3/29/2009

CUMBRE PROGRESISTA “Uruguay se reúne con la Internacional progresista, con Estados Unidos y Gran Bretaña a la cabeza”

Los principales medios de prensa de los países del Cono Sur hacen referencia y destacan la “Cumbre de países progresistas”. Ahora nuestros amigos frenteamplistas, muchos de los que la noche del jueves se hicieron presentes en el acto de esa coalición, podrán comprender mejor que significa “progresismo”. De acuerdo a lo que se puede ver, son progresistas los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, España, Italia y varios países capitalistas más de Europa.

El presidente uruguayo Tabaré Vázquez participará en la Cumbre Anual de Líderes Progresistas a realizarse en Chile el 27 y 28 de marzo, informó la Presidencia.
A la cumbre asistirán el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; la canciller alemana Angela Merkel; el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden; el primer ministro australiano, Kevin Rudd; los mandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva; de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg.
Participará también el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, quien realizará además una visita oficial a Chile; y la mandataria anfitriona, Michelle Bachelet.

El gobierno de Vázquez “hace gestiones para sostener una reunión bilateral con el vicepresidente Biden” al margen de la Cumbre, dijeron fuentes de la Presidencia. Vásquez, se entrevistó con Bush, Condolezza, Zuaseneger y ahora con el vicepresidente yanqui Joseph Biden.
La Cumbre de Líderes Progresistas, que se celebra por primera vez en América Latina, en el balneario de Viña del Mar, 120 km al oeste de Santiago, se hará bajo el lema “Una respuesta progresista a la crisis global”.

Vázquez llega a Chile procedente de China, donde realizará una visita de contenido fundamentalmente comercial.
La Cumbre de Líderes Progresistas, que se reúne este viernes y sábado en el balneario chileno de Viña del Mar, dará al liderazgo de la presidenta Michelle Bachelet en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) una significativa oportunidad de apoyar el fin de la exclusión política de Cuba en los debates internacionales, como lo ha venido haciendo el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva.

El diario El País de Madrid entrevistó a la Presidenta de Chile Michelle Bachelet, una de las progresistas y anfitriona de esta Cumbre. En ella expresa lo siguiente:
“El mundo enfrenta hoy uno de los desafíos políticos más serios de su historia moderna. Asistimos a la combinación de la peor recesión internacional desde hace más de medio siglo, con una crisis ambiental sin precedentes debido al cambio climático y el calentamiento global, y una crisis de liderazgo político global.

“Sin embargo, no estamos ante una situación sin salida. Por el contrario, estamos también ante una oportunidad sin precedentes para cambiar el rumbo de la historia, por lo que somos numerosos los líderes internacionales que nos estamos movilizando, entre los cuales algunos nos reuniremos este fin de semana en Chile para promover una respuesta progresista a la crisis global.

“La crisis se debe a que, a pesar de que vivimos en una era de completa interdependencia entre lo nacional y lo global, la comunidad internacional no ha sabido o no ha querido construir los acuerdos necesarios para dar gobernabilidad a la globalización, creyendo que los mercados nacionales y globales podían funcionar sin regulaciones poderosas, o que el mundo podía ser gobernado unilateralmente por la voluntad del más fuerte. De esta manera, el interés privado de unos pocos terminó imponiéndose sobre el interés general de la humanidad.

“La crisis puede ser encarada, entonces, como una gran oportunidad para sentar las bases de una segunda etapa de la globalización. Una era marcada por la prosperidad de todos y no sólo de algunos; por la voluntad de concordar y respetar reglas claras, adoptadas multilateral y democráticamente; por mercados más abiertos, dinámicos y vigorosos; con Estados fuertes; una era construida sobre un paradigma económico sustentable.

“Por sobre todas las cosas, la crisis nos ofrece una oportunidad histórica para reinstalar la política y lo público en el centro del quehacer internacional. Podemos forjar un nuevo contrato social global, porque el siglo XXI o lo gobernaremos entre todos, o no lo gobernará nadie.
La próxima reunión del G 20 será decisiva en este esfuerzo, pero es necesario un esfuerzo aún más ambicioso. Una respuesta política a la crisis exige un conjunto equilibrado de políticas públicas globales que estabilicen el sistema financiero y reactiven la economía; pero que también prioricen la creación de empleo y eviten un desplome social global fortaleciendo la protección social; que aseguren una recuperación verde, y aceleren el tránsito hacia una economía menos contaminante que detenga el calentamiento global.

