9/23/2008

Única Solución: Renacionalización y Consignas Justas Pueden Alcanzar una Fuerza Extraordinaria


Artículos de Orlando Caputo y Hugo Fazio.


Única Solución: Renacionalización

Quiero compartir con ustedes un comentario de un profesor chileno que
está en EE.UU., que por petición de Noam Chomsky, nos solicitó un
documento sobre el cobre. Él dice: "le acabo de echar una ojeada y
sólo puedo decir que la indignación es tanta que ni siquiera puedo
concentrarme para escribir este par de líneas. Todo lo que ustedes
denuncian es increíble, pero más increíble es cómo se oculta todo de
la opinión pública. Hace como cuatro meses que no me fumo un pucho,
pero voy a tener que salir a comprarme una cajetilla para calmarme un
poco". Se trata de un profesor chileno de una universidad
norteamericana, que se está informando permanentemente de lo que pasa
en Chile.

El gobierno de Michelle Bachelet ha enfrentado los problemas y los
movimientos sociales con los recursos de un porcentaje mínimo de lo
que aporta el cobre. Sin esos recursos, la sociedad chilena estaría en
una situación bastante crítica, incluso desde el punto de vista de una
situación de explosión social.

El cobre es nuestra principal riqueza natural. Su exportación
representa un 60% del total exportado. Chile tiene un 0,5% del
territorio mundial y el 40% de las reservas mundiales de cobre. Para
entender la importancia internacional que ello significa, la OPEP
produce el 37% de la exportación nacional de petróleo y Arabia Saudita
el 11%. La OPEP son 11 países. Chile, como un solo país controla el
36% de la producción de cobre. Las exportaciones de petróleo de
Venezuela alcanzan 51 mil millones de dólares. Las exportaciones
chilenas de cobre constituyen el 71% de las exportaciones del petróleo
de Venezuela, con datos del 2006. El petróleo en México es muy
importante. Fue nacionalizado en fecha bastante anterior a la
nacionalización del cobre y las exportaciones de PEMEX son menores
que las exportaciones chilenas.

Ustedes saben que la nacionalización del cobre se hizo con una Reforma
Constitucional, y no sólo por una ley. Allende plantea al Congreso que
esa situación es tan importante para Chile, al punto que va a
significar una segunda independencia, que tiene que quedar establecido
en la Constitución.

La decisión soberana de nacionalizar el cobre por vía de la
Constitución, se apoya en resoluciones de Naciones Unidas, que
establecen que los recursos naturales deben estar bajo formas
soberanas y servir en beneficio de los pueblos y de los estados donde
están esos recursos; y que la vulneración de eso puede crear
dificultades internacionales.

La nacionalización del cobre ha sido lo más importante desde el punto
de vista económico, social y político del siglo XX, y sin embargo por
una simple normativa, que la dictadura denominó concesión plena, eso
se revirtió. José Piñera definió la concesión plena aún con mejores
características que la propiedad privada. Es realmente increíble. El
propio Piñera dice "me concentré un mes a estudiar las legislaciones
de la historia y en la situación contemporánea y he descubierto la
forma de disolver el nudo gordiano". Así entrega en propiedad privada
los yacimientos, a pesar de que la Constitución dice que el Estado
tiene el dominio absoluto, exclusivo e imprescriptible de todas las
minas.

Radomiro Tomic dijo que la concesión plena fue tramitada y aprobada en
secreto, bajo el supuesto absoluto e irremediablemente erróneo de que
el progreso científico y tecnológico llevaría al cobre a un metal sin
valor, por lo que Chile debe apresurarse a extraer y exportar la mayor
cantidad posible en el menor tiempo, para lo cual es indispensable
ofrecer las garantías y privilegios que sean necesarios al gran
capital internacional. Esa es la toda justificación detrás de la
propuesta de José Piñera.

