas, que estudian cómo vigilar, cómo pegar, cómo reprimir, cómo matar, cómo asesinar, debemos llamar las cosas por su nombre. Eso no es "seguridad". Eso es represión. Eso es violencia de arriba. Eso no es "democracia", eso es terrorismo. Debemos poner fin a la legitimación de la violencia de arriba contra el pueblo. Para enfrentar la violencia de los Estados y la intervención del imperialismo todas las formas de rebeldía, resistencia y solidaridad popular son legítimas. Desde las grandes campañas de repudio, las movilizaciones a las embajadas yanquis, las huelgas, las protestas y también la resistencia armada. La violencia de los pueblos es una justa respuesta a una violencia sistemática implementada contra los pueblos. ¿Quién dijo que la única violencia legítima es la que se ejerce para mantener y reproducir el capital?

¿Tiene alguna opinión sobre el debate en torno a las FARC y la lucha armada que recientemente ha tenido lugar entre el comandante Fidel Castro y el sociólogo James Petras?

Esa es una pregunta sumamente difícil, debo reconocerlo. Me resulta difícil opinar, porque el tema es complejo y porque además me siento muy vinculado a ambos polemistas. En el caso de Fidel, no sólo le tengo una admiración personal y un cariño que no puedo ni quiero disimular. Además lo considero un maestro. No mío, sino de varias generaciones de revolucionarios de nuestra América. Así lo he expresado en varios artículos publicados en Cuba, en Venezuela y en Argentina. También lo he condensado en un libro dedicado a la biografía de Fidel (titulado Fidel para principiantes, texto por el cual pasé años leyendo y estudiando los discursos de Fidel y muchísima bibliografía sobre su vida y sobre historia de la revolución cubana). Tuve el inmenso honor de conocerlo personalmente en el año 2001 y de conversar largamente con él. Una experiencia absolutamente inolvidable que me sigue emocionando cada vez que lo recuerdo. Realmente le tengo mucho cariño a Fidel.

Lo digo sin diplomacia alguna. Es lo que sinceramente siento y lo que pienso. Siempre he defendido a Cuba y a su revolución socialista y lo seguiré haciendo.

En el caso de James Petras, también lo conozco personalmente desde hace aproximadamente 15 años, desde una visita suya a la Argentina. He estado junto a él varias veces en La Habana y en Caracas. James ha sido siempre muy valiente. En los años '90, cuando todo el mundo se hacía neoliberal o socialdemócrata, Petras seguía denunciando al imperialismo y la domesticación de los intelectuales "aggiornados". Me consta que Petras siempre ha sido un defensor sincero de la revolución cubana. Pero no de manera hipócrita, para que lo inviten a eventos y grandes hoteles, sino por convicción. Petras tiene un estilo muy confrontativo en las polémicas, es ácido, es irónico (maneja la ironía no sólo en inglés sino también en español, lo cual es difícil ya que no es su lengua). A veces el estilo sumamente hiriente de Petras lastima, ofende o molesta (lo cual no siempre es lo mejor, si lo que se busca es convencer al otro), pero muchas veces, detrás de ese estilo discutible, hay verdades fuertes y muy buenas fundamentaciones. Recuerdo sus polémicas de los años '90 y sus impugnaciones ácidas de quienes pretendían dejar de cuestionar al imperialismo.

He leído algunas partes de la polémica. No estoy seguro de haberla leído en forma completa, quizás haya intervenciones que me faltan consultar.

Lo primero que podría decir, remarcando una vez más la complejidad del problema abordado y lo difícil que me resulta opinar al respecto, es que es muy saludable que haya polémica entre los revolucionarios. Si hay polémica es porque el marxismo está vivo y la revolución está viva. Si hay polémica es porque el pensamiento radical —allí se ubican tanto Petras como Fidel— no ha muerto y sigue dando batallas. ¡Bienvenida entonces la polémica fraternal entre compañeros y hermanos de la misma causa!

En segundo término, agregaría que Fidel había expresado esa opinión sobre la posible caducidad de la lucha armada ya antes de la muerte del comandante Marulanda. En los últimos años Fidel vino dos veces a la Argentina, si no recuerdo mal. Una vez estuvo en Buenos Aires, otra en Córdoba. Junto con miles y miles de jóvenes, fuimos a los dos actos. No me los podía perder. Escuchar a Fidel es un privilegio. Compartí gran parte de lo que dijo. Pero debo confesar, para ser sincero, que no me gustó nada cuando expresó que la lucha armada era cosa del pasado. No me pareció una formulación feliz, sobre todo tomando en cuenta que su auditorio no era el de viejos nostálgicos que recordaban los años '60 (aunque también había ese tipo de público) sino jóvenes que comenzaban a realizar sus primeras experiencias políticas luego de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001. Jóvenes que hoy piensan cómo organizar fuerzas sociales revolucionarias en Argentina. Muchas veces, corrientes reformistas o populistas, mayoritariamente institucionalistas e incluso cooptadas por el Estado y los partidos burgueses, nos han replicado en Argentina "lo de ustedes está bien, pero es romántico, viejo y antiguo, acuérdense de lo que dijo Fidel cuando vino…".