“De la reunión del G 20 debe resultar una rápida coordinación de las políticas fiscales indispensables para contener el colapso de la demanda mundial. Si no hay coordinación, arriesgamos un empeoramiento de los desequilibrios de cuenta corriente que contribuyeron a la crisis y una creciente demanda por un mayor proteccionismo, lo que profundizaría y prolongaría aún más la recesión. También es necesaria una profunda reforma del Fondo Monetario Internacional, recapitalizarlo y otorgarle una gobernanza más democrática, e inyectar recursos suficientes a los bancos regionales de desarrollo para que sean instrumentos efectivos para enfrentar la crisis en los países que más lo necesitan.

“El desplome económico no puede ser seguido por el desplome social. Si no actuamos hoy con una nueva mirada, la crisis profundizará aún más la desigualdad, que la globalización había agudizado en las últimas décadas. No se deben exigir las mismas políticas de ajuste que en décadas anteriores a los países emergentes y en desarrollo, especialmente ante una crisis originada por el mundo desarrollado.
Por el contrario, esta vez es necesario impulsar globalmente políticas contracíclicas que prioricen la creación de empleo y fortalezcan la protección social, y se debe incrementar la cooperación internacional para los países en desarrollo. Es urgente un nuevo ímpetu para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

“La crisis internacional no puede ser tampoco una excusa para detener o postergar la movilización internacional contra el calentamiento global. Es imperativo alcanzar un acuerdo post Kyoto en la próxima Conferencia de Copenhague de Naciones Unidas.
Pero podemos ir más allá, si modificamos los enfoques de corto plazo y forjamos un nuevo acuerdo ambiental global que siente las bases para una economía global de bajas emisiones. Si no lo hacemos, retardaremos la adopción de las medidas inevitables que deberán ser adoptados en el futuro a un coste económico, ambiental, social y político considerablemente más alto.

“La acción para enfrentar el cambio climático puede y debe ser uno de los componentes centrales de la respuesta global a la crisis. Si un porcentaje importante de los trillones de dólares que están siendo movilizados son dirigidos a inversiones en tecnologías limpias, podremos poner en marcha hoy una respuesta internacional que nos permita, simultáneamente, crear empleo decente para millones de personas, disminuir el riesgo ambiental y reducir la pobreza, así como acelerar el paso hacia sociedades más innovadoras y menos dependientes de los combustibles fósiles. En definitiva, podremos encaminar al mundo hacia una recuperación verde y ahorrarnos décadas de lucha contra el cambio climático.

“En total, asistirán cerca de 200 líderes e intelectuales, ministros de Estado y asesores gubernamentales de Italia, Alemania, Holanda, España, Australia, Canadá y Grecia, entre otros países que se reunirán por primera vez en este continente para definir una postura común sobre la crisis financiera durante los debates de la próxima cumbre del G20 en Londres. Participarán líderes de diversos partidos socialdemócratas, socialistas, socialcristianos, laboristas, liberal, progresistas y demócratas.”

El escenario del balneario chileno del Pacífico marcará también el espíritu latinoamericano ante la próxima V Cumbre de las Américas, a celebrarse del 17 al 19 de abril en Trinidad Tobago, donde la anunciada presencia de Barack Obama abriría paso a un reencuentro de EEUU con la región latinoamericana y del Caribe.

Los analistas sostienen que Chile puede todavía desempeñar un rol estelar en ese contexto histórico que ya abordó Lula en su reunión con Obama el 13 de marzo en Washington. “Creo que Obama tiene condiciones para hacer esa inflexión, hacia América Latina, especialmente si analizamos el caso de Cuba”, dijo Lula.
“No hay ninguna razón para continuar el bloqueo a Cuba. Sé que no es una cosa fácil, pero tenemos que dar pasos importantes para democratizar nuestras relaciones con EEUU y de EEUU con América Latina”, añadió el presidente brasilero. “No queremos una alianza para el progreso, como en la década de los 60, ni queremos injerencia en perspectiva de lucha armada”, dijo. Abogó por un nuevo tipo de relación muy diferente a la del pasado reciente.

Cuba se ha legitimado sobradamente en el ámbito internacional latinoamericano. El levantamiento del bloqueo se ha convertido en un imperativo ético e histórico. La retórica y argumentación justificadora de la política hostil de las administraciones anteriores de EEUU ya no tienen credibilidad en el mundo contemporáneo. En medio de la crisis, el planeta entero pide con mayor fuerza nuevas relaciones constructivas, diferentes al pasado imperial que ya cayó en el descrédito y el fracaso, militar y económico.

Sólo en lo primeros tres meses de 2009, el gobierno de Cuba recibió la visita de siete jefes de estado de América Latina. El presidente de Panamá, Martín Torrijos, inició el 3 de enero una visita oficial invitado por el presidente Raúl Castro. El mandatario de Ecuador, Rafael Correa, llegó a La Habana el 8 de enero por primera vez como jefe de estado. El 18 de enero arribó la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El 10 de febrero lo hizo la presidenta de Chile, Michele Bachelet. El 16 febrero aterrizó el presidente de Guatemala, Álvaro Colom. El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, inició una visita el 2 de marzo. El 3 de marzo llegó Leonel Fernández Reyna, presidente de República Dominicana.