No existe legislación minera en el mundo como la concesión plena, en
la cual se privilegie y garantice, y se mejore, los derechos al
titular del dominio privado, sin plazo de término, irrevocable,
inmodificable y en caso de expropiación, con pago del valor comercial
del yacimiento, no sólo de las inversiones, sino también el pago de
los flujos futuros. O sea, Chile tendría que pagar los yacimientos de
cobre, incluyendo los subproductos, hasta el momento en que se agoten.
Además, dice Radomiro Tomic, la concesión plena faculta al
concesionario para hacer lo que quiera, con los socios que quiera y
cuando quiera, con los derechos que ella le asegura sobre el mineral,
que retira gratuitamente. Puede venderla, arrendarla cederla,
aportarla, hipotecarla o transmitirla en herencia.

Se ha llegado a estos extremos por estimar que el cobre será un metal obsoleto.

En esa época estaba muy presente la historia del salitre. El cobre
tiene una situación totalmente diferente. Casi todos los energéticos
se convierten en energía eléctrica. La energía eléctrica tiene que ser
distribuida necesariamente por cobre como uno de los conductores
principales. Tomic señaló que quien controla el cobre, controla Chile,
y dijo también que Codelco quedará arrinconado. Cómo negar que quién
controla el cobre controla Chile. Controla todo el proceso minero
industrial, y eso es lo que ha pasado realmente. El programa de la
Concertación decía autonomía y soberanía nacional en el cobre, y daba
una serie de elementos en relación a la producción, al precio, al
valor agregado, a la defensa de Codelco, al desarrollo de la ciencia
en Chile. Pero en la realidad pasó lo contrario.

Durante la dictadura se crearon las condiciones jurídicas para el
ingreso del capital extranjero; pero el riesgo de hacer esa inversión
era muy grande. Incluso asesores chilenos de las empresas extranjeras
recomendaron que no se hicieran en ese momento. Es en el período de la
Concertación cuando se hace cerca del 85% de las inversiones
extranjeras en la minería. El programa de la Concertación decía que
había que aumentar la producción en forma regulada, en función de las
condiciones de mercado. Pero, en lugar de eso, se pasó de niveles de
millón y medio de toneladas anuales, a cinco millones. Chile se demoró
90 años para producir un millón y medio de toneladas en el siglo
pasado, y después, sólo en seis años, se incrementó la producción en
una cantidad similar a la que se había incrementado en 90 años. Ese es
el período en que se genera la sobreproducción mundial de cobre desde
Chile, con una baja profunda y prolongada del precio.

En 1997 las empresas extranjeras controlaban el 4,5% y Codelco
controlaba el 100% de la gran minería, que es la que cuenta. En 2006,
las empresas extranjeras controlan el 70%; ahora ya es el 71,5%. Esta
es una situación increíble.

Chile ha aumentado su participación en el mercado mundial. En los
documentos del gobierno, del ministerio y de Codelco se señala esto
como un gran éxito. Sube de 13% en 1980, a 35% en el mercado mundial.
Pero Codelco, que había aumentado su participación a 13,3% en 1990,
empieza a disminuir hasta 11% en 2006, y las extranjeras que operan en
Chile aumentan su participación de 2,1% en 1980, a un 24,2% en 2006.
Es decir el incremento que se presenta de Chile es de las empresas
extranjeras, que incluye todo el incremento, más lo que disminuye
Codelco.

En Chile existió como historia aplicada, con diferentes énfasis por
los diferentes gobiernos, que en Chile debería refinarse todo el cobre
y empezar la manufactura. Sin embargo, la producción de concentrados
de cobre de las empresas extranjeras pasa del 27,4% en 1990, al 54% en
2006. Por tanto, estas empresas no tienen fundición ni refinería. El
concentrado de cobre, que tiene sólo 30% de mineral y el resto es
tierra, es la forma fundamental de producción de estas empresas.
Entonces, cuando se hace un balance comparativo con Codelco, su costo
tiene que ser mayor porque tiene fundiciones y refinerías. Eso ha
modificado fundamentalmente la situación chilena. De las exportaciones
totales de concentrado de cobre, las empresas extranjeras exportan el
88% y el 12% lo exporta Codelco.