Esa formulación desafortunada de Fidel, poco justificada y hasta incomprensible si la analizamos desde la óptica de los movimientos populares (no desde la lógica estatal de la diplomacia o la razón de Estado), sirvió para legitimar al gobierno de Kirchner y también para impugnar cualquier opción de cambios de fondo, radicales y revolucionarios, en nuestro continente. Aun siendo absolutamente defensores de la revolución cubana, con la cabeza y con el corazón, con la militancia y con las ideas, en los libros y en la militancia de la vida cotidiana, esa formulación de Fidel no nos ayudó ni nos ayuda.

¿Acaso desapareció la salvaje política de "seguridad" (léase represión) de las burguesías criollas (burguesías lúmpenes las denominaban Ruy Mauro Marini y André Gunder Frank) en América Latina? ¿Ya no hay violencia de arriba contra nuestros pueblos en nuestro continente? ¿Se puede cambiar el mundo sin revolución (como propone por ahí John Holloway…)? ¿Puede haber acaso revolución sin confrontación social, sin ejercicio de la fuerza material y sin grandes choques de clase? ¿Se puede recuperar para el pueblo lo que las burguesías y el imperialismo históricamente le expropiaron sin enfrentar por todos los medios posibles al Estado burgués y sus instituciones de represión?

Las respuestas, a mi modo de comprender, no son positivas, sino todo lo contrario. ¡Sin revolución no podremos expropiar a los grandes ricachones, resistir al imperialismo, defender nuestros recursos naturales y sociales, hacer respetar a nuestras patrias ni construir el socialismo! Recuerdo y traigo a colación el testimonio del embajador norteamericano —hombre siniestro de la CIA— en el reciente documental Salvador Allende. Recordando lo que sucedió en Chile, este cínico agente de la CIA en Santiago, organizador y ejecutor del nacimiento a sangre y fuego del neoliberalismo a escala mundial en septiembre de 1973, declaró ante las cámaras de ese conocido documental lo siguiente (cito de memoria): "Ninguna clase social se suicida. ¿Qué querían inventar? Esto ya lo demostró Lenin". Como dicen los abogados: a confesión de parte, relevo de pruebas. Si los imperialistas lo reconocen…

Fidel lo sabe mejor que nadie. Basta consultar sus formidables discursos tras la muerte de su entrañable amigo y compañero Salvador Allende… ¿no vamos a aprender nada de aquella experiencia? Hoy en Bolivia, en Venezuela, en Colombia y en varios otros países vuelve a plantearse de manea urgente el problema. Nuevamente proliferan las ilusiones sobre la supuesta "neutralidad profesional de las Fuerzas Armadas" en Bolivia y en otros países. Es cierto, nunca se repite la historia, pero debemos aprender de ella.

En tercer lugar, se alega que "ya no hay condiciones para la lucha armada". ¿Es cierto esto? Quizás pudo haber sido cierto en los años 90, cuando proliferaba y reinaba el neoliberalismo más furioso y agresivo (aun así en aquellos años —1994, si no recuerdo mal, apenas cinco años después de la caída del muro de Berlín— los zapatistas patearon el tablero, fusil en mano, y comenzaron a desmontar la euforia neoliberal, acompañando de este modo la persistencia irreverente y por entonces solitaria de la insurgencia colombiana). Pero en el siglo XXI queda claro que la situación ha cambiado. No se puede ocultar. Hoy hay un giro hacia la izquierda en todo el continente. Ya no estamos en los 90. Por el lado revolucionario o por el lado reformista, los "neoliberales clásicos" retroceden. Gracias al comandante Hugo Chávez y la revolución bolivariana, hoy se vuelve a discutir el socialismo (palabra prohibida en los 90…) en la agenda latinoamericana. Hoy hay nuevas generaciones que van para adelante, dejando atrás el pesimismo y la resignación de los 90. Además actualmente el imperialismo sufre una crisis tremenda, lejos estamos de la euforia de Francis Fukuyama que vaticinaba el reinado indiscutido y eterno de los EEUU.

¿Por qué decir entonces que "no hay condiciones"? ¿Por qué seguir repitiendo un latiguillo de los años 90 cuando la situación cambió de forma tan notable? Solo se podría explicar por la lógica diplomática y la razón de estado. ¡Pero es que el mismo Fidel ha sido el gran maestro que nos enseñó a despreciar esa lógica impulsando el internacionalismo militante en las épocas más oscuras! ¡De él y del Che lo hemos aprendido! ¿Por qué abandonarlo y subordinarse a la razón de estado y las conveniencias geopolíticas o diplomáticas?

Incluso, pienso, si no hubiera condiciones… ¿no habría que intentar crearlas? ¿No fue la revolución cubana la gran maestra que nos enseñó que no debemos arrodillarnos ante el culto ciego y fanático de "las condiciones objetivas" (tan cultivadas por los manuales del marxismo ortodoxo de la antigua Unión Soviética, cuestionados ácida y más que justamente por Fidel y el Che)?

En cuarto lugar, emerge la cuestión de la hegemonía. A esta altura de la historia, ya está bien claro que el capitalismo no se cae solo. ¡Basta ya de catastrofismo determinista y economicista! Por más crisis económica que haya (incluso ante una crisis tremenda como la actual, sólo comparable con la de 1929), el sistema del capitalismo no se derrumba si no hay organización, construcción de fuerza social y empuje popular que lo volteé y lo tumbe. La teoría de la hegemonía de Antonio Gramsci nos resulta de una actualidad abrumadora. Ganar mentes, corazones y espíritus —es decir, dar la batalla en el terreno de la subjetividad popular— es la gran tarea. Fidel lo ha comprendido de manera clara y diáfana. Es un maestro. Lo denomina con la terminología de José Martí, batalla de las ideas. Es la lucha por la hegemonía. Está muy bien. Nada más urgente en la época de la imagen y los grandes multimedias de la (in)comunicación.
Ahora bien.

La batalla de ideas y la lucha por la hegemonía, urgentes, impostergables, insustituibles, no excluyen ni cancelan la violencia revolucionaria. Antonio Gramsci era muy claro cuando nos enseña que hegemonía es la combinación de consenso y violencia. Nunca hay consenso puro, como tampoco existe violencia pura. Siempre hay una combinación de ambos. Ni el régimen más despótico (pensemos en Pinochet o Videla) desestimó la construcción del consenso. Ni los regímenes más "pacíficos" (pensemos en Suecia o Noruega, paraísos añorados por todo socialdemócrata que se precie de tal) cancelan la violencia. ¿El político socialdemócrata y pacifista Olof Palme falleció de muerte natural? ¿En Francia no hay servicios de inteligencia? ¿No hay policía en Alemania ni grupos de choque antidisturbios? ¿En el estado español no se tortura y no se reprimen las manifestaciones?

Todo proyecto revolucionario en nuestra América debe combinar la batalla de las ideas, la lucha por la nueva hegemonía, la creación de consenso con la estrategia de confrontación y el manejo de todas las formas (actuales o potenciales según el país) de lucha. Prepararse en todos los terrenos es la gran tarea del momento.
En cuarto lugar, se habla de la insurgencia colombiana y se le aconseja que la lucha armada ya no tendría vigencia. Eso fue lo primero que dijo Fidel. Respondiendo a las críticas que recibió, aclaró más tarde que no deberían entregar las armas, aunque la idea en cierto modo rondaba la polémica, por eso tuvo que aclarar, sino no hubiera hecho falta.

Preguntémonos entonces: ¿deberían entregar las armas? ¿A nombre de qué? ¿Las guerrillas deben rendirse? ¿Es que acaso ya hay garantías democráticas, participación popular, nivel de vida digno para los humildes, respeto a la mujer, defensa del medio ambiente y soberanía completa para el pueblo colombiano? ¿Se acabaron los paramilitares? ¿Ya no hay presos políticos en Colombia? ¿Todos los torturadores, violadores y asesinos de la motosierra han sido juzgados y encarcelados?

¿Por qué exigirle a la guerrilla que se arrodille sin condiciones? ¿Nos olvidamos de los 5000 asesinados de la Unión Patriótica, cuando las FARC intentaron una salida política y los aniquilaron como moscas ante el silencio cómplice de gran parte del progresismo ilustrado y bienpensante? ¿Alguien le pide al ejército colombiano, por ejemplo, que deposite todas sus armas en una plaza de Bogotá? Cualquier persona con sentido común lo vería como un despropósito. ¿No es cierto?

La legitimidad de la insurgencia colombiana no se puede anular por decreto. Además, la mejor manera de que los yanquis no enfoquen toda su energía represiva y contrarrevolucionaria sobre el heroico pueblo cubano que tan valientemente ha resistido durante tantos años al bloqueo, es que se mantengan las actuales resistencias antimperialistas (Colombia, Palestina, Irak, Afganistan) y surjan incluso nuevas resistencias. Que la insurgencia colombiana —especialmente las FARC— siga existiendo y desarrollándose es la mejor garantía para que la Venezuela bolivariana no sea cercada por el títere del los yanquis Uribe y así pueda profundizar su proceso. Que sigan existiendo las FARC es la mejor garantía para que los yanquis tengan que dispersar sus fuerzas ayudando de este modo a que la Cuba de Fidel se mantenga firme sin ceder un milímetro, como siempre lo ha hecho. Esa era precisamente la estrategia del Che en su "Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental": multiplicar las luchas para dispersar la fuerza del enemigo. Hoy no es Vietnam sino Colombia, Palestina, Irak, el país vasco y Afganistán. La estrategia del Che sigue siendo actual y pertinente, adaptada a nuestra coyuntura.

¡La mejor defensa de Cuba hoy pasa por la continuidad de las luchas sociales radicales, sindicales, campesinas, estudiantiles y político-militares, contra el capitalismo y el imperialismo en toda América Latina, incluida la resistencia armada de los guerrilleros y las guerrilleras colombianas! Flaco y delgado favor le harían a Cuba si las FARC abandonaran la lucha armada, según mi modesta opinión.

En quinto lugar, considero un error —producto de toda exageración que suele acompañar a las polémicas— contraponer las virtudes de Marulanda por sobre el Che, como por momentos deja sugerir uno de los escritos de Petras. ¿Hay que elegir entre uno y otro? Sinceramente no lo creo. Ernesto Guevara y Manuel Marulanda son dos de los grandes símbolos de lo mejor que produjo nuestro continente. La juventud de todo el mundo (incluida la cubana y la argentina) debería aprender de ambos, no de uno u otro. Fidel es también otro de esos maestros, aunque se pueda disentir fraternal y respetuosamente con él en una opinión puntual.

El gobierno colombiano vaticina el ocaso definitivo de las FARC. ¿Es realista ese diagnóstico?

Reitero que no soy colombiano y que tampoco aspiro a ser un inspector de otras realidades. Sin embargo, por lo poco que conozco, esos vaticinios triunfalistas ya son habituales y hasta "folclóricos" en Colombia, donde diversos gobiernos anunciaron la muerte de Marulanda una cantidad innumerable de veces, durante décadas, muchísimo antes de su reciente fallecimiento. Esos vaticinios dan risa y provocan la sonrisa. Lo mismo hacía el tirano Somoza, poco antes de ser derrocado por la insurgencia sandinista. Somoza decía "son unos forajidos, ya los tenemos derrotados" escaso tiempo antes de caer. Yo no compraría "carne podrida", como suelen decir los periodistas en Argentina (esto es: información falsa carente de veracidad). La derrota terminal, ocaso final y disolución de la guerrilla de las FARC tiene más que ver con los deseos de los narco guerreristas y toda la política mafiosa de un gobierno ilegítimo (cuestionado por la Corte Suprema de la justicia colombiana) que con la verdad histórica. En cuanto a la delirante y macartista acusación del gobierno colombiano y de su patrón yanqui, quienes acusan a las FARC de ser un grupo "terrorista" me limito a recordar el análisis del libro del brillante intelectual estadounidense Noam Chomsky Estados canallas (editorial Paidos) quien demuestra en forma contundente y demoledora que las FARC no son terroristas, narcos ni nada parecido.

¿La crisis financiera del capitalismo coincide con el fin de las FARC?

La crisis financiera recién comienza. Es más que probable que se profundice. Hasta los periódicos más conservadores y neoliberales así lo vaticinan. Nada tiene que ver ese fenómeno del capitalismo con una supuesta derrota de las rebeliones y rebeldías populares, incluyendo dentro de estas últimas la lucha de la insurgencia colombiana de las FARC. Mientras que el capitalismo está en crisis, las rebeldías aumentan y crecen, acompañadas de nuevos sujetos sociales que comienzan a luchar (el caso de los indígenas colombianos es muy expresivo en este sentido). Por lo tanto, esa supuesta coincidencia no es tal, desde mi punto de vista.

Algunos sectores de la izquierda consideran que las FARC deben terminar con la lucha armada y entregar a todos los prisioneros de guerra sin condiciones. ¿Qué opina al respecto?

Lo deseable sería que todos los seres humanos vivieran en el planeta Tierra de manera armoniosa y pacífica. ¿Quién puede desear lo contrario? Sólo un loco o un perverso. Pero lamentablemente vivimos desde hace milenios en sociedades divididas en clases sociales, con explotadores y explotados, con gente que ejerce el poder y gente que se resiste. Mientras existan clases sociales antagónicas habrá contradicciones y confrontaciones, habrá luchas de clases. La modalidad más alta de esas confrontaciones sociales, según Antonio Gramsci, son las guerras civiles. Lenin —disculpas por citar a alguien tan vigente y tan demonizado… pero ya es hora de comenzar a recuperar todo lo que perdimos en el terreno teórico durante los últimos 25 años— consideraba que las guerras civiles se desarrollan no entre unos pocos locos sueltos, de un lado, y todo el pueblo del otro lado, sino entre dos partes del pueblo. Las guerras civiles de verdad, no la de los pizarrones y los libros de epopeya o las películas de Hollywood, se despliegan y tienen lugar entre dos partes del pueblo. En esas guerras, en esas confrontaciones de clases, en esas luchas de clases aparece el problema de los prisioneros. No puede apelarse a un falso e hipócrita humanitarismo estilo de la ONU o el Vaticano, poniendo en un lado a "víctimas inocentes y virtuosas" y en el otro lado, a "guerrilleros monstruosos" representantes del "eje del mal". Esa imagen macartista y maniquea que lamentablemente han logrado instalar muchos monopolios de (in)comunicación resulta insoportable y sinceramente provoca nauseas.

Además, en mi país todo el mundo comentó que cuando apareció ante los medios de comunicación la señora Ingrid Betancourt aparecía rozagante y luminosa. Nada tenía que ver la propaganda de una mujer maltratada, al borde la muerte. Parece que mal no la trataban los insurgentes para que apareciera de la noche a la mañana casi como una modelo televisiva. ¿no es cierto? Eso me lo comentó mucha gente en Argentina, incluso gente que no es de izquierda ni simpatiza con el socialismo. Se trata de una evidencia de sentido común.

Entonces, el problema de los prisioneros y las prisioneras debe analizarse desde el ángulo de la lucha de clases del pueblo contra los explotadores, eludiendo el falso atajo de la CNN y otras agencias similares que manipulan la verdad y construyen lo que ellos quieren para convencer a millones.

Nunca entendí porqué las FARC deberían entregar a los prisioneros militares (colombianos o yanquis que hoy participan y actúan en la guerra civil colombiana) a cambio de… ¡nada!. ¿De nada? ¿No hay prisioneros insurgentes en las cárceles de Colombia? ¿Nadie se enteró que hay más de medio millar de combatientes presos en las peores condiciones inimaginables? El propio gobierno de Uribe se vanagloria públicamente de haber apresado durante su primer gobierno nada menos que 150.000 (ciento cincuenta mil) civiles, muchos de ellos acusados de supuestos "vínculos con las FARC". ¿Por qué nadie habló durante la crisis del caso Betancourt de las presas políticas del pueblo violadas en las mazmorras del régimen de Uribe? Hubo muchas misas hipócritas (a una de ellas asistió la presidente argentina Cristina Kirchner, dicho sea de paso…). Misas y velas que pedían la libertad de un solo bando. ¿El humanitarismo ve de un solo ojo? ¿Es un humanitarismo tuerto? ¿Por qué no hacían misas por las prisioneras políticas torturadas y violadas? ¿No existen? Eso sólo se explica por la hipocresía de una moral burguesa (falsamente religiosa) que, repito, sencillamente da nauseas y ganas de vomitar.

Muchos movimientos actuales plantean siempre la unidad. ¿Cuáles serían en su opinión los pasos prácticos hacia ese objetivo?

La unidad es impostergable. Pero no unidad con los poderosos, no unidad con la burguesía, sino unidad de las rebeldías, unidad de la izquierda social, la izquierda política y la izquierda insurgente. Las tres son dimensiones de una misma batalla antimperialista y anticapitalista. Los pasos concretos podrían ser construir una agenda mínima de movilizaciones a nivel continental contra el imperialismo, por la defensa de los recursos naturales, por la defensa de los presos políticos del pueblo. Unidad concreta entre las coordinaciones de la Vía Campesina, la Coordinadora Continental Boliviana, el Encuentro Cono Sur y otras experiencias de articulación a nivel latinoamericano.

Desde la Coordinadora Continental Bolivariana existe una propuesta de crear el Movimiento Continental Bolivariano. ¿Cómo valora esa iniciativa?

Creo que es una propuesta interesante. Puede ayudar a confluir en el gran torrente de la lucha contra los poderosos del norte, porque el nuevo gobierno de Obama continuará aplastando y dominando a nuestros pueblos. Debemos prepararnos para enfrentar a un imperio con cara "multicultural", presidente negro, generales gays, torturadoras mujeres… Construir un movimiento bolivariano donde converjan diversas rebeldías puede ser un paso importante hacia la unidad antimperialista continental.

¿Qué opina de constituir el 26 de marzo como día universal del derecho a la rebelión armada?

Si no estoy mal informado esa fecha ha sido elegida por la muerte del comandante Manuel Marulanda Velez. Creo que es una buena elección. Recordemos que el 8 de marzo fue elegido por la revolucionaria comunista Clara Zetkin como día universal de la mujer. Tal esta nueva fecha se transforme con el tiempo en una fecha emblemática…

¿Que le dicen estos tres nombres: Bolívar, Marulanda y Che?

Los tres sintetizan la historia de nuestra América. Bolívar, junto a San Martin, Tupac Amaru, Bartolina Sisa y Toussaint de Louverture, sin olvidarnos de Artigas, Mariano Moreno ni de Manuel Rodriguez, entre muchísimos otros, expresa el momento de la primera independencia americana. El Che sintetizó el momento más alto, a nivel mundial, de la rebelión por la segunda independencia. Manuel Marulanda, tan demonizado, tan injustamente "olvidado", pero al mismo tiempo tan admirado por sus compañeros y compañeras, es el nombre que sintetizó la continuidad de la lucha revolucionaria del Che en tiempos de neoliberalismo, posmodernismo, socialdemocracia y contrainsurgencia "democrática". Todos esos nombres son grandes maestros, espejos donde deberían mirarse las nuevas generaciones de jóvenes rebeldes. ¡Ninguno de ellos ha muerto! Todos están vivos, nos acompañan día a día en las nuevas rebeliones del siglo XXI por la Patria grande, la lucha antimperialista, el hombre nuevo, la mujer nueva y el socialismo.

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Roque González: "No puedo ser sospechoso a perpetuidad"

Ángel Páez entrevista a líder bolivariano encarcelado
LIMA, nov (IPS) - La fiscalía de Perú pidió 20 años de cárcel para Roque Gonzales La Rosa, miembro de la desmantelada Coordinadora Continental Bolivariana-Capítulo Perú (CCB-CP), de inspiración chavista, a la que atribuye vínculos con la guerrilla colombiana de las FARC.

Gonzales La Rosa y otras seis personas fueron arrestadas por la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dircote) en la frontera de Perú con Ecuador, el 29 de febrero, cuando regresaban al país desde Quito, donde habían participado del Segundo Congreso de la CCB, la agrupación que sigue los postulados izquierdistas del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

La Dircote informó a la justicia que Gonzáles La Rosa, líder de la delegación, había estado preso nueve años por haber militado en el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), la menor de las dos insurgencias que protagonizaron la guerra interna de Perú (1980-2000), atribuyéndole además lazos con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

"Estamos seguros de que él, o algún emisario suyo, tuvo contacto directo con las FARC", sostuvo el procurador Julio Galindo, quien promueve la acusación contra Gonzáles La Rosa.

Galindo se basó en informes sobre el contenido de las computadoras de Raúl Reyes, portavoz y uno de los siete miembros del secretariado del Estado Mayor Central de las FARC, muerto el 1 de marzo en la incursión realizada por tropas colombianas en un campamento de ese grupo en territorio de Ecuador.

Según esos informes, "un peruano" habría recibido 100.000 dólares de las FARC. Galindo solicitó esos datos a través del Ministerio de Defensa, pero no recibió nombres sino seudónimos.

El diario La Primera publicó este mes un informe de la División de Investigación de Terrorismo Internacional, de Interpol, entregado a la fiscal Fanny Escajadillo, que señala que varios dirigentes de izquierda tendrían vinculaciones con las FARC, también según la información de las computadoras de Reyes.

Entre los supuestos relacionados con las FARC se menciona a Renán Raffo, dirigente del Partido Comunista Peruano, Alberto Moreno, del Partido Comunista del Perú-Patria Roja y Olmedo Auris, del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú.

Nueve meses después de la detención de las siete personas en la frontera con Ecuador, Gonzáles La Rosa es el único de ese grupo que permanece arrestado, aunque las otras seis personas están procesadas. Ha solicitado la revocación de la detención por un régimen de libertad restringida.

Galindo pidió al tribunal que rechace el pedido y acusó a Gonzáles La Rosa, durante esa audiencia judicial, de desafiar a las autoridades por llevar puesta una camiseta roja, a su juicio "un color subversivo".

En una entrevista con IPS, Gonzáles La Rosa negó las acusaciones y reivindicó su "derecho" a reinsertarse "plenamente en la vida familiar, laboral y política".

IPS: ¿Qué pruebas se han presentado en su contra?

ROQUE GONZÁLES LA ROSA: Haber asistido a la reunión de la CCB en Quito, pero yo no he sido el único, hubo centenares de delegados. Haber visto un video de Raúl Reyes, pero ni yo ni ninguno de los enjuiciados por este caso lo ha visto. También se menciona que pertenecí al MRTA, pero eso fue 12 años atrás.

No tiene ningún sentido ni relevancia hurgar en un hecho por el que cumplí la totalidad de mi condena. Tengo derecho a reinsertarme plenamente en la vida familiar, laboral y política. No puedo ser un sospechoso a perpetuidad.

IPS: Usted viajó a Quito como delegado de la CCB-Perú. ¿Sabía que la policía colombiana señala que en la computadora de Reyes existe información que indicaría que la CCB es una creación de las FARC?

RGLR: En ningún momento del juicio eso ha sido señalado. Tampoco lo ha indicado la policía antiterrorista peruana. Al respecto, el fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, encargado de las investigaciones sobre Reyes, dijo en una visita a Lima en junio que la supuesta mención de alguien en el computador no es de por sí un elemento probatorio que permita acusar a una persona ante los jueces.

Estamos hablando del fiscal general de Colombia y no del risible procurador Galindo.

IPS: ¿Usted discrepa con las FARC o las apoya?

RGLR: Para usted parece que el antónimo de discrepar es apoyar. Lo que digo es que las FARC, al margen de nuestras discrepancias o simpatías, es un problema que concierne moralmente a todo latinoamericano. La violencia política que desangra a Colombia no terminará con adjetivos. Las FARC, el paramilitarismo y el terrorismo de Estado deben desaparecer.

IPS: El fundador y dirigente del MRTA, Víctor Polay, ha dicho públicamente que la lucha armada ya no tiene sentido para llegar al poder. ¿Piensa lo mismo?

RGLR: Es por eso que el MRTA no figura en ninguna lista de agrupaciones subversivas y por eso no existe ninguna persona que luego de salir de prisión haya sido enjuiciada nuevamente por terrorismo.

Son el gobierno y los sectores más conservadores quienes resucitan al MRTA, levantando fantasmas del pasado para justificar sus necesidades mezquinas y antidemocráticas. Y respecto a las reflexiones de Polay sobre la lucha armada no me interesan en lo mínimo, porque no son parte de mis preocupaciones personales.

IPS: Después de cumplir la condena de nueve años, ¿estuvo bajo control de las autoridades?

RGLR: Cumplí cabalmente la totalidad de controles ante el Instituto Nacional Penitenciario, el Poder Judicial, la Fiscalía y la policía antiterrorista, sin faltar a ningún requerimiento durante más de dos años. Y en 2007 quedé plenamente rehabilitado. Se anularon todos los antecedentes. No tengo asuntos judiciales pendientes.

IPS: Sin embargo, la policía antiterrorista lo filmó en actividades políticas.

RGLR: En efecto, pero mis actividades políticas eran públicas, como se puede ver en las declaraciones que hice a la prensa. Debo decir que en 2006, con autorización judicial, la policía antiterrorista interceptó mis comunicaciones telefónicas. Y como consta en documentos de esa investigación no resultó nada. Además, en 2007 me radiqué en el exterior. ¿Dónde surge la actividad terrorista?

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¡QUÉ DESCARO!

Por Juan Pablo Cárdenas
Es difícil llevar la cuenta de cuántos políticos han manifestado su interés por postular a la Presidencia de la República. Hasta dos o tres candidatos por partido y desde fuera de éstos dicen estar "disponibles" para esta competencia que ya inicia y amenaza con dejar inadvertidos los últimos meses del gobierno de Michelle Bachelet. Postulantes por doquier que quieren desafiar aquellas encuestas que le asignan al candidato de la Derecha la mejor opción de llegar a La Moneda, toda vez que cuenta con una abultada caja electoral para afrontar los gastos de propaganda que se corresponden a este tipo de contiendas.

En este ofertón presidencialista hay candidatos que aspiran ser ungidos por los "barones" de la política y otros que están dispuestos a competir en elecciones primarias. Candidatos que aspiran llegar sólo hasta la primera vuelta y otros que tienen la seguridad de alcanzar la segunda. Postulantes que se proponen sólo un "saludo a la bandera" y otros que se conforman con agregar su nombre a la vanidoteca personal y familiar. Todos, desde luego, en el propósito de llegar a despostar el erario nacional de la Nación o al menos estar presentes para recoger las vísceras de este cuoteo monumental que ahora se realiza cada 4 años.

No hay ideas ni programas, pero todos se declaran interesados en los "temas país" y en las "propuestas de futuro". Ni una sola línea de iniciativa nueva; a lo más, cierta insistencia en las promesas incumplidas en casi dos décadas de post dictadura. Discursos huecos que evitan la palabra pueblo y esconden, incluso, cacofonías clásicas como capitalismo, socialismo, imperialismo… Por ahí se expresa el deseo de ser reconocido como parte de la Generación Obama en un ánimo grotesco de beneficiarse de los resultados de las presidenciales estadounidenses. Evento que tan dramáticamente nos demostró la sideral distancia que existe entre el liderazgo y los compromisos de los políticos de ese país y el nuestro, cuando aquí las opciones se agotan en los mismos y revenidos rostros que integran las llamadas cúpulas partidarias. O "clase política" como les gusta más ser identificados.

Candidatos que se proclaman y se pronuncian desde París, Washington o Londres en sus incesantes viajes para sumar viáticos a sus abultados ingresos o adonde han salido a "refrescarse" después de la agotadora campaña municipal. Postulantes dirimidos entre cuatro paredes y luego de los optimistas balances electorales de los partidos en que desde un uno por ciento de los votos sirve a la posibilidad de agarrar cupos parlamentarios, ministerios y embajadas en ese nuevo desposte fiscal que se va a dirimir a fines del próximo año. Cuando ni siquiera la mitad de los ciudadanos potenciales asista a votar bajo la camisa de fuerza del sistema binominal y esos candidatos presidenciales que representan sólo más de lo mismo, aunque la publicidad vuelva a maquillarlos y rejuvenecerlos.

De lo que será una patética manifestación más de una democracia que no fue y se desbarata en la frustración de las expectativas populares. En manos de políticos ensimismados y codiciosos. Que ni siquiera en la constatación general y judicial de sus corrupciones desisten de ser candidatos. Y que en la hora amarga de la crisis económica, del deterioro del poder adquisitivo y del colonialismo cultural no son capaces de manifestar una sola idea de esperanza. Divorciados, como están, de la cotidianeidad de los chilenos.

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11/26/2008

Festival Latinoamericano de Solidaridad

Sábado 29 y Domingo 30 de noviembre. Univerdad ARCIS (metro ULA)

Para ver el video promocional y conocer el programa, pincha sobre leer más...



Programa

Sábado 29 de Noviembre

Bloque Uno: Por Una Nueva Colombia : 15:00 a 18:30 hrs.
Videos
Foros
Tribu Generaciones, fusión folclórica
José Cerpa, trova
Pacto EP (Venezuela), rock étnico
Iván Torres, trova-blues
Katari, fusión andina

Foro: Estados represivo-policiales en América Latina

Simultánea de Ajedrez, con Job Sepúlveda (Maestro FIDE) y Centro Cultural Proletario


Bloque Dos: Colombia Insurgente: 19:30 a 23:00 hrs.
Entre 2 Aguas, trova (Bolivia)
Chico Trujillo, la cumbia chilenera
Mestizo, sones y tambores (Venezuela)
La Cumbia tradicional con:
La Culebrera
Carmen Prieto
El Club de la Salsa, música del caribe


Domingo 30 de Noviembre

Bloque Uno: Nuestra América: 15:00 a 18:30 hrs.
Videos
Foros
Yuriña y Banda Proyección, Carnaval Andino
Fusión Judá, jazz
Mestizo, sones y tambores (Venezuela)
Pacto EP (Venezuela), rock étnico

Foro: Crisis económica. Crisis del sistema: 18:30 a 19:30 hrs.

Bloque Dos: Allende, Presente: 18:30 a 21:00hrs.
Amaru, folclor latinoamericano
Legua York, hip-hop
Pancho Villa y Carmen Prieto, Homenaje a Salvador Allende
Sol y Lluvia




Salón Bilbao: Sábado29 y domingo 30
Foros
Lanzamiento de Libros


Comidas típicas, ambos días
Perú
Chile
Venezuela
Walmapu
Bolivia

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Bolivia: Evo y la DEA

Andrés Soliz Rada (especial para ARGENPRESS.info)

La decisión del Presidente Evo Morales de expulsar a la DEA norteamericana está justificada a plenitud. Pese a que la ingerencia imperialista en nuestra semi colonia es muy grande, resulta difícil encontrar un área, como la lucha anti drogas, en la que esa ingerencia hubiera sido tan prepotente.

El hecho de que la Embajada de EEUU pagara los sueldos de fiscales y comandantes policiales que le rendían informes directamente da una idea del descaro. Durante el reinado de la DEA, fábricas de cocaína usaron sus ganancias para combatir al gobierno sandinista, en tanto narcotraficantes asesinaron al científico cruceño Noel Kempff Mercado y al diputado socialista Edmundo Salazar, que investigaba el crimen. En calles de Sinahota (Cochabamba), se llegó a vender cocaína con balanzas de precisión. Los ataques armados a campesinos contrastaban con la tolerancia exhibida, por ejemplo, en la salida de La Paz de un avión cargado de droga, en 1995, y capturado en Lima.

Sin embargo, la sola expulsión de la DEA no resolverá el problema del narcotráfico y el país puede ser su mayor víctima sino lo combate de manera efectiva y si las plantaciones de hoja de coca se tornan incontrolables. La tarea es complicada debido a la articulación de los traficantes con paraísos financiaros, donde se lava el dinero mal habido. En lo interno, la próxima vigencia de autonomías regionales e indígenas, con competencias aún no determinadas, el inminente cambio de códigos y leyes vigentes a códigos y leyes plurinacionales y el desconocimiento de autoridades judiciales en poblaciones campesinas, en las que se dice estar vigente, la "justicia comunitaria", no ayuda a fortalecer un Poder Judicial capaz de enfrentar el desafío.

Existe la necesidad de regionalizar la lucha antidroga a través de la CAN, MERCOSUR y UNASUR y aprobar el proyecto de Ley de Investigación de Fortunas, que presentamos en 1990, logramos su reposición, año tras año, hasta el 2002, y que ahora ha sido enviado al Congreso con el nombre de Ley "Marcelo Quiroga Santa Cruz", asesinado, en 1980, por la dictadura de Luís García Meza. La esencia de esta ley reside en que todos los ciudadanos deben demostrar el origen legal de sus ingresos, a fin de no ser pasibles de la investigación pertinente.

Evo necesita, en forma simultánea, eliminar los focos de corrupción denunciados en el Vice Ministerio de Vivienda (sobre precios en la construcción de viviendas sociales), la Aduana Nacional (contrabando de 33 camiones repletos de computadoras que fugaron de un recinto militar), la Administradora Boliviana de Carreteras (contratos lesivos con compañías brasileñas) y la Caja de Seguridad Socia (importaciones de medicamentos con escasa transparencia). La lucha antidroga necesita un blindaje moral que permita a Bolivia plantear que la Ley de Investigación de Fortunas sea aprobada a nivel regional. Lo anterior constituiría un mensaje ético a una comunidad internacional, indignada, pero impotente, ante la corrupción creciente.

Se ha repetido que el narcotráfico, como parte de la ingerencia del poder mundial en los países marginados, está socavando el futuro de las nuevas generaciones. Razón demás para que países consumidores y productores coordinen la lucha contra el tráfico de drogas en condiciones de complementariedad y no de sumisión. El combate a las mafias no debe ser utilizado por las Metrópolis como arma política.

La expulsión de la DEA es un acierto, pero a condición de que esa decisión no signifique quedar atrapado en medio de un río caudaloso, sin poder cruzar a la otra orilla, con el agravante de que estancarse en ese lugar, es decir con la simple expulsión del organismos anti drogas, implica el riesgo de ser arrastrado por aguas turbulentas, en las que las bandas de narcotraficantes nadan como tiburones.

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