En 2008 estuvo en dos ocasiones el Presidente Lula de Brasil, en tanto el presidente de México, Felipe Calderón, aceptó una invitación para una próxima visita, en el encuentro que sostuvo con Fidel Castro en diciembre de 2008 en Brasil, en ocasión de la reunión del Grupo de Río. Todos los jefes de Estado que visitaron Cuba suscribieron importantes acuerdos de comercio y cooperación.

La postura de Cuba se consolida en la región, junto con un prestigio internacional que implica un evidente reconocimiento a la resistencia del país caribeño a la histórica agresividad estadounidense. La isla participa en organizaciones regionales como el ALBA, el Grupo Río y CARICOM. Efectúa importantes aportes en medicina, educación, deportes y extracción de níquel, entre otras especialidades. Pero no está en la OEA y el antiguo bloqueo estadounidense afecta negativamente la vida de sus habitantes.

Zelaya, quien encabeza en Honduras un gobierno más bien de derecha, también visitó Cuba en octubre de 2007 con la idea de firmar un acuerdo limítrofe sobre la zona económica marina, que fue pospuesto por los hondureños, pero ratificó otros acuerdos de colaboración, exponiéndose a las críticas de la oposición en su país, tras romper un aislamiento de más de 40 años entre ambas naciones. Honduras se incorporó a la Alternativa Bolivariana de las Américas ALBA, organismo de cooperación que integran Cuba, Venezuela, Bolivia y Dominica. Asimismo, Zelaya fue un activo promotor de la incorporación de Cuba al Grupo de Río.

En el continente, definitivamente soplan vientos diferentes a los ventarrones de la guerra fría. Incluida América del Norte, sólo tres países continúan distanciados de Cuba: Costa Rica, El Salvador y EEUU. Empero, el 18 de marzo, el presidente Oscar Arias anunció que firmará un decreto para restablecer relaciones entre Costa Rica y Cuba, 48 años después de acatar la ruptura ordenada por EEUU y OEA. ”Si hemos podido pasar la página con regímenes tan totalmente opuestos al nuestro como en su tiempo la Unión Soviética y más recientemente con China, cómo no hacerlo con un país que es geográfica y culturalmente más cercano, como Cuba”, manifestó Arias..

EEUU podría quedarse completamente solo en su postura anti Cuba. El 15 de marzo ganó las elecciones en El Salvador el candidato del Frente Farabundo Martí, Mauricio Funes, un periodista progresista que pondrá término al reinado secular de la oligarquía terrateniente de extrema derecha en el único país de la región que envió tropas a Irak, hizo suyas las represivas “leyes patrióticas” de la administración Bush y también adoptó al dólar como signo monetario. Cuando asuma el cargo, el 1º de junio, evidentemente introducirá cambios a la política exterior de su país.

A casi dos décadas de la defunción de la “guerra fría”, EEUU será el único país del continente que no reconoce la existencia política de Cuba. La historia, entretanto, se revierte. El viento cambió de dirección. Hasta la OEA parece dispuesta a caducar por obsolescencia el acuerdo que marginó a la isla en 1962. No se trata de una incorporación automática, ni de una invitación al regreso, pero la Organización de Estados Americanos se propone destrabar la puerta. La decisión de volver o no, sólo compete a la soberanía de la nación caribeña.

El secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, afirmó el 5 de marzo en Montevideo que es “partidario” de revocar la resolución que expulsó a Cuba del organismo. “No soy partidario de hacer ninguna negociación, simplemente soy partidario de revocarla, la resolución que expulsó a Cuba, porque creo que es obsoleta”, dijo. Destacó que tal documento “habla, entre otras cosas, de la incompatibilidad de los gobiernos marxistas leninistas” con las políticas de la OEA. “Espero que los países que todavía no tienen relaciones con Cuba las vayan normalizando adecuadamente”, sentenció el chileno.

La política estadounidense del garrote ya no tiene asidero en la realidad. El panorama económico en Estados Unidos es cada día más oscuro, mientras fracasan los intentos de apagar la recesión con fuegos artificiales que podrían agrandar más la hoguera.

No es coherente que EEUU continúe justificando un bloqueo inspirado en motivaciones ideológicas. Menos en una época histórica en que “el comunismo chino” se ha convertido en el principal sostén del capitalismo estadounidense, gracias a su potente acumulación de bonos del Tesoro emitidos por la Reserva Federal de EEUU, sin otro respaldo que “la confianza” en que el deudor pague. Si China se desprendiera de esos bonos en el mercado financiero internacional, el pueblo de EEUU sufriría tanto como lo ha hecho el pueblo cubano en medio siglo de bloqueo

La cumbre estará dividida en dos sesiones a puertas cerradas, que abarcarían la promoción de un Estado con mejor capacidad de regulación, reorganización de prioridades y la membresía del Fondo Monetario Internacional FMI y el Banco Mundial BM.