En Chile hubo un aumento de la producción mayor al aumento de la
demanda mundial, y eso bajó profundamente los precios del año 1996 a
2003, con un promedio en torno a 60 centavos. En esa época hicimos una
serie de trabajos donde planteábamos la necesidad de que Chile
ajustara la producción a las condiciones del mercado mundial, o sea
no producir más que la demanda mundial. Después de mucha discusión,
eso se aceptó. Las empresas extranjeras y Codelco acordaron disminuir
la producción, y la estatal formó un stock regulador.

Los precios de inmediato empezaron a subir, adicionalmente con un
incremento de la demanda de China. Las más beneficiadas fueron las
empresas extranjeras y esto no es novedoso. Se lo hemos dicho incluso
a la Presidenta de la República.

Nosotros estimamos que en 2006 las empresas extranjeras obtuvieron
utilidades de 20 mil millones de dólares, con datos del Banco Central.
Para entender esto hay que hacer una relación entre las ventas
globales y los costos. Ellos informan un poco menos de 19 mil millones
de dólares de utilidades, considerando depreciación e intereses. O
sea, las utilidades de un año son mayores a las inversiones
extranjeras brutas en la minería chilena de 1974 a 2005, que suman 19
mil millones. O sea un año de utilidades amortizó inversiones de 32
años. Son las inversiones que han permitido la desnacionalización del
cobre. En un año se financian, o cubren, todas las inversiones. Las
empresas realizan inversiones y empieza el proceso de depreciación, en
el caso del cobre en forma acelerada. Es un retiro de capital por
desgaste. Si hacemos la operación, la inversión extranjera neta, todo
con datos oficiales 1974-2005, es la mitad de la inversión bruta, es
decir, cerca de 10 mil millones de dólares. Por lo tanto, las
ganancias del grupo extranjero en el cobre son el doble de las
inversiones netas.

Además, si hacemos un análisis adicional, gran parte de las
inversiones ha sido con reinversión de utilidades del año anterior.
Los 20 mil millones de dólares en ganancias el 2006 equivalen al 17 %
del PIB; al 75 % del Presupuesto del Estado y son más de 2 veces los
presupuestos conjuntos globales de los ministerios de salud y
educación, y mayores a la suma del PIB de Bolivia y de Paraguay.

Estas ganancias se deben a que se apropian de la renta minera, que es
el valor del recurso más las ganancias normales, y también a que se
apropian de una parte de la masa salarial, porque esas empresas ocupan
mucho trabajo de empresas contratistas y subcontratistas. O sea, ahí
hay parte de salarios chilenos que ha pasado a las ganancias. Pero lo
fundamental está en la renta minera, que tiene que ver con el precio.
Los errores fundamentales son, primero, que el cobre iba a ser
obsoleto. Es un error tremendo que marca toda la historia reciente.

Segundo, a pesar de que Chile tiene una participación del 36%, mayor o
similar a la de la OPEP en los mercados correspondientes, es tomador y
no formador de precios, debido a que el neoliberalismo entiende que
los mercados funcionan libremente. El tercer error es estimar el
precio futuro deliberadamente bajo en los presupuestos nacionales.
Estaba fijado en 90 centavos de dólar. Ahora que está a 3,50 dólares,
es posible que lo suban de 125 a 140. Nuestros trabajos demuestran que
hay un cambio de los términos de intercambio desde una situación
desfavorable a una situación favorable, en el caso de energéticos y
metales. No es una cosa de ahora y va a ser un cambio histórico, o
sea, va a haber muy buenos precios.

Nosotros planteamos renacionalizar el cobre y un control democrático y
transparente de Codelco. La renacionalización tiene que ser impulsada
por un proceso creciente de captar la renta, y posiblemente captar
también la propiedad de algunas empresas y yacimientos. En realidad,
la desnacionalización del cobre ha sido posible con la complicidad de
los dirigentes políticos y de la mayoría de los centros de estudio de
universidades tradicionales. Algunos dirigentes dicen que no quieren
ser parte de esa estrategia cómplice. Por nuestra parte, denunciamos
esto como el robo del siglo XX y del siglo XXI. Codelco debería ser
transparente y eficiente y Chile tiene que ir a la renacionalizacion
del cobre.

Por Orlando Caputo


Consignas Justas Pueden Alcanzar una Fuerza Extraordinaria

El problema del cobre está absolutamente claro. No es necesario
agregar más datos a los que ya se han dicho. Es un tema fundamental
para el país, que es necesario tratar como tal y ese es un gran
desafío. Tenemos que convertir el cobre en un tema nacional, y quiero
recordar que la nacionalización del cobre fue obtenida después de
décadas de pelear por lograrlo. No surgió de la nada.

Esto nace de dos proyectos de ley, uno de los senadores comunistas
Lafferte y Ocampo y otro de Salvador Allende. Así se fue gestando un
movimiento muy grande por la nacionalización del cobre, que culminó en
un cuadro políticamente favorable, que fue el período de la Unidad
Popular. Entonces, de ahí sale la lección de que es posible
transformar consignas justas, nacionales, en grandes movimientos que
involucran a todo el país, y esa es la cuestión.

Luego, para resolver esto, tenemos que trasformar el problema del
cobre en un gran problema nacional. Si no somos capaces de hacerlo,
vamos a seguir sacando las cuentas que estamos sacando, pero con un
agravante. A medida que pasan los años la expoliación de Chile va
creciendo. Esto no se revierte para atrás, no recuperamos lo perdido.
Creo que esa es una primera conclusión, que este es un tema
trascendente.

Una segunda conclusión es que es un tema determinante en la marcha de
la economía chilena. Las cifras que han dado Orlando y Manuel lo
muestran: el cobre es fundamental para los ingresos que recibe el país
en materia de comercio exterior. En los últimos años, el cobre
representa más de la mitad de todos lo ingresos de divisas de Chile.
Si tomamos el punto de vista de los ingresos fiscales, en Chile hay un
debate sobre el presupuesto, acerca de qué se hace para el año 2009.
Ahí la clave es el precio del cobre. Y ahí hay una situación muy
absurda, tan absurda como todo lo absurdo que aquí se ha dicho. En
Chile pasa a ser ahorro, o sea no es gasto, si el precio del cobre es
superior a un dólar treinta y cinco. Esa es la cifra del año 2008, y
el año pasado era un dólar veintiuno. O sea, si el precio del cobre o
la libra del cobre esta sobre eso, todo se guarda. Eso es lo que
explica que se haya acumulado un ahorro fiscal gigantesco.

Se calcula que al finalizar este año va a ser de 31 mil millones de
dólares. Eso hay que sumarlo a las reservas internacionales del Banco
Central y a los fondos de pensiones invertidos en el exterior. Chile
se da el lujo, en este momento, de tener alrededor de cien mil
millones de dólares afuera. O sea, Chile ha pasado a ser un país que
está aportando al ahorro mundial.

Preguntémonos quién recibe el ahorro mundial, porque se van juntando
hechos aberrantes. El ahorro mundial es captado fundamentalmente por
EE.UU. Es decir, es el resto del mundo el que está financiando a
EE.UU., la mayor potencia económica del mundo, que tiene un nivel de
ahorro interno muy bajo. De ahí pueden sacar la conclusión de que
cualquier aberración que cometa EE.UU., es financiada por el resto del
mundo. Pongan cualquier ejemplo, Irak si ustedes quieren. Bueno, aquí
llegamos a lo que sucede con el cobre, que es determinante en la
marcha de la economía chilena. O sea, no es sólo el saqueo, que a mi
juicio ya está bien presentado, sino que es determinante para lo que
acontezca en el país.