“También dicen que, es necesaria una profunda reforma del Fondo Monetario Internacional, recapitalizarlo y otorgarle una gobernanza más democrática, e inyectar recursos suficientes a los bancos regionales de desarrollo para que sean instrumentos efectivos para enfrentar la crisis en los países que más lo necesitan”.

Otros Analistas políticos aseguran que el encuentro que se realizará en Viña del Mar no tiene mayor repercusión en las decisiones de los países y que el progresismo no es la respuesta a la crisis económica.
Por lo menos si en todos loados el progresismo es similar al del gobierno de Tabaré Vázquez seguramente tienen razón.

Como un ensayo o un intento por rescatar viejos ideales, más que una solución a la crisis, es considerado el progresismo chileno por parte del sociólogo de la Universidad de Chile, Alberto Mayol, quién calificó la Cumbre de Líderes Progresistas como una acción pasiva por reencaminarse en la economía liberal, con intervenciones del Estado en ciertas materias.

En el caso específico de Chile, el académico dijo que este es un intento de la izquierda concertacionista por vestirse con ropajes estatistas, y decir que ellos siempre han creído en el Estado mientras la derecha ha pensado lo contrario. Aunque los llamados progresistas se han mantenido distantes, al igual que los grupos económicos.

Para estos sociólogos, el problema no está en si en esta reunión hay una mayor o menor cercanía con el progresismo, sino “si van a actuar en bloque o no ante determinados eventos, por ejemplo, ante la crisis, si los acuerdos a los que lleguen van a ser de carácter vinculante y cada país va a tomar medidas correlacionadas con esta decisión o simplemente son conversaciones entre personas que supuestamente piensan más o menos parecido”.

“Hacer una Cumbre Progresista es inadecuado mientras no haya un criterio de evaluación real de cruel va a ser el resultado, aquí no hay una pretensión consolidada de articular a este grupo de países en un bloque y el punto de fondo es que las relaciones entre países que han funcionado son aquellas que son vinculantes”, agregó el chileno Mayol.

Para el cientista político del Instituto Libertad, José Miguel Izquierdo, el progresismo internacional, está mirando con buenos ojos los resultados de Chile en materia económica, ya que con un sistema que mezcla el libre mercado y el rol social del Estado ha podido ahorrar y enfrentar los difíciles momentos atraviesa la economía.

De todas formas, Izquierdo cree que el progresismo no es la solución que necesitan los países para enfrentar la crisis financiera, “porque el progresismo se está reuniendo para pronunciarse sobre muchas cosas que no ha sabido conducir. El progresismo internacional ha demostrado que no ha sabido tomar las decisiones correctas, esa es una de las razones por las que Chile se distingue, porque el progresismo no opera con la misma fuerza que en Europa. El progresismo está perdiendo su consistencia ideológica”.

El progresismo del sur no logra acuerdos ni dentro del propio MERCOSUR. Deben adelantar las elecciones ante el temor de perder su electorado, y hay gobiernos progresistas como el uruguayo que posiblemente no alcancen ni a repetir el mandato como sucedió en los casos de Argentina con el matrimonio Kirchner y Brasil con Lula.
La noche del jueves en el acto del Frente Amplio, pese al acarreo de gente de Montevideo y departamentos cercanos a la capital, se sigue sin concitar la convocatoria de las masas, y lo que pudimos ver en un país y ambiente tan limitado como el de la sociedad uruguaya fue una inmensa mayoría de funcionarios del Estado que vinieron a apoyar a sus candidatos en disputa.

En el resto del continente y el Caribe siguen apostando a que la oportunidad permita reintegrar a Cuba al concierto de naciones americanas, y que Estados Unidos ceda a la mayoría y levante el bloqueo a Cuba socialistas. Esta idea principal es lo que recogen los principales periódicos venezolanos.

PARA LOS FRENTEAMPLISTAS ESTÁ CLARO QUE URUGUAY ESTÁ UBICADO ENTONCES ENTRE LOS PAÍSES PROGRESISTAS DEL MUNDO.

LA INTERNACIONAL PROGRESISTA QUE ENCABEZAN, ESTADOS UNIDOS E INGLATERRA.

¡SE TERMINÓ EL SOCIALISMO!
¡Y SE TERMINÓ LA DERECHA Y EL IMPERIALISMO EN EL MUNDO!
¡AHORA JUNTOS SON TODOS PROGRESISTAS!

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