Para tomar el asunto desde otro ángulo, no voy a referirme a las
rentabilidades, porque creo que el problema está absolutamente claro.
Las rentabilidades son gigantescas según las cifras oficiales, las que
entrega Escondida que Manuel nos ha demostrado que debemos verlas con
beneficio de inventario. La rentabilidad de Escondida en el primer
trimestre, en cifras anualizadas, es de un 164%, que es lo mismo que
dice Orlando. O sea, recupera toda la inversión realizada y se queda
con un 64% en el bolsillo. El año pasado igual. Si aquí presentamos
datos más para atrás, la cantidad de recursos que han acumulado con
relación a la inversión realizada, es muy grande. Esto reproduce lo
que pasó antes de la nacionalización del cobre. En el período previo a
la nacionalización, según cálculos que se han hecho, se llevaron
ciento treinta veces la inversión. Seguramente ahora es más. El hecho
es que aquí hay un saqueo gigantesco.

Quiero detenerme en dos o tres hechos que están vinculados a la
economía, pero más bien terminan teniendo una connotación política.

Este año se puso en marcha un nuevo mineral de Codelco, Gabriela
Mistral. Este nuevo yacimiento vendría a amortiguar la menor ley que
vienen teniendo los minerales de Codelco en estos últimos años. Cuál
es la discusión que hay en el país, cuáles son las alternativas que se
barajan. Lo que se está discutiendo es qué porcentaje de Gabriela
Mistral se entrega a capitales chinos. Un mineral puesto en
explotación por Codelco, desarrollado por personal de Codelco, con
fondos del país y después se traspasa su propiedad o parte de su
propiedad. O sea, por ese lado no llegamos a ninguna parte, porque
desde ese punto de vista, el saqueo del país tiende a profundizarse.

Durante los gobiernos de la Concertación desgraciadamente Codelco ya
entregó un mineral, que es El Abra. Por ahí iría el camino de seguir
por esta vía. Evidentemente que así no se construye país, no se
construye Chile, no se construye una política nacional. Otro ejemplo
me lo recordaba Caputo, y yo quiero citarlo. En estos días se puso en
discusión y se está considerando por el Gobierno, algo que creo
realmente es una vergüenza. Es una opción que tiene ENAMI que viene
desde el momento que se traspasó La Disputada de Las Condes. ENAMI es
una empresa estatal, igual que Codelco, y quedó con la propiedad de lo
que era La Disputada de Las Condes y que ahora es de Anglo América.

Con la propiedad de La Disputada de Las Condes durante la Unidad
Popular al comprárselo a capitales franceses, se suscribió un acuerdo
que estableció una opción que podía ocupar ENAMI para recomprar parte
de la propiedad, no recuperar el mineral. Esa es una opción que
reaparece cada tres años y en este año reaparece. Y que está haciendo
el Ministerio de Minería. Está estudiando si se acoge esta opción.
Pero la opción está de acuerdo a toda la legislación que se ha
establecido en la minería. Para hacer uso de ella, ENAMI tendría que
pagar todo lo que podría sacarse por esa parte del mineral a futuro, o
sea los recursos que generaría. Así llegaríamos al siguiente absurdo:
si ENAMI hiciera uso de esa opción, tendría que pagarle a Anglo
América más de lo que Anglo América pagó para apoderarse de La
Disputada de Las Condes.

Ustedes recordarán que Disputada de Las Condes fue comprada en mil 300
millones de dólares, luego que fuera explotada durante 25 años por
Exxon, una petrolífera norteamericana, lapso durante el cual ésta
declaró sólo pérdidas.

Eso está dentro de los absurdos de este país. Se compra una empresa
que arroja sólo pérdidas en mil trescientos millones de dólares. Esto
podemos agregarlo a toda la lista de cosas que aquí se han dicho.
Quién cree eso. Cómo va a valer mil trescientos millones de dólares
algo que ha arrojado sólo pérdidas. Obviamente, los que lo compran no
están locos, para usar las palabras de Manuel. Saben lo que están
haciendo. Esto quiere decir que realmente estafaron al país. En qué
terminó la autorización que se efectuó. En el pago de una pequeña
cantidad que se hizo en el gobierno de Lagos y en el blanqueo de la
situación. Y Disputada quedó en propiedad de Anglo América, que es
propiedad de capitales anglo sudafricanos. Ese es otro ejemplo de los
hechos que se están produciendo. La discusión por el tema del cobre es
un problema de hoy.

Un tercer tema: hace pocos días se efectuó un seminario organizado por
la Universidad Adolfo Ibáñez y CESCO. El tema era el futuro de
Codelco. CESCO es un centro de estudios generado para buscar la
privatización de Codelco. Ahí están todos los personajes que
mencionaba Manuel. Entonces, la discusión fue cómo abrirle camino a la
privatización de Codelco.

En ese mismo seminario el Vicepresidente de Codelco dijo que había que
dictar una ley que terminase con otro escándalo que existe, el 10% de
las ventas de Codelco va a las FF.AA., que se podría sumar a todo lo
que se ha dicho. O sea, si Codelco vende, el 10%, en la practica un
impuesto, va a parar a las FF.AA. Pero no sólo a las FF.AA., sino para
la compra de armamentos. Ahora, con el precio del cobre tan alto, lo
que genera este 10% es gigantesco.

Es mucho más que el gasto en armamento que se está haciendo en el
país. A dónde van a parar esos recursos, esos excedentes, o sea lo que
no se gasta en armamento. Por lo demás hay una denuncia que proviene
de EE.UU., según la cual se oculta la cifra de compra de armamentos,
pero ese es otro tema. ¿Qué se hace con estos recursos? Van al
superávit fiscal. Pero en el superávit fiscal quedan consignados para
usarse sólo en la compra de armamentos; o sea, es una partida que
queda fijada, y queda establecida sólo con ese objetivo. ¿Qué planteó
el Vicepresidente de Codelco en ese seminario?

Planteó su esperanza de que eso se resuelva. O sea, después de 18 años
de gobiernos de la concertación, 18 años después que terminó la
dictadura, estamos planteando la esperanza de que termine esa ley.
Ayer leí en el diario que todavía no se envía el proyecto que ha
anunciado tantas veces, para modificar la ley reservada del cobre, que
por lo demás no se está discutiendo en función de restarle recursos a
las FF.AA., sino que buscarle otra forma de financiamiento que no sea
con cargo a Codelco. Eso viola cualquier principio.

Incluso viola los principios tributarios más elementales. No se le
puede cobrar impuestos al señor González y no al señor Pérez, si ganan
lo mismo. Tributariamente no se puede, pero aquí sí que se puede. El
impuesto lo paga Codelco, y todas las otras empresas, que están
obteniendo ganancias fabulosas, no lo pagan. De paso, no estoy
proponiendo que lo paguen para destinarlo a la compra de armamento.
Propongo que lo paguen para recuperarle recursos al país.

He querido poner ejemplos actuales para señalarles que este es un
debate de hoy. Creo que el desafío es transformarlo realmente en un
debate, para llegar a los grandes temas, a las grandes soluciones. La
gran solución es la nacionalización del cobre, que es lo que planteó
Orlando, el camino que se hizo durante el gobierno de Allende. Déjenme
recordarles una cosa que se destaca mucho, que la ley de
nacionalización fue aprobada por unanimidad. Pero cuando uno escucha
eso, que efectivamente fue así, llega a la conclusión que hubo un
consenso nacional de todos de los que estaban por la nacionalización y
de los que no estaban por la nacionalización. Todos se pusieron de
acuerdo.

Si fue por unanimidad, se debió a que fue un movimiento avasallador,
contra el que aquellos que no estaban por la nacionalización no
pudieron oponerse, y por eso votaron a favor. No es que se haya
producido la unanimidad con la reacción chilena, sino que se vio
obligada a apoyar la nacionalización.

Ustedes ven que de aquí se sacan enseñanzas. Consignas nacionales que
se levanten y sean justas, pueden tomar una fuerza extraordinariamente
grande y pueden arrinconar a las minorías que están en contra de los
cambios. Pero eso requiere una forma de conducir los hechos del país
absolutamente distinta.


Por Hugo Fazio

0 comentarios: