Por María Olivia Mönckeberg.
Ex ministros del régimen militar influyentes empresarios cercanos al Presidente Sebastián Piñera, sin mencionar los vínculos de actuales secretarios de Estado con distintas instituciones, aparecen en el listado que la Premio Nacional de Periodismo 2009 dio a conocer en una presentación realizada en la Universidad de Chile y a la que asistieron estudiantes e integrantes de la comisión investigadora del tema en la Cámara de Diputados.
Mostrar cómo opera el millonario negocio de las universidades privadas, pero esta vez con los nombres y apellidos de quienes se benefician del lucro en la educación superior. Ese fue el objetivo de una presentación que elaboró la Premio Nacional de Periodismo 2009 y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, María Olivia Mönckeberg y que dio a conocer frente a un auditorio lleno de estudiantes en la Universidad de Chile.
Con ella, estaba el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Gabriel Boric, mientras que en el público observaban los diputados Rodrigo González (PPD) y Alejandra Sepúlveda (PRI), ambos integrantes de la comisión investigadora de la Cámara que indagó sobre el tema y de la cual surgió un informe que apuntó a varias instituciones que estarían vulnerando la ley, el cual fue desestimado por el ministro de Educación, Harald Beyer.
Durante la actividad realizada la noche del lunes en dependencias de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile (FEN), que fue organizada por el Centro de Estudios de la FECh (Cefech) y la Comisión de Estudios de Proyectos de Ley (CEPLE), María Olivia Mönckeberg, autora de los libros La privatización de las universidades (2005) y El negocio de las Universidades en Chile (2007), apoyada con un PowerPoint, efectuó una presentación que tituló “Quienes están detrás del lucro”. En ella dio a conocer una larga lista de significativos nombres presentes en la propiedad y dirección de algunas de las principales universidades privadas.
La lista comenzó con Herman Chadwick, hermano del ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick y primo del Presidente Sebastián Piñera. Lo anterior, porque el actual presidente del Consejo Nacional de Televisión, preside la junta directiva de la Universidad de Las Américas (UDLA), una de las más cuestionadas en estos días a propósito del debate sobre el lucro.
El vicepresidente del Consejo y rector de la UDLA es José Pedro Undurraga, del grupo Inacap-Universidad Tecnológica. Otros integrantes de la junta directiva de Las Américas son el ex ministro de la Segpres Genaro Arriagada, el periodista Manfredo Mayol, los ingenieros comerciales Fernán Gazmuri Plaza y Jorge Selume; este último —recordó María Olivia Mönckeberg— fue decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Chile, cuando estaba intervenida en la dictadura y ex director de Presupuestos de Pinochet.
La presentación destaca a Jorge Selume, quien fue por largos años socio de Alvaro Saieh —el dueño de Corpbanca y Copesa—, como un hombre clave del grupo Laureate. Este conglomerado actualmente en manos del Fondo de Inversiones estadounidense KKR, además de Las Américas, es dueño de la Universidad Andrés Bello, del Instituto Profesional AIEP y de la Universidad de Viña del Mar. Silvan, ligado al mismo holding, adquirió también la Escuela Moderna de Música.
Asimismo, la periodista afirmó en la presentación que Selume se desempeña como presidente de la junta directiva del Instituto AIEP y como vicepresidente de la Universidad Andrés Bello.
La actividad de grupos empresariales en el “mercado de las universidades” ha continuado en los últimos años, comentó la periodista. “En Valparaíso, la Universidad de Aconcagua fue adquirida en 2007 por el grupo empresarial de Gonzalo Vial Vial —productor de pollos y dueño principal de Agrosuper, el mismo de la planta de cerdos de Freirina—, que fusionó esa universidad con la de Rancagua”.
La prorrectora de la UDLA, anotó, es Paulina Dittborn, ex vicepresidenta del Consejo Superior de Educación, también del grupo Inacap que controla la Universidad Tecnológica.“Ella pasó del Consejo Superior de Educación y de Inacap a ser prorrectora de la U. de Las Américas. Está casada con el ex ministro de Educación de Pinochet, Juan Antonio Guzmán Molinari, dirigente de la Sofofa”, explicó María Olivia Mönckeberg en la presentación. Y agregó otro dato: “Guzmán Molinari preside actualmente la junta directiva de la Universidad Andrés Bello”.
De igual forma, indicó la expositora que en la junta directiva de la Andrés Bello están, entre otros, el ex vicepresidente de Conicyt en dictadura, Manuel Krauskopt; el economista Oscar Guillermo Garretón y el abogado Julio Bustamante, ex superintendente de AFP.
María Olivia Mönckeberg recordó que en 2009 el grupo Laureate adquirió la Universidad de Viña del Mar, por la que pagó más de 14 millones de dólares a la sociedad Norte-Sur, encabezada por Vicente Caruz, quien trató después de comprar la Universidad Central. Pero esa negociación fue detenida por la movilización de estudiantes y académicos durante 2011.
Santo Tomás y el vínculo de Carlos Larraín
Continuó la periodista con la mención a Juan Hurtado Vicuña, líder de uno de los principales grupos económicos actuales, quien “compró” en 2009, junto al fondo de inversiones Linzor, la mayoría de las acciones de la Corporación SantoTomás: la entidad creada por Gerardo Rocha que incluye la UST, instituto profesional, centro de formación técnica y colegios.
Hurtado es el presidente de Entel —explicó—, accionista de Pucobre y del Consorcio Nacional de Seguros, uno de los grandes beneficiados con las privatizaciones de ex empresas públicas, y dueño de inmobiliarias, actualmente involucrado en la reconstrucción de Talca. “Es también cuñado del senador y presidente de RN Carlos Larraín, quien reconoció en una entrevista que tenía intereses en una universidad”, agregó.
En tanto, señaló, el inversionista Tim Purcell fundador de Linzor Capital y José Said, dueño de la Isapre Cruz Blanca, controlador de Embotelladora Andina y de Parque Arauco, son socios de Linzor Capital y ahora de la Corporación SantoTomás. “El presidente de Santo Tomás es Juan Hurtado y en el cargo de director ejecutivo nombró a su brazo derecho, Marcos Büchi Buc, hermano del ex ministro de Hacienda de Pinochet Hernán Büchi”.
UDD, ministros ex socios y redes con la UDI
Justamente Hernán Büchi, quien fuera candidato a la Presidencia en 1989 contra Patricio Aylwin, es el presidente de la junta directiva de la Universidad del Desarrollo y hoy es uno de los socios de la UDD.
Joaquín Lavín, actual ministro de Desarrollo Social, fue fundador y socio hasta el momento de asumir el ministerio de Educación en marzo de 2010. Los otros socios y directivos —recordó María Olivia Mönckeberg— eran el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Cristián Larroulet, y Federico Valdés Lafontaine, presidente de Azul-Azul y actual rector, quien se mantiene como socio de la Corporación y de la Inmobiliaria Ainavillo.
También comparte la propiedad de la UDD el grupo Penta, el cual tiene bancos, empresas aseguradoras e inmobiliarias, dijo la periodista, quien indicó que sus máximas figuras, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, son parte del directorio. Todos miembros o cercanos a la UDI.
Universidades, Sonda y la planta de Freirina
Los antecedentes entregados señalan, además, que parte de los antiguos dueños de la Universidad Andrés Bello y sus inmobiliarias, entre quienes están el fundador de la UDI Luis Cordero Barrera y el empresario Andrés Navarro, dueño principal de Sonda, tomaron el control de la Universidad San Sebastián, junto a Alejandro Pérez y Luis Ernesto Videla, quien murió junto a otros miembros del directorio en un accidente aéreo en marzo de 2010.
Cordero, Navarro y Pérez controlan, asimismo, AB Inmobiliaria, sucesora de Inmobiliaria Andrés Bello. En la San Sebastián hay también importante presencia UDI.
La actividad de grupos empresariales en el “mercado de las universidades” ha continuado en los últimos años, comentó la periodista. “En Valparaíso, la Universidad de Aconcagua fue adquirida en 2007 por el grupo empresarial de Gonzalo Vial Vial —productor de pollos y dueño principal de Agrosuper, el mismo de la planta de cerdos de Freirina—, que fusionó esa universidad con la de Rancagua”.
Por otro lado, los dueños del preuniversitario CEPECH, adquirieron en 2009 el 60 por ciento de la Universidad de Ciencias de la Informática, Uncinf. Este grupo nació del preuniversitario de la Fecech en los ‘80, uno de los tres mayores del país, enfatizó. Entre sus fundadores está el secretario general de la Empresa El Mercurio y editor del diario de Agustín Edwards, Carlos Schaerer.
La familia del ministro Ribera y la U. Autónoma
Como ha informado El Mostrador, el ministro de Justicia Teodoro Ribera Neumann está estrechamente ligado a las universidades privadas.
María Olivia Mönckeberg recordó que en su libro El negocio de las universidades en Chile (Debate, 2007) incluyó un capítulo titulado “La autónoma universidad de los Ribera” en el que da cuenta de esta relación y de la historia de la Universidad Autónoma que nació como una aparente corporación regional y hoy pertenece a la familia del ministro. “Su padre Teodoro Ribera Beneit preside la junta directiva, su hermano Jaime Ribera Neumann es el secretario general y el actual ministro era rector y principal motor hasta entrar al gabinete en julio de 2011”, anotó sobre esta universidad que ha tenido elevadas ganancias según cifras oficiales.
Finalmente María Olivia Mönckeberg se refirió a la Universidad Mayor, en cuyo directorio históricamente ha estado un grupo de ex ministros de Augusto Pinochet, encabezados por Ricardo García Rodríguez, su histórico presidente. Los ex ministros Jorge Prado Aránguiz y Sergio Melnick también son parte de su junta directiva”.
Y comentó que su rector, Rubén Covarrubias, encabeza los movimientos en pro del apoyo estatal a las privadas, junto a otro de los directivos y socios René Salamé, actual vicerrector académico y el último ministro de Educación de Pinochet, entre 1989 y marzo de 1990.
7/11/2012
Red de empresarios, políticos y hombres públicos detrás del lucro en la educación.
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7/10/2012
La encrucijada peruana. Raul Zibechi.
Diversos intelectuales y políticos latinoamericanos y peruanos han criticado duramente al presidente Ollanta Humala, por considerar que ha traicionado el mandado para el que fue elegido. Razones no les faltan, ya que el presidente está gobernando para la derecha, aunque fue ungido por la izquierda, y reprime a los sectores populares, cuando fueron ellos los que se movilizaron para evitar el triunfo de Keiko Fujimori.
El ex guerrillero y actual sociólogo Héctor Béjar sostiene que se trata de un golpe de Estado caracterizado por la ocupación militar de ciudades, y estados de emergencia, lo que supone "la inserción de la lógica guerrera en el gobierno y el estilo castrense en la conducción pública" (Alai, 6 de junio de 2012).
El economista Oscar Ugarteche se queja del engaño electoral de quien en su momento participó en el Foro de Sao Paulo, y asegura que el gobierno actual es "un régimen mafioso y matonesco no muy distinto al de Fujimori" (Alai, 4 de junio de 2012). Aventura que está en marcha una alianza con las huestes del ex dictador para sostenerse los cuatro años que le restan de mandato, ya que la represión le hizo perder su mayoría parlamentaria (Alai, 8 de junio de 2012).
El diputado Javier Diez Canseco traza su balance de diez meses de gobierno de Humala: 12 muertos en conflictos sociales, varias zonas en estado de emergencia con recorte de derechos democráticos, gobiernos municipales y regionales hostigados e intervenidos ilegalmente por el Ejecutivo y la renuncia de cerca de 10 por ciento de la bancada oficialista en el Congreso (La República, 11 de junio de 2012).
Estamos ante el segundo giro a la derecha del gobierno, ambos por las mismas razones: la contundente protesta social contra la minería y los megaemprendimientos. En noviembre y diciembre de 2011 la resistencia de la población de Cajamarca al proyecto minero de extracción de oro Conga se zanjó con la declaración del estado de emergencia y la militarización de varias zonas, a lo que siguió un recambio del gabinete, con la salida de buena parte de los ministros más progresistas.
Ahora las cosas se han agravado. En mayo la protesta antiminera de Cajamarca se extendió a los demás departamentos del norte, Piura, Lambayeque y La Libertad, con un paro masivo y numerosas movilizaciones. En el sur, la represión en la provincia de Espinar, en el departamento de Cusco, a los comuneros que protestaban contra la mina Tintaya de la empresa australiana XStrata, se saldó con dos muertos, el alcalde encarcelado y decenas de perseguidos, entre ellos el personal de la Vicaría de Solidaridad de Sicuani.
La lucha de los pueblos andinos y amazónicos alcanzó niveles notables. En Bambamarca, ciudad del departamento de Cajamarca, la población impidió que los soldados pudieran hacer la ceremonia de saludo a la bandera y en Celendín, epicentro del conflicto por Conga, los soldados fueron expulsados de la plaza por la población (Lucha Indígena, junio de 2012). Las rondas campesinas detuvieron a soldados por intentar prostituir a menores.
La participación de las rondas campesinas en el conflicto por el agua y contra la minería anticipa el fracaso del gobierno pese al envío de militares. Instrumento de las comunidades campesinas, las rondas jugaron un papel determinante en la derrota militar de Sendero Luminoso en la década de 1990. Tienen enorme prestigio, aceitada organización, fuerte respaldo entre los de abajo que las integran y dirigen y no se dejan impresionar por enemigos armados.
Es cierto, como se ha señalado, que Humala realizó un fuerte giro a la derecha, aunque sigue siendo "progresista" en comparación con el fascismo de Keiko. Lo esencial está en otro lugar. El triunfo de Humala creó una nueva situación política en Perú que fue interpretada por los sectores populares como el momento para dar un salto adelante en la larga resistencia contra la minería.
El olfato político de Hugo Blanco, que observa y siente la política desde abajo, sintetizó la nueva coyuntura en el reciente Foro Nacional de Educación para el Cambio Social realizado en Rosario, Argentina: "Si hubiera ganado Keiko la gente estaría muy desmoralizada, pero al ganar Humala sintieron que ganaron ellos. Por eso ahora se sienten traicionados y con derecho a protestar. La Marcha del Agua nunca podría haberse hecho si no hubiera ganado Humala".
En efecto, la Marcha del Agua realizada en febrero entre Cajamarca y Lima fue la mayor acción colectiva en la capital realizada desde la última fase de la resistencia al régimen de Fujimori hace más de una década.
El presidente de la Central de Rondas Campesinas de Ayavaca, provincia de Piura, donde se asienta la resistencia a la minera china Zijin, señaló en la marcha del 31 de mayo: "La causa principal por la que estamos aquí es por la traición que el gobierno nos hizo. Optamos por darle la oportunidad a Ollanta Humala porque ofrecía defendernos, pero lamentablemente nos damos cuenta de que nos ha traicionado" (Lucha Indígena, junio de 2012).
En estos momentos están en juego en Perú dos cuestiones. En el plano de la relaciones interestatales, la disputa por Perú es clave tanto para Estados Unidos como para Brasil. Perú participa en la Alianza del Pacífico con Chile, Colombia y México, que es la principal cuña de Washington en la Unasur y la Celac. Para Brasil la alianza política y militar con Perú es decisiva para consolidar su salida al Pacífico, ruta de su cuantioso comercio con China.
Para los sectores populares, la coyuntura abierta con la elección de Humala está significando la mayor reconstrucción de su capacidad de organización y movilización luego de la década terrible de Fujimori (1990) y los gobiernos neoliberales de la década de 2000, de Alejandro Toledo y Alan García. El movimiento popular peruano, tanto en su vertiente urbana como campesino-indígena, fue en los años 80 el más potente de la región. Fue diezmado a bala, por derecha y por "izquierda". Ahora retomó el camino y está volviendo a hablar en voz alta. Es un momento crítico.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/06/15/index.php?section=opinion&article=025a1pol
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Cuando el pueblo entró a la Moneda. Gustavo Ruz Zañartu.
HACE 80 AÑOS, EL 4 DE JUNIO DE 1932.
¿Cómo fue posible que una coalición de militares revolucionarios, sindicalistas e intelectuales instalara - con amplio apoyo popular-, la bandera del socialismo en el Palacio de la Moneda?
Las elites oligárquicas culpan al General Carlos Ibáñez del Campo quien, en lugar de enfrentar las protestas populares acentuando la represión, prefirió abdicar y autoexiliarse, en julio de 1931, dejando entonces un vacío de autoridad (no vacío de poder), terreno propicio para la insurrección de la marina en 1931 y el ascenso de la REPUBLICA SOCIALISTA, entre el 4 y el 16 de junio de 1932.
En casi toda Latinoamérica las clases dominantes enfrentaron los estallidos sociales -gatillados por la gran crisis capitalista de 1929- mediante golpes de Estado y gigantescas masacres, como la que desató el tirano Salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, en 1932, que llevó al patíbulo a Farabundo Martí.
Es la época en que EEUU – que había desplazado a Inglaterra como potencia hegemónica del capitalismo mundial – aplica a fondo la Doctrina Monroe, enviando sus marines a Nicaragua y Haití, país este último que ocupó por 20 años.
En el marco de la primera guerra mundial y la invención del salitre sintético por Alemania, las exportaciones chilenas habían experimentado una severa contracción generando gran cesantía en los yacimientos del norte. La denominada “cuestión social” acorrala y debilita a una plutocracia que por 30 años había impuesto “la paz de los cementerios”, siendo derrotada en las elecciones de 1920 por el reformista Arturo Alessandri Palma.
En este escenario irrumpe la llamada generación de 1920 que, apoyándose en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, presidida en 1922 por Eugenio González Rojas, supo compartir un destino nacional con las clases populares. Se sentían interpelados por la espantosa pobreza urbana, la servidumbre semifeudal del campesinado, la discriminación y exclusión del pueblo mapuche; pero además recibían el influjo del ideario emancipatorio que emanaba de la Revolución Mexicana de 1910, la Revolución Rusa de 1917 y el Grito Universitario de Córdoba en 1918.
Desde las ciencias sociales, la literatura y las artes, la intelectualidad confluye con las principales organizaciones obreras, anarquistas y marxistas en la AOAN, Asamblea Obrera de Alimentación Nacional, que pronto se transforma en el principal referente catalizador de la protesta social que se había generalizado en todo el país.
La plutocracia en el poder no cedía un milímetro. Acostumbrada al dinero fácil y a una vida opulenta sostenida con las migajas del salitre que se llevaba el imperialismo inglés, confiaba ciegamente en su poder represivo. De ello dan cuenta una docena de masacres que tuvieron lugar en Valparaíso en 1903, Tocopilla en 1904, Santiago, en 1905, Antofagasta en 1906, la Escuela Santa María de Iquique en 1907, Magallanes en 1919, San Gregorio en 1921, La Coruña y Pontevedra en 1925.
Hasta que, en septiembre de 1924, la caja fiscal no pudo siquiera cumplir con el salario de oficiales y tropas de las Fuerzas Armadas. En ese contexto se forma clandestinamente un Comité Militar Revolucionario, encabezado por los Coroneles Carlos Ibáñez del Campo y Marmaduque Grove Vallejos, quienes, con la complicidad del Presidente Arturo Alessandri, organizan una manifestación de oficiales que interrumpen una sesión del parlamento haciendo sonar con gran estrépito sus sables de reglamento. A consecuencias del llamado “Ruido de Sables”, los” honorables” parlamentarios despertaron de su sueño y en las 3 sesiones siguientes aprobaron varios proyectos de ley que estaban paralizados durante años, como los de jornada de 8 horas, de contrato colectivo, de accidentes del trabajo, de trabajo infantil y de legalización de sindicatos, entre otros.
La otra consecuencia fue el derrocamiento del gobierno por una Junta Militar. El Presidente Alessandri partió al destierro, pero a los pocos meses –en enero de 1925- el Comité Militar Revolucionario de Ibáñez y Grove sacó a los generales reaccionarios desde La Moneda y trajo de regreso al Presidente Alessandri, a condición de que convocara a Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución Política del Estado.
Un debilitado Arturo Alessandri Palma, toleró el funcionamiento de la que se llamó ASAMBLEA CONSTITUYENTE CHICA, pero desoyó sus propuestas y negoció con las clases dominantes, los militares y el clero, una nueva Constitución Política que, con diversas reformas, se mantuvo vigente hasta septiembre de 1973.
En este período en que la oligarquía resiente su poder económico y político, emerge el liderazgo del General Carlos Ibáñez del Campo, quien, se hizo elegir Presidente de la República en 1927. Desde entonces declara el Estado de Sitio e impone un régimen dictatorial que reprimió brutalmente las luchas populares. Nombra “a dedo” el Congreso Termal (con acuerdo de los partidos políticos tradicionales que prefirieron repartirse los sillones parlamentarios sin mediar elecciones libres) y llama a retiro a Marmaduque Grove, a quien veía como un peligro para su liderazgo.- Golpeado por la crisis de 1929, repudiado por la oligarquía y por el pueblo y asediado por el alessandrismo, Ibáñez abandona la Moneda y el país en julio de 1931.
Le sucedió en la Presidencia don Juan Esteban Montero, literalmente un cero a la izquierda, sin capacidad política para recomponer la hegemonía oligárquica ni para frenar el estallido social desatado por la crisis capitalista mundial. El Presidente Montero sabía que estaba rodeado de conspiradores que pretendían derrocarlo, unos del bando alessandrista y otros del bando ibañizta. Mal aconsejado, equivocó el blanco y llamó a retiro al Comodoro del Aire (Jefe de la Rama Aérea del Ejército) Marmaduque Grove, cuyo indiscutido liderazgo despertaba los celos de su excelencia.
Grove aceptó su destitución y se fue a casa. Pero esa misma noche le visitó su hermano masón y Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Eugenio Matte Hurtado, joven y brillante intelectual, líder de la NUEVA ACCION PUBLICA, quien le advierte que si él acepta esta injusta destitución quedará el camino despejado para un golpe militar de derecha y que lo único justo, democrático y patriótico es se ponga al frente de una coalición de fuerzas sociales, políticas y militares dispuestas a terminar con el capitalismo en Chile, iniciando el proceso de instalación de una REPUBLICA SOCIALISTA.
Al día siguiente, desde la base El Bosque, despegaron avionetas que lanzaron miles de volantes en el centro de Santiago anunciando la buena nueva de la República Socialista y convocando al pueblo hacia la Plaza de La Constitución, concluyendo terminantemente. “La revolución se hará AUNQUE LLUEVA”.
El nuevo gobierno asumió el 4 de junio de 1932, sin disparar un tiro. y quedó integrado por el general en retiro Arturo Puga, el periodista Carlos Dávila, hombre de confianza de EEUU, y el abogado Eugenio Matte Hurtado, verdadero intelectual orgánico del proyecto socialista, pero el rostro visible y líder del proceso revolucionario fue Marmaduque Grove Vallejos, nominado Ministro de Defensa.
Recién instalada, la autodenominada REPUBLICA SOCIALISTA abrió las puertas del Palacio de la Moneda para que el pueblo, por primera vez en la historia, pudiera circular libremente por su interior. El apoyo ciudadano fue transversal, salvo la fracción del Partido Comunista encabezada por Elías Laferte que se tomó la casa Central de la Universidad de Chile e instaló allí un “soviet de obreros, campesinos, indígenas, estudiantes y soldados”, denunciando a Grove como “socialfascista”. El otro sector del PC encabezado por Manuel Hidalgo, apoyó el proyecto revolucionario.
No era para menos. La hecatombe del capitalismo estaba a la vista. Lo más sensato era intentar el camino socialista que proponían líderes honestos, capaces, inteligentes y con amplio apoyo entre los trabajadores. Las adhesiones no se hicieron esperar. El padre Fernando Vives y Clotario Blest, los obispos de Santiago y Valparaíso, las agrupaciones obreras y hasta el mismísimo Agustín Edwards que editorializó a favor de la República Socialista deseándole suerte y, a renglón seguido, convocó a una asamblea de trabajadores de EL MERCURIO ofreciéndoles, por propia iniciativa, que eligieran a 2 representantes para que integraran el Directorio de la empresa.
La República Socialista dictó amnistía para los marinos condenados por la insurrección de la marina del año 1931, disolvió el Congreso Termal (el parlamento elegido “a dedo” por la Dictadura de Ibáñez), creó un Banco del Estado con tuición sobre los capitales extranjeros; estableció el control de divisas y limitó el retiro de fondos para prevenir una corrida bancaria; anunció una Reforma Agraria y una Reforma Tributaria que grabara con mayores impuestos a las grandes fortunas; decretó la autonomía universitaria que estuvo vigente hasta la dictadura de Pinochet, anunció la nacionalización de las empresas del cobre y ordenó la devolución de todas las prendas que el pueblo había hipotecado en LA CAJA DE CREDITO PRENDARIO, más conocida como “la tía rica”, lo que favoreció inmediatamente a decenas de miles de familias.
Los dirigentes de la revolución confiaban en el apoyo de masas que, efectivamente alcanzaron, no sólo por las decisiones largamente esperadas por las fuerzas populares, sino porque en su discurso se planteaba la unidad patriótica en pos de la democratización del país. Desde el primer momento se dieron a la tarea de consolidar su base social, convocando a la formación de la Alianza Revolucionaria de Trabajadores que reconciliara a las distintas vertientes del movimiento obrero. Se abrió un diálogo directo con los representantes mapuche y se convocó a sucesivas manifestaciones masivas que dieron cuenta del estallido de entusiasmo y esperanza que desató el gran cambio social que se ponía en marcha.
Al octavo día el departamento de Estado norteamericano anuncia que ha ordenado el zarpe de su flota de guerra con asiento en el Canal de Panamá, “para la protección de la vida e intereses de los ciudadanos estadounidenses que residen en Chile”, señal más que suficiente para que las fuerzas conservadoras internas – poseedoras aún del poder económico – iniciaran la conspiración para derrocar al gobierno revolucionario.
Socialismo y grovismo anclado en el corazón del pueblo.
Dos días después de solicitar que se le designara Embajador en Argentina, Carlos Dávila, que había renunciado a la Junta de Gobierno, encabezó el golpe militar incruento que puso fin a la REPUBLICA SOCIALISTA. El nuevo Jefe del Ejército, General Agustín Moreno, dice que el nuevo régimen” no va contra la ideología socialista que sustenta la gran mayoría de los chilenos”… Y tenía razón… había que estar loco para pretender que el capitalismo en crisis tuviera alguna chance de sacar al país del pantano.
En septiembre, Dávila renuncia y asume el General Bartolomé Blance quien, luego de unas semanas, entrega el mando al Presidente de la Corte Suprema Abraham Oyanedel, quien convoca a urgentes elecciones presidenciales y parlamentarias, el 30 de octubre de 1932, en las que fue electo Arturo Alessandri PALMA. Téngase presente que todos ellos (Dávila – Oyanedel- Blanche y Alessandri) reivindicaron el rumbo socialista adoptado por la República de Grove. La clase dominante no se atrevió a impedir que desde su prisión en Isla de Pascua, Marmaduque Grove fuera postulado candidato presidencial. Por una resolución judicial, Grove fue puesto en libertad pero no alcanzó a realizar un solo acto de proclamación, ni un solo discurso, ni un volante, porque la embarcación que lo trajo desde Isla de Pascua llegó a Valparaíso el mismo día de las elecciones. Allí lo aclamó el pueblo, encabezado por un joven médico socialista: el Dr. Salvador Allende. Con todo, Grove obtuvo una altísima votación, en tanto que Eugenio Matte fue elegido senador por Santiago. Antes de un año, se forma el PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE que, capitalizando la popularidad de la República Socialista, en las siguientes elecciones de 1937 elige 19 parlamentarios.
La oligarquía queda maltrecha. Tuvo que ponerse al alero de su viejo enemigo, Arturo Alessandri, cuyo gobierno, en sintonía con las políticas keynesianas adoptadas por el Pdte. Roosevelt en EEUU, interviene el mercado de divisas en Chile. La derecha tradicional –en un acto de abierta desconfianza hacia los militares- creó sus propias Milicias Republicanas, las cuales fueron enfrentadas en las calles por las MILICIAS SOCIALISTAS en un contexto de fuerte ascenso del fascismo yel nazismo en Europa.
Después de esos 12 días, irrumpe en la escena política un sujeto social que tiene identidad y proyecto histórico: EL MOVIMIENTO POPULAR CHILENO, que cimentó las victorias del Frente Popular, con Pedro Aguirre Cerda, en 1938, y de la Unidad Popular en 1970, con Salvador Allende.
La República Socialista fue “la fiesta de las masas” y una Escuela de Capacitación para cientos de miles de trabajadores. Con ella, se abre un ciclo de democratización y protagonismo popular que sólo se cierra el 11 de septiembre de 1973, cuando el gobierno de Estados Unidos y un puñado de generales, empresarios y parlamentarios a su servicio instalan una dictadura que hace retroceder la Historia de Chile a 1920, restableciendo el predominio de la plutocracia y desmantelando el proceso democratizador y modernizador que desató el movimiento popular encabezado por Marmaduque Grove y Eugenio Matte Hurtado.
Para los diletantes de siempre resulta fácil criticar hoy lo que hicieron y lo que no hicieron los revolucionarios de 1932, quienes reaccionaron ante una coyuntura caracterizada por la debilidad estructural de las clases dominantes. Actuaron al impulso de su racionalidad, sin un partido dirigente,sin una coalición formal de fuerzas sociales, sin gran experiencia política, pero conscientes que, SI NO LO HACÍAN, la oligarquía no dudaría un instante en desatar nuevas matanzas y poner de rodillas a Chile ante el imperio del norte. Después de Grove, Eugenio Matte y Eugenio González, las ideas socialistas salieron de las catacumbas, de las cárceles y de las márgenes del sistema para instalarse directamente en el corazón del pueblo trabajador.
Sólo fueron 12 días, pero rescataron el ideario de soberanía y dignidad que emana de 300 años de resistencia mapuche, pasando por la gesta de 1810, el grito libertario de la Sociedad de la Igualdad en 1852, la revolución constituyente de los Matta y los Gallo, en 1858 y la antorcha emancipadora encendida por Recabarren desde fines del siglo 19.
Desde lo más alto de la historia, la generación de 1920 y los valientes de 1932 y 1970 nos interpelan para que los luchadores del siglo 21 seamos capaces de hacerlo mejor.
(*) Resumen de la Conferencia dictada en el Auditorium de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, el 5 de junio de 2012.-
http://www.elciudadano.cl/2012/06/14/53901/hace-80-anos-el-4-de-junio-de-1932-cuando-el-pueblo-entro-a-la-moneda/
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“El socialismo y el hombre en Cuba” es una provocación del Che, afirma experta
Entrevista con la Dra. María del Carmen Arriet
“Todo lo que creaste fue perfecto, pero hiciste una creación única, te hiciste a ti mismo, demostraste como es posible ese hombre nuevo, todos veíamos así que ese hombre nuevo es realidad, porque existe, eres tú…”. Haydee Santamaría.
“Para mí «El socialismo y el hombre en Cuba» es una provocación del Che”, dice la Dra. María del Carmen Arriet en un video filmado hace unos pocos años. Ella explica que el Che quería dejar una síntesis de su pensamiento en un proceso revolucionario, como lo era el que se vivía en Cuba. Precisamente en ese texto, el guerrillero habla del hombre nuevo. Hoy, 14 de junio, me aventuro a buscar otra vez la reflexión oportuna de la Dra. Arriet sobre aquellas ideas guevarianas que después de 47 años no pierden vigencia. La profe María del Carmen acepta mi entrevista y con sus respuestas satisface mis expectativas de joven periodista.
En “El socialismo y el hombre en Cuba”, Che Guevara define premisas esenciales para comprender el papel de hombres y mujeres en los procesos revolucionarios, y la necesidad de formar, o crear un hombre nuevo. ¿Desde qué perspectiva filosófica analizaba Che Guevara la creación de este hombre nuevo?
Antes de responder esa pregunta es necesario exponer algunos elementos de la vida y el pensar del Che como auténticos antecedentes del significado que expone en “El socialismo y el hombre en Cuba”. Desde mi punto de vista resultan muy importantes, porque en los mismos encontramos no solo la base teórica de sus proyecciones futuras sino el camino de una praxis revolucionaria que logró construir a partir de una etapa formativa imprescindible.
Digo imprescindible porque en su caso coexiste una interrelación entre teoría y práctica muy a su modo, si se quiere muy a lo Che Guevara, y llama la atención porque esa relación, aun cuando no estuviera muy consciente de ello, será una constante en su vida.
Para una mirada desde lo teórico, habría que definirlo desde su adolescencia, donde por vocación se impuso un estudio riguroso de la filosofía, con un método y una disciplina que le valió un conocimiento vasto y heterodoxo de la misma. Ese esfuerzo concluye con un Cuaderno filosófico, empezado a elaborar a los 17 años, y que no culmina hasta su asesinato en Bolivia.
Sin entrar en detalles acerca del contenido de esos estudios, me interesa destacar el vínculo desde épocas tempranas con la filosofía y por consiguiente con la filosofía marxista, cuando ya pudo comprender diferencias y actitudes de unas corrientes y otras. Esa asunción, cuyas gradaciones las podemos vislumbrar en sus primeros apuntes cobra una particularidad propia cuando decide la búsqueda de un camino en el que combina cuestionamientos y conocimientos con una práctica indagatoria, volcada en la realidad misma. Por eso, la decisión de viajar representa un giro gradual en sus aspiraciones, y en ella encontramos algunas respuestas iniciales a sus acciones posteriores.
¿Cuánto cambió su pensamiento político y filosófico durante estos viajes por América?
Es el periodo en que lo sentimos interrogándose a sí mismo sobre sus posiciones e influencias filosóficas pero con un matiz diferente, el de la práctica como respuesta valedera a esas interrogantes. Encontró en la América Nuestra -la que desconocía en sus esencias autóctonas–, una verdad reveladora y la asunción de un camino que lo condujera al hallazgo de lo que, para aquel entonces, considero su camino.
Beber de la cultura de los pueblos indígenas, conocer su estado deplorable y de indefensión, en contraste con todo lo que habían alcanzado antes de la brutal conquista, elevó sus inquietudes filosóficas a un plano terrenal y aquí comienza a entender su importancia como instrumento adecuado para contribuir a la solución de los problemas que a su paso encontrara. Definió su posición filosófica dentro del marxismo y buscó respuestas para encauzar sus pasos a acciones mayores como una necesidad irrenunciable en su futuro.
Esa búsqueda lo llevó por el camino de la revolución, convirtiéndose Guatemala en un punto de inflexión en su radicalización filosófica y política. En lo filosófico, porque su determinación de actuar desde la filosofía marxista avalaría una praxis política acorde con esos principios. Es una sumatoria la que anuncia decisiones posteriores, al conjugar principios humanistas asumidos del marxismo con otras corrientes de pensamiento y el compromiso expreso de luchar por su reivindicación y su liberación plenas.
Aún no había expuesto conceptualmente sus posiciones de un modo diáfano como lo hizo desde la Revolución cubana, pero queda claro que el hombre para Ernesto Che Guevara es un elemento vital de compromiso y acción desde esas primeras etapas. Pudo percibir el valor de las acciones individuales emanadas de una práctica política consecuente y abrió sus percepciones al entender el papel crucial de los mismos como sujetos actuantes en las acciones colectivas y el peso esencial en las transformaciones sociales que logren proponerse: eso, en su caso particular, lo encontró por medio de la revolución.
Es conocido que la revolución guatemalteca fue para el Che “un auténtico movimiento de masas”, sin embargo no sería hasta integrarse al proceso en Cuba que completa sus percepciones acerca del papel de hombres y mujeres en revolución. ¿Qué me pudiera comentar al respecto?
En Guatemala, como es conocido, no pudo alcanzar sus sueños, tuvo que transitar por el camino de un nuevo proceso que le permitiera entender y actuar, para darse cuenta del valor real de sus primeras percepciones sobre el hombre en revolución. Es por tanto, en la Revolución cubana que puede sentirse realizado en sus aspiraciones y de poder contribuir a elevar peldaños superiores en la transformación plena del hombre y, acercarse a su verdadero humanismo.
La aspiración de construir un hombre apto para emprender un proceso profundo de cambio fue, desde ese momento, uno de sus objetivos esenciales, desde la formación del combatiente en la lucha armada hasta su crucial papel en la construcción de una nueva sociedad. La conjunción de una ética consecuente, como un elemento esencial en el pensamiento teórico del Che, nos permite entender como desde los primeros tiempos del proceso revolucionario cubano abogó por el surgimiento de un nuevo tipo de hombre, todavía no lo llamaba el hombre nuevo, por considerar que se estaba en un presente que pugnaba por cambiar el pasado y era necesario avanzar en ese sentido: un hombre de nuevo tipo que necesitaba cambiarse a sí mismo y también, con su esfuerzo y tesón, luchar por cambiar el medio. Es así que surge el principio de entender los cambios en ambas direcciones, cuyo centro era la revolución como la esencia vital de esos cambios, que se proponía por definición construir el socialismo.
Visto de ese modo pareciera un tanto simple, pero uno de los cambios más difíciles era el que tenía que operarse desde el interior del hombre mismo. Al principio le llamó motor interno, para que la masa de hombres sin cultura comprendiera en profundidad lo que se esperaba de ellos, entendiera lo que se les estaba pidiendo. Ese motor interno, que no es más que la conciencia, sería un eje imprescindible en la comprensión del papel que le correspondería desempeñar al nuevo hombre que va surgiendo.
¿Es entonces que el Che empieza a hablar de las características y motivaciones que deben guiar a este hombre nuevo?
Avanzar significaba borrar un pasado y comenzar a ensayar con un presente innovador y lleno de buenas voluntades, pero con un gran desconocimiento de cómo hacerlo, por eso sumado a las transformaciones objetivas no podía obviarse el cambio que debía operarse en el hombre como actor principal de ese proceso y para ello había que luchar por una nueva actitud, una nueva moral, porque, como bien advirtiera el Che, de nada vale crear fabricas brillantes si a la vez, no somos capaces de crear hombres nuevos que respondan a esos nuevos tiempos.
Con ello, podemos entender el esfuerzo extraordinario de la revolución por crear hombres a la altura de ese proceso. Es por eso que elevar el nivel educacional y cultural ha sido y es uno de sus estandartes principales. Por supuesto, para que ese conocimiento adquirido pueda ser consecuente con el esfuerzo de la sociedad en su conjunto se necesita que esté acompañado de una alta conciencia para comprender momentos difíciles, de retrocesos, sacrificios, errores, dudas e incomprensiones, para que a la larga salgan fortalecidos por el sentido ético, moral y de responsabilidad, en la comprensión de lo que se les pide y espera de su entrega.
De ese modo, el hombre se convierte en el centro mismo de los objetivos y preocupaciones de la nueva sociedad, haciendo que esta se convierta en “una gran escuela”, que proporcione los mecanismos idóneos, para establecer una perfecta armonía entre el proceso educativo y la autoeducación, pilares del desarrollo tecnológico requerido en la construcción socialistas en las sociedades subdesarrolladas. Es así como se logran entender los mecanismos necesarios para hacer avanzar la sociedad en su conjunto: los estímulos morales y la nueva concepción del trabajo; la nueva conciencia y la conjunción con los nuevos valores que dan paso a una ética capaz de impulsar los cambios necesarios donde primen las nuevas relaciones de solidaridad y entrega.
¿Pudiéramos decir entonces que en “El socialismo y el hombre en Cuba”, el Che refleja esa manera humanista de asumir el marxismo tanto desde un punto de vista teórico como práctico?
Si tuviéramos que sintetizar la expresión consecuente del humanismo marxista asumido por el Che, sería aquella donde el hombre actúa bajo condiciones concretas, con una ética revolucionaria de sacrificio y solidaridad y donde sus actos se encaminan a alcanzar una real concordancia entre pensamiento y acción. “El socialismo y el hombre en Cuba” es uno de sus ensayos más emblemáticos y sintetiza un sistema de pensamiento y acción que él consideraba valido no solo para la realidad de Cuba, sino como mecanismos adecuados en la construcción de nuevos sociedades para los países del llamado tercermundismo.
Las coordenadas expuestas por el Che en su trabajo, escrito en un momento definitorio de su vida, cuando decidió retomar la ruta del internacionalismo, se deben asumir como la transmisión consecuente de lo que se podía avanzar con la acción consciente del hombre en su propósito por crear un mundo esencialmente humano, acorde con las ideas que desde muy joven concibiera. Por supuesto, no era un soñador a ultranza y sabía, de hecho está definido en el texto, que la humanidad debía avanzar mucho para alcanzar esos sueños y sobre todo romper posiciones dogmáticas que impedían trascender el presente.
Esas advertencias se ubican dentro de lo más lúcido de su pensamiento y que es devuelto con su entrega consciente. El contexto histórico en que las pronuncia difiere sustancialmente con el actual, porque justamente no alcanzaron a oírse debidamente a quien correspondía hacerlo. Sin embargo, los que pensaron en el fin de un mundo diferente no han podido alzarse con el triunfo, porque a pesar de las debilidades y errores cometidos por el socialismo existente en esos años, el hombre, la humanidad en su conjunto, no se acostumbra a un mundo de opresión y desigualdades. Ahí están los movimientos que surgen y se levantan y que sin dudas darán la batalla por su reivindicación y por ir al hallazgo de nuevos derroteros que acaben con la injusticia y la explotación; no es optimismo ciego de mi parte, es la historia real que se alza y recuerda que son los hombres los únicos que pueden cambiarla.
En su opinión, ¿en qué medida la Revolución cubana cumplió con esas aspiraciones guevarianas?
De ese mismo modo, la Revolución cubana, a pesar del cerco a que está sometida hace más de 50 años, a pesar de nuestros errores y la asunción de otros, ha mantenido la esencia de sus sueños y sus conquistas y entre ellos se encuentra su mejor obra, el hombre de la Cuba revolucionaria. Es un tema, por una parte, cuestionado por el enemigo, tildado de utópico e inalcanzable, y por la nuestra, de constante batallar en medio del asedio y la intolerancia de los poderes omnímodos; no obstante, aquí estamos con deficiencias y muchos problemas por resolver, con cuestionamientos acerca de cómo debemos proceder en los ”llamados tiempos nuevos” y como hacer de la conciencia y la ideología armas fundamentales y no agotadas para los hombres y mujeres que van emergiendo.
Hay una pregunta que preocupa a muchos respecto a lo definido por el Che sobre el “hombre nuevo” y si se ha logrado alcanzar. Creo que a pesar de los problemas por los que ha tenido que transitar nuestra juventud hoy y de su insatisfacción por los resultados alcanzados, se ha logrado un hombre de “nuevo tipo”, golpeado por una realidad que muchas veces no supimos salvar y que se requiere de un esfuerzo mayor para recuperar muchos de nuestros anhelos. Es muy difícil, pero lo que es innegable -a pesar de las conductas asumidas por un grupo de nuestros jóvenes- que todos son resultado de una sociedad que los condujo por un camino diferente, no digo el mejor, pero si con una educación y ventajas propias de un sistema que apuntó siempre a crear un hombre éticamente superior, y eso nos hace confiar en que muchos de los valores que promovimos en un momento y que se han resentido, como consecuencia de limitaciones e insatisfacciones, están presentes o latentes y actúan como resortes colectivos que nos ayudan a buscar soluciones y a resolver problemas, sobre todo para mantener lo alcanzado entre todos.
Yo pienso, y con esto termino, que hoy más que nunca los jóvenes, esos que se sienten parte esencial de la revolución, deben recordar un enunciado del Che expuesto en “El socialismo y el hombre en Cuba”: “…La revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario”.--
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Reflexiones de Fidel: un esclarecimiento honesto.
Hace unos días, el 28 de mayo, se conmemoró con merecidas referencias el violento Combate del Uvero. Un deber elemental me obliga a esclarecer los hechos.
Por aquellas semanas Manuel Piñeiro, “Barbarroja”, genio y figura hasta la sepultura como dice la frase, hizo llegar a Santiago de Cuba un camión con armas asociadas al ataque a Palacio por el Directorio Revolucionario, que de alguna forma habían ido a parar a sus manos. Frank País, responsable nacional de acción de nuestro Movimiento 26 de Julio, remitió una parte importante de ese cargamento a la difícil zona de la Sierra Maestra, donde nuestro naciente Ejército Rebelde brotaba de sus cenizas.
Aquel aprendizaje había sido sumamente duro. Paso a paso íbamos librando las primeras acciones victoriosas en las que incrementábamos nuestras fuerzas en armas y hombres, sin baja alguna. Nos vimos a su vez obligados a enfrentar la peligrosa traición de Eutimio Guerra, quien había sido un campesino rebelde hasta el momento en que cedió a las abundantes ofertas del enemigo. A pesar de los obstáculos, y con el apoyo de hombres y medios que nos enviaba Frank, fuimos creando el primer destacamento guerrillero: con vanguardia, bajo el mando de Camilo; retaguardia, con Efigenio Ameijeiras; centro, con pequeños pelotones; y la Comandancia General. Había ya un curtido grupo de combatientes con valiosa adaptación al terreno cuando, en bidones de espesa grasa, llegó un buen lote de las armas rescatadas por “Barbarroja”.
¿Fue acaso correcto desde el punto de vista militar y revolucionario atacar la guarnición atrincherada y bien armada en la misma orilla del mar, donde se embarcaba la madera extraída de aquella zona? ¿Por qué lo hicimos?
Ocurrió que en ese momento, el mes de mayo, se había producido el desembarco del “Corynthia” bajo la dirección de Calixto Sánchez White. Un fuerte sentimiento de solidaridad nos llevó a realizar el ataque contra la guarnición del Uvero.
Debo señalar con toda honestidad que la decisión adoptada, si se excluye el mérito de la solidaridad que entrañaba, no fue en absoluto correcta. Nuestro papel, al cual se subordinaba cualquier otro objetivo, tal como se hizo a lo largo de nuestra vida revolucionaria, no se ajustaba a aquella decisión.
Recuerdo el primer disparo del fusil de mirilla telescópica que yo utilizaba, dirigido al equipo de radio de la guarnición. Tras aquel disparo, decenas de balas cayeron sobre el puesto de mando enemigo. El adversario no supo por eso que su guarnición estaba siendo atacada. Dispusimos así de tres horas por lo menos sin que bombas y metralla cayeran sobre nosotros; lo que ocurría invariablemente apenas 20 minutos después que se iniciara cualquier combate. Sin tales factores es muy probable que aquella decisión, inspirada solo en la solidaridad, redujera nuestras fuerzas de casi cien veteranos y fuese necesario comenzar de nuevo su azaroso camino, en el mejor de los casos.
Fue en aquellas condiciones que Almeida resultó impactado en el pecho y protegido de una herida más grave por algo de metal, según recordó, que llevaba en el bolsillo; Guillermo García, con un casco fruto del primer combate, mantuvo reñido duelo con el defensor de un fortín de gruesos troncos; el Che, con fusil ametralladora que se encasquillaba, se separó de su puesto para sostener un duelo con los que combatían contra Almeida; y Raúl avanzó con su pequeño pelotón contra los soldados atrincherados en las estibas de troncos dispuestos para el embarque; todo antes de que aparecieran los cazabombarderos. Julio Díaz, bravo combatiente que disparaba con una trípode, no pudo avanzar; yacía a mi lado con un balazo mortal en la frente.
¿Se comprende ahora lo que ocurrió aquel 28 de mayo de 1957, hace 55 años?
Fidel Castro Ruz
Junio 1 de 2012
4 y 36 p.m.
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Las mentiras de PAtricio Aylwin. Francisco Herreros
Cuando se tiene tejado de vidrio, como Patricio Aylwin, en el golpe de Estado de 1973, y el quiebre de la democracia que aún se prolonga hasta hoy, es peligroso entregarse al juego lanzar peñascazos al voleo. En la edición del domingo 27 de mayo, del diario español El País, Aylwin suministra una serie de opiniones que no se avienen con los hechos, y peor aún, perpetra groseras tergiversaciones de la historia que no se pueden dejar pasar, más aún cuando la mayoría de la actual población de Chile no había nacido el 11 de septiembre de 1973. A Aylwin es fácil refutarlo por dos vías: el contraste de sus conceptos con la realidad del Chile actual, y la abundante evidencia documental.
Aylwin disparó primero. Ahora no se puede quejar.
De entrada, afirma con notable soltura de cuerpo que "es evidente que los chilenos se reconciliaron”. Lo en realidad evidente es que Aylwin carece de la virtud de la empatía para situarse en el lugar de los demás.
¿Cómo se puede hablar de reconciliación cuando todavía hay 2.025 personas detenidas desaparecidas?
¿Cómo se puede hablar de reconciliación cuando de alrededor de cinco mil causas de violación de derechos humanos, hay sólo 66 victimarios en prisión?
¿Cómo se puede hablar de reconciliación, cuando la derecha no sólo no sólo no ha pedido perdón ni ha reconocido sus responsabilidades, sino que ahora en el Gobierno sigue violando derechos humanos en forma masiva, y aplicando técnicas conspirativas, como la actual campaña contra la ex Presidenta Michelle Bachelet?
Pocas líneas después, con el fin de justificar el injustificable concepto de la "justicia en la medida de lo posible", el desideratum de la cobardía de la "transición", afirma con no menos descaro:
“No habría sido viable juzgar a Pinochet. Habría dividido terriblemente al país e, incluso, puesto en peligro la continuidad del Gobierno”.
Aylwin es deshonesto al desconocer que eso fue el producto del trato de la transición con Pinochet. Que haya sido explícito o implícito, carece de importancia. El hecho es que el 16 de octubre de 1998, Pinochet fue detenido en Londres, donde pasó 503 días preso; y a su regreso, se le iniciaron numerosos procesos, tanto por violación de derechos humanos como por corrupción, producto de lo cual perdió su cargo como senador vitalicio, sin que en este país se haya movido una hoja y, menos, se hubiera registrado alguna amenaza seria de "terminar con el Estado de derecho", como alguna vez amenazara el propio Pinochet, ante el pavor de Aylwin y su entonces Ministro de Defensa, Patricio Rojas.
En consecuencia, la siguiente afirmación de Aylwin en la entrevista al diario El País, "Pinochet no fue un hombre que obstaculizara las políticas del Gobierno que yo encabecé”, es derechamente una mentira.
Salvo que el "boinazo" del 19 de diciembre de 1990, y el "ejercicio de enlace" del 28 de mayo de 1993, acciones ambas percutadas por el propio Pinochet en las barbas del Gobierno de Aylwin, destinadas a impedir la investigación de los pinocheques, un caso de masiva corrupción que tenía como protagonistas al mismo Pinochet y especialmente a su hijo mayor Augusto Pinochet Hiriart, hayan sido poco más que desfiles militares.
¿O esos antecedentes no son verdaderos, señor Aylwin?
En rigor, las palabras de Aylwin sobre Pinochet en el diario El País, muestran despuntes del síndrome de Estocolmo, que como ser sabe, consiste en una reacción psíquica en virtud de la cual la víctima de un secuestro, o persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con el secuestrador:
“Pinochet representaba, por una parte, orden, seguridad, respeto, autoridad. Y, por otra, una economía de mercado que iba a permitir la prosperidad del país. Esos fueron los dos factores definitorios, y por eso Pinochet fue popular. Era un dictador, pero popular”.
A reglón seguido, expresa su sorpresa por las millonarias cuentas de Pinochet en el Banco Riggs:
"La verdad es que a mí me sorprendió. Primero, porque nunca tuve antecedentes. Segundo, porque, en la historia de Chile, ningún presidente había salido más rico al finalizar su Gobierno".
Y claro, como no va a manifestar sorpresa, si la inmensa mayoría de las maniobras perpetradas por Pinochet para ocultar su fortuna malhabida, ocurrieron durante el Gobierno de Aylwin, bajo la ignorancia y/o complicidad de él mismo y de su ministro de Defensa.
Sin embargo, Aylwin perpetra violaciones inaceptables a principios como la verdad histórica y la honestidad intelectual, cuando, a título de escopeta, se entrega a denostar en forma gratuita a Salvador Allende, su Gobierno y su memoria.
De entrada, profiere: "Allende terminó demostrando que no fue buen político, porque si hubiera sido buen político no habría pasado lo que le pasó".
Allende era tan mal político, que hoy es símbolo y bandera de millones de personas empeñadas en construir un mundo mejor.
Allende era tan mal político, que el proceso que él encabezó, frustrado por una conspiración cerril y criminal, de la que Aylwin participó con pleno conocimiento de causa, hoy florece en múltiples procesos emancipatorios en América Latina, que buscan lo que Allende nunca transó y fue capaz de garantizar al precio de su vida: socialismo impulsado por la acción consciente de mayorías.
En cambio, si Aylwin es rescatado para la posteridad en virtud de su galimatías de la "justicia en la medida de lo posible", puede darse con una piedra en el pecho".
Pero ya donde su insolencia es intolerable, es cuando afirma con esa permanente semi sonrisa:
“El golpe se habría producido sin la ayuda de Estados Unidos. Estados Unidos (...) la DC no tuvo ninguna participación".
Hasta donde se sabe, el señor Aylwin profesa la religión católica, y por tanto no debiera ignorar el octavo de los diez mandamientos de la ley: "no levantarás falsos testimonios ni mentirás".
La evidencia de la participación de la democracia cristiana en la conspiración contra el Gobierno de Salvador Allende y el régimen democrático que culminó el 11 de septiembre de 973, es tan profusa, conocida e indesmentible, que mejor Aylwin se hubiera atenido al consejo del Quijote, en el episodio de los martillos de Batán: "peor es meneallo, amigo Sancho".
El informe de la Comisión del Senado norteamericano presidida por el senador por Idaho, Frank Church, sobre las ilegales y encubiertas acciones de la CIA en Chile, datan de una época tan temprana como 1964, y entre muchas otras cosas, prueba que sin la conspiración orquestada por el Gobierno de Nixon, el golpe no se habría producido.
Aquí van algunas referencias textuales de dicho informe, relativas a la responsabilidad de la democracia cristiana en la conspiración que acabó con la democracia en 1973, la cual, dicho sea al pasar, todavía no ha sido restaurada, al menos no en un estándar que merezca tal calificación:
"Entre los años 1962 y 1969, Chile recibió indirectamente más de un billón de dólares en ayuda directa de los Estados Unidos, préstamos y subvenciones incluidas. Chile recibió más ayuda por habitante que cualquier otro país del hemisferio. Entre 1964 y 1970, entre 200 y 300 millones de dólares en crédito de corto plazo fueron continuamente facilitados a Chile desde bancos privados americanos".
"La Agencia Central de Inteligencia gastó más de $2.6 millones en apoyar al candidato Demócrata Cristiano, en parte, para prevenir el ascenso a la presidencia del marxista Salvador Allende. Más de la mitad de la campaña del candidato demócrata cristiano fue financiada por los Estados Unidos, a pesar de que él no fue informado de esta ayuda. Además, la Central proporcionó el apoyo a un gran número de estudiantes, mujeres, grupos de profesionales y campesinos, todos ellos pro-demócratas cristianos".
"En una secuencia de decisiones entre 1971 y 1973, la Comisión 40 autorizó cerca de $4 millones para partidos de la oposición en Chile. La mayor parte de este dinero fue al Partido Demócrata Cristiano (PDC), pero una parte considerable fue entregada al Partido Nacional (PN), un colectivo conservador más radicalmente enfrentado al gobierno de Allende que el PDC. También se hizo un esfuerzo para dividir la dirección de la coalición Unidad Popular introduciendo elementos para romperla. El apoyo con fondos a gran escala a partidos políticos entre 1970-73 no fue, sin embargo, algo sin antecedentes, si bien se podría decir que a una escala más modesta. En 1962 el Grupo Especial (predecesor de la Comisión 40) autorizó varios cientos de miles de dólares como esfuerzo para fortalecer el PDC en previsión de las elecciones de 1964".
"El 14 de septiembre (de 1970, n. de la r.) La Comisión 40 acordó que debería ser llevada a cabo por la CIA una campaña de propaganda para hacer hincapié en el daño que ocasionaría a Chile estar bajo el gobierno de Allende. La campaña fue incluida en los esfuerzos tácticos para conseguir la relección de Frei. De acuerdo a un informe de la CIA, la campaña buscó crear preocupaciones acerca del futuro de Chile sí Allende era elegido por el Congreso; la propaganda se diseñó para influir a Frei, a la elite chilena y los militares chilenos".
"El Plan de Acciones I y el II, (que terminó con el asesinato del general Schneider; n.d la r.) de hecho, se movieron juntos después del 15 de septiembre. El embajador Korry, que estaba formalmente excluido del Plan de Acciones II, fue autorizado a fomentar un golpe militar, asegurándose que Frei conviniera con esa solución. En la reunión de la Comisión 40 el 14 de septiembre, él y otro "miembro indicado de la misión de la Embajada" fueron autorizados para intensificar sus contactos con oficiales militares chilenos para estimar su voluntad para apoyar el "Gambito por Frei". El embajador fue también autorizado para hacer sus contactos con los militares chilenos enterados de que sí Allende conseguía el cargo, los militares no obtendrían más apoyo militar (MAP) de los Estados Unidos".
"Más de la mitad de las fondos aprobados por la Comisión 40 dieron apoyo a partidos políticos de la oposición: el partido demócrata cristiano (PDC), el partido nacional (PN), y varios grupos de disidentes. Cerca de medio millón de dólares se canalizaron a grupos de oposición durante el mandato de Allende. A comienzos de 1971 las subvenciones de la CIA posibilitaron que el PDC y el PN compraran sus propias empresas de radio y periódicos. Todos los partidos de la oposición recibieron dinero antes de las elecciones municipales de abril de 1971 y para las elecciones al congreso en julio. En noviembre de 1971 se aprobaron financiaciones para reforzar al PDC, al PN y a grupos disidentes. También se hizo un esfuerzo para generar una fractura de la coalición UP. Los fondos de la CIA apoyaron a los partidos de la oposición en tres elecciones en 1972, y en las elecciones al congreso en marzo de 1973. El dinero suministrado a partidos políticos no solo servía para apoyar a candidatos en varias elecciones, sino para posibilitar a los partidos a mantener una campaña en contra del gobierno durante la legislatura de Allende, instando a los ciudadanos a demostrar su oposición en una amplia variedad de maneras".
"Existen también efectos a largo plazo en las acciones encubiertas. Muchos de ellos pueden ser adversos. Esto afecta a los americanos al ser unas instituciones extranjeras. Las instituciones chilenas a las que los Estados Unidos más favorecieron pueden haber sido desacreditadas dentro de su propia sociedad por el hecho de su apoyo secreto. Particularmente en Latinoamérica, incluso la sospecha de apoyo de la CIA puede ser el beso de la muerte. Podría ser el irónico final de una década de acción encubierta en Chile si esa acción destruye la credibilidad de los Demócratas Cristianos Chilenos".
Si el señor Aylwin tiene antecedentes que desmientan ese informe, como no sea la vaga invocación de que “no tiene ninguna razón lógica echarnos la culpa”, es el momento que los desclasifique. Y si no es capaz de hacerlo, mejor se atenga al sabio refrán de que para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado. A sus 83 años, es aconsejable que el ex- presidente, vinculado de muchas y extrañas maneras a los últimos 50 años de nuestra historia, permanezca en el claustro de sus cuarteles de invierno.
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El Tomás que amé y respeté. Mónica Baltodano.
Conocí al Comandante Borge, entonces con el seudónimo de “Rolando”, a principios de 1975. Acababa de realizarse la operación que luego se llamó “Diciembre victorioso”, el secuestro masivo de funcionarios somocistas en la casa de José María “Chema” Castillo. Tomás había sido uno de los instructores del Comando Juan José Quezada, ejecutor de la toma, y su nombre y foto habían aparecido en los distintos diarios vinculándolo a los hechos.
Yo había pasado a la clandestinidad a finales del 74 y junto con otros compañeros estábamos recibiendo una escuela político-militar en una finquita del campesino Aristides Carrero, en la comunidad de San Jacinto, municipio de Telica.
De ese numeroso grupo de combatientes sobrevivimos Ana Julia Guido, Leonel Espinoza, José Valdivia y yo.
Recuerdo vivamente a Tomás, dándonos clases de la Historia del FSLN. Poco después nos encontraríamos de nuevo con él en Managua, en la preparación de un operativo en el que participaríamos con Charlotte Baltodano, Edgard Lang y Claudia Chamorro. Entonces sostuve con él largas conversaciones y recibí importantes recomendaciones no solo políticas sino personales, que me sirvieron para toda la vida.
Entre las muchas anécdotas recuerdo que Tomas fue la primera persona a la que puse una inyección, después de practicar varias veces ensartando la aguja en una naranja. Se instaló desde esos días una relación de amistad y de cariño entre nosotros, que perduró hasta su muerte.
Cuando cayó preso y no sabíamos si estaba vivo o muerto, empujamos en Estelí todas las acciones que nos orientaron para exigir saber de su paradero. La terrible situación en la que lo mantuvo la dictadura en esta última prisión, su heroica huelga de hambre que casi lo lleva hasta la muerte y que fueron un acicate para la realización de importantes jornadas movilizativas en las ciudades, lo convirtieron, entonces, en un icono para las nuevas generaciones de sandinistas.
Durante los años del poder fui parte de las legiones de sandinistas que lo admiraban por su verbo, por enseñarnos a amar a Carlos Fonseca, y por su generosa manera de repartirnos cariño. Después de la derrota nos mantuvimos en contacto con él, y fuimos nosotros quienes lo convencimos de militar en la Izquierda Democrática, que defendió entonces a Daniel Ortega en las disputas políticas internas. Por mi férrea oposición al viraje que representaba el pacto que hizo Daniel Ortega con Alemán en 1990-2000, me fueron desalojando del FSLN hasta la total ruptura, y a pesar de que entonces afloraron entre Tomas y yo diferencias políticas, nunca perdí la comunicación con él, en el más amplio respeto.
No una vez me llamó para expresarme sus inquietudes compartidas sobre temas comunes, o invitarme a seguir con ellos, pero sobre todo para manifestarme, sin temores, su cariño y respeto a toda prueba. La verdad es que siempre recibí de él públicas manifestaciones de amistad y solidaridad.
Creo que Tomas como todo ser humano tuvo sus imperfecciones, grandes y pequeños errores. No puedo olvidar el gran equivoco que significó “Los dilemas de la modernidad”, una apología a Carlos Salinas de Gortari, o su respaldo al PRI después de los primeros ataques del EZLN. Le critiqué también, públicamente -en las Memorias de la Lucha Sandinista- que se haya presentado como el único fundador sobreviviente del FSLN, cuando no lo era, y mirándole a los ojos, muy recientemente, le enfaticé que era un error apoyar sin reservas al orteguismo, y empeñar su figura defendiendo lo indefendible de ese proyecto, soportando además situaciones humillantes.
¿Quién estaba equivocado? Solo la Historia lo dirá. Pero ni sus errores grandes o pequeños podrán borrar la verdad de que fue uno de los más relevantes sandinistas, que contribuyó de manera preponderante a la liberación de Nicaragua y que se granjeó con su estilo el afecto de amigos y hasta de adversarios.
No pude asistir a sus honras fúnebres, porque estas -era de esperarse- fueron aprovechadas politiqueramente por el orteguismo, pero lloré en silencio su partida. Vayan para su familia, especialmente a sus hijos, y para los militantes honrados del FSLN, mi humilde homenaje a Tomás, inolvidable y querido compañero.
* Exdiputada, Rescate del Sandinismo.
tomado de http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/252231-tomas-que-ame-respete
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7/09/2012
Recuerdos de un Quijote eterno. María Fernanda Rada
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Paraguay – un golpe sudamericano
El 22 de junio del 2012, después de un juicio político “express” -“linchamiento político” lo llamó Atilio Borón- el parlamento paraguayo destituyó al presidente Fernando Lugo, diez meses antes que finalizara su mandato, y unos días antes de que se cumplieran tres años del golpe de estado en Honduras En las bambalinas de ambos golpes está la “inteligencia” norteamericana. Paraguay es una pieza clave en el reordenamiento geopolítico dirigido a cercar a Brasil, controlar el Acuífero Guaraní -principal reserva de agua del mundo-, y estabilizar la presencia de una base militar en Sudamérica, hoy localizada en Mariscal Estigarribia –Paraguay-. La iniciativa apunta
Burlándose de cualquier apariencia de respeto por la normatividad democrática, el Senado dio menos de un día al Presidente Lugo para ejercer su derecho a la defensa, cuando según la legislación paraguaya, aún en juicios sumarios abreviados como por faltas de tránsito, los ciudadanos tienen cinco días para presentar su defensa.*
La decisión estaba tomada, y no se atendió tampoco la petición de los Cancilleres de Unasur, que se trasladaron a Paraguay para intentar evitar un nuevo golpe de estado en Nuestra América. *Hoy asistimos rabiosas, indignados, al arrebatamiento “institucional” de la débil democracia, y de los pocos espacios ganados por los sectores populares durante el gobierno de Lugo.
Este nuevo momento del Paraguay se enmarca en la contraofensiva que las fuerzas de derecha vienen desarrollando en el continente –que ha puesto en jaque también al gobierno de Evo Morales en Bolivia-. Hay que recordar que en Nuestra América, en la última década del siglo XXI, se han producido varios intentos golpistas con diferentes consecuencias: Venezuela (2002), Haití (2004), Bolivia (2008), Honduras (2009), Ecuador (2010) ahora Paraguay, y la amenaza a
Bolivia. Es necesario entonces hablar de Paraguay, en clave de continente. Nos decía el coordinador general del Frente Guasú Ricardo Canese^^1
*El factor Colombia*
El pretexto para acelerar el golpe fue la matanza de Curuguaty sucedida la semana anterior en el desalojo de una hacienda, en el que murieron 11 campesinos y 6 policías, hecho orquestado para detonar el golpe palaciego. El terreno estaba en disputa con el ex senador Blas Riquelme, que fue presidente del Partido Colorado por muchos años, dueño de varios supermercados y establecimientos ganaderos, que se había apropiado de unas 2.000 hectáreas que pertenecen al Estado paraguayo. Esa parcela fue ocupada por campesinos sin tierra. Un juez y una fiscala ordenaron el desalojo de los campesinos, que se realizó a través del Grupo Especial de Operaciones. En el curso de este desalojo, un grupo parapolicial –camuflado- mató a seis policías. Como “represalia” el GEO -cuyos integrantes fueron entrenados en lucha contrainsurgente por el Comando Sur de EE.UU. en el marco del Plan Colombia- asesinaron a 11 campesinos. Esto generó un fuerte repudio del movimiento campesino, y creó un nivel de aislamiento del presidente Lugo que habilitó el golpe.
En todo el procedimiento se siente la marca de “las enseñanzas colombianas”, con la acción conjunta de policiales y parapoliciales, la brutalidad en las ejecuciones, y el ejercicio de la contrainsurgencia. Hay que recordar que el presidente Lugo había firmado años atrás con Alvaro Uribe un convenio de cooperación que extendía el Plan Colombia hacia Paraguay. Por esos acuerdos, Uribe facilitó la capacitación de los servicios de inteligencia del Paraguay. También instruyeron a policías, jueces, parlamentarios… Y en ese contexto se aprobó sin mayores trámites la Ley Antiterrorista.
*El factor EE.UU.*
En un cable del 28 de marzo del 2009, enviado con carácter secreto desde la embajada gringa al Departamento de Estado en Washington, se anunciaban intentos de destituir a Fernando Lugo “con un juicio político dentro del Parlamento”. De acuerdo al mismo cable –publicado el 30 de agosto de 2011 en el portal de WikiLeaks- Franco asumiría la Presidencia, Duarte Frutos asumiría su banca en el Senado, y junto al apoyo de Oviedo quedaría tercero en la línea de sucesión del gobierno. La información revela que la baraja del juicio político venía siendo un as en la manga de los políticos corruptos del Paraguay. Y La Embajada, como se sabe, jugaba la misma partida. EE.UU., de acuerdo a sus propias estrategias imperiales, necesita una mayor presencia en el sur del territorio sudamericano, una Colombia en el Cono Sur –así como una Honduras en Centro América-, para controlar la región. Desde ahí podría encarar más claramente la confrontación con Brasil, principal amenaza geoestratégica para los EE.UU., monitorear la Triple Frontera (de Argentina, Paraguay y Brasil –entrada al Amazonia-) y Bolivia, asegurar las ganancias de las grandes corporaciones transnacionales y el acceso a los que consideran “recursos estratégicos del futuro” (agua, biodiversidad, fuentes de energía).
lados y exhiben una estructura subversiva regional, que más allá del debate ideológico y de ideas, transita por un esquema de enfrentamiento propio de la /guerra sucia/, las operaciones sicológicas encubiertas y el terrorismo mediático, destinado a debilitar a las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en particular Cuba, Venezuela y Bolivia, y del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), cuyos principales objetivos a desestabilizar, después de embucharse al eslabón más débil, Paraguay, son Brasil y Argentina. Mediante convenios condicionados, la USAID controla en Paraguay a la fiscalía, el Poder Judicial y la Policía Nacional. Los recursos financieros de la USAID también sirvieron para cooptar a algunos sectores del Frente Guazú, la coalición de izquierda que apoyó a Lugo. Mientras, el Pentágono, que arrancó a Lugo la aprobación de una Ley Antiterrorista, por conducto de la Iniciativa Zona Norte, logró desplegar tropas y civiles estadunidenses en la región oriental del país, en las narices de Brasil, como avance de tareas injerencistas que tienen como finalidad la ocupación territorial”.
*El factor **transnacional: Monsanto – Cargill – Río Tinto*
Cuando Monsanto chocó con obstáculos para imponer su semilla transgénica -por incumplimiento de normativas ambientales y de seguridad de las personas- comenzó a buscar la destitución de los funcionarios que se oponían, y aumentó la presión a través de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). A pesar de las dificultades, sólo en el año 2011 Monsanto facturó en Paraguay 30 millones de dólares en concepto de regalías por la soja transgénica (sin contar la facturación por la venta de semillas). Por si esto fuera poco, las transnacionales del agronegocio en Paraguay casi no pagan impuestos, protegidas por el Congreso golpista. No sólo los políticos han cuidado los intereses transnacionales: la UGP está dirigida por Héctor Cristaldo, empresario ligado al grupo Zucolillo que, entre otros factores de poder, es propietario del diario ABC Color, y dirige la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). El grupo es también socio en Paraguay de la transnacional del agronegocio CARGILL. Otra de las transnacionales involucradas en el golpe de Estado, es la canadiense Río Tinto Alcan (RTA), la segunda mayor fundidora de aluminio en el mundo. (Se dedica también a la extracción de diversos minerales en todos los continentes). Denuncia Silvio Nuñez
gobierno paraguayo. Si bien el Presidente de la República se había manifestado contrario a un subsidio al precio de la energía, el Ministro de Industria y Comercio, Francisco Rivas -confirmado como ministro por el nuevo presidente Federico Franco- y el entonces Vicepresidente Federico Franco se habían manifestado favorables a cumplir las condiciones de RTA para su venida al Paraguay”.
*El poder** real*
Cada vez que una coyuntura compleja en Paraguay requería de un análisis profundo, era normal para las organizaciones populares pedir la opinión de Tomás Palau. Sociólogo, investigador de Base-Is, Tomás fue siempre –y sobre todo- un gran compañero. Su rigor como investigador, y su claridad como pedagogo, estuvo acompañado siempre del compromiso político como intelectual del pueblo. Quiero decir que a la hora de escribir estas notas, siento fuertemente su ausencia.
Escribió Tomás Palau en uno de sus últimos escritos, analizando la conformación del bloque de poder en Paraguay: “Sea por los latifundios de antaño devenidos en campos sojeros, sea por los actuales latifundios ganaderos, el país no dejó de ser un territorio marcado por la herencia feudal, oligárquica y conservadora que lo marcó desde la guerra de la Triple Alianza. La tierra -en mucha mayor medida que otros países de la región- sigue siendo el elemento mediador para la obtención de los símbolos de status social, de acumulación de riqueza y, en consecuencia, de ejercicio del poder político. No es casual que la derecha política y el poder real (el económico) unifiquen sus acciones más que nunca durante la administración Lugo para la defensa de los intereses latifundistas. De ellos derivan, todavía, la hegemonía política y la acumulación capitalista de riquezas. (…) Una vez que se consolidó en el poder (Stroessner), empieza a tender lazos con narcotraficantes, facilitándoles primero el traslado de insumos para la producción de cocaína hacia Bolivia, Perú y Colombia, posteriormente para la producción de marihuana en el país y, como lógico complemento, el lavado de dinero proveniente de tales actividades… (En 1989) no sólo los narcos estaban consolidados en el país, sino que se convertían en uno de los poderes económicos reales más importantes y controlaban buena parte del territorio del norte de
la Región Oriental. (…) Los nuevos militares y los nuevos líderes civiles del partido Colorado fueron premiados con tierras, cargos en el gobierno y dádivas vinculadas a la repartición de segmentos de actividades económicas. Las ramas inmobiliarias, empresas contratistas, de transporte, de comercio de importación y exportación y específicamente el contrabando, acopio, comercialización interna y distribución minorista de alimentos y bebidas, fueron por lejos las más beneficiadas y aquellas de donde surgieron lo que comúnmente se denominan /empresaurios/. Una casta de maleantes
Así realizaba Tomás Palau la radiografía del poder en Paraguay. Y a pesar de la dureza que surgía de esta mirada, él tenía su apuesta personal e intelectual en el fortalecimiento de las organizaciones campesinas y del movimiento popular en su país y en Nuestra América, al que le dedicó todos los días de su vida militante.
*LA RESISTENCIA Y LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANAS*
Desde las primeras horas del golpe, las organizaciones campesinas y populares en Paraguay fueron reordenando sus fuerzas para encarar una resistencia civil -que saben será prolongada-, desconociendo al gobierno golpista, y más allá incluso de la voluntad del presidente destituido, lo siguen reconociendo como legítimo mandatario. También los movimientos populares de Nuestra América están movilizados en solidaridad con la resistencia paraguaya.
Los gobiernos llamados “progresistas” en Nuestra América se encontrarán frente a un dilema: si no actúan con firmeza en defensa de la democracia paraguaya, rechazando en todas las instancias
internacionales la presencia del golpista Franco, se estarán poniendo la soga al cuello.
La experiencia de Honduras debería funcionar como aprendizaje. Luego de la legitimación del gobierno de Porfirio Lobo en la OEA, no sólo no se avanzó en la lucha por los derechos humanos, sino que aumentó la impunidad, y crecen cotidianamente en el país los crímenes contra el
pueblo. Honduras ahora funciona como un ariete de la política imperial, y como amenaza para el continente… en sintonía con Colombia, México y Chile.
Por eso, las movilizaciones en Brasil, en Argentina, y en otros países del continente, están exigiendo a los gobiernos que nieguen al golpismo un asiento en las instancias de integración continental. Mientras tanto, invisibilizada por los grandes medios de comunicación, la resistencia campesina y popular continúa en los diferentes rincones del Paraguay. Más allá de la debilidad en las posiciones asumidas por Fernando Lugo, el pueblo paraguayo tiene una larga experiencia de coraje y rebeldía, y está cortando rutas, movilizándose, exigiendo que se vayan los golpistas.
Hoy todas somos Paraguay, todos somos Honduras… y necesitamos levantar un muro al golpismo, al fascismo, a la reacción conservadora transnacional. Es hora de globalizar la esperanza, con mucha lucha. Mucha más.
28 de junio / 2012
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7/01/2012
Historia de una infamia. Por Gilberto López y Rivas.
Sucumbíos, historia de una infamia (Refugio Bautista Zane, et. al., México: Universidad Autónoma de Chapingo-UACM-, 2011) es un libro de investigación, testimonio y denuncia de un crimen de lesa humanidad, de una transgresión a las leyes de la guerra, de una violación a la soberanía de una nación y de la sempiterna injerencia imperialista en la vida de nuestros pueblos, que ocasionó, el primero de marzo de 2008, el asesinato a mansalva de 25 personas y dejó heridas graves a tres sobrevivientes. De los muertos, cuatro eran mexicanos, al igual que una de las mujeres heridas. Los cinco eran estudiantes, con entrada legal en Ecuador,conocidos en nuestro país por su solidaridad con el pueblo colombiano y que habían llegado el día anterior de visita al campamento guerrillero, sede del considerado negociador y canciller de las FARC, comandante Raúl Reyes, blanco principal del bombardeo, ametrallamiento y ocupación por fuerzas aéreas y terrestres del ejército colombiano.
Se trató de una acción –propia del terrorismo de Estado– con múltiples propósitos: a) dar un golpe significativo a la opción negociada del conflicto armado en Colombia; b) crear condiciones para una guerra regional contra dos países vecinos inmersos en procesos de cambio de diferentes profundidades, pero a partir de un rescate de la soberanía nacional y, en consecuencia, antagónicos a la dominación imperialista encabezada por Estados Unidos; c) castigar al gobierno ecuatoriano por el desmantelamiento de una base aérea estadunidense en territorio de ese país, y d) socavar el protagonismo que el comandante Hugo Chávez estaba forjando en la liberación de rehenes en manos de las FARC.
De todos los actores políticos regionales involucrados en el ataque a Sucumbíos, el papel del gobierno de México es el más lamentable, ya que no ha defendido, hasta la fecha, los intereses de sus connacionales muertos y heridos en el extranjero; no condenó sus homicidios, ni mucho menos ha exigido justicia; no se manifestó en contra de una agresión armada contra un país soberano. Por el contrario, ha permitido e incluso apoyado que los servicios de inteligencia colombianos se muevan en territorio mexicano como en su casa, no ha protestado por las amenazas del embajador colombiano en nuestro país contra los padres de los muchachos, ha apoyado en los ámbitos internacionales a los gobiernos de los asesinos Uribe y Santos, ha estimulado la estigmatización de la UNAM y el derecho de sus estudiantes a manifestar sus ideas y practicar la solidaridad internacionalista, ha violentado el derecho de asilo y ha expatriado a ciudadanos colombianos de manera ilegal, como fue el caso del sociólogo Miguel Ángel Beltrán Villegas, quien, por cierto, fue absuelto de las amañadas acusaciones en su contra. La cancillería mexicana, que logró cierto prestigio en los días de la Declaración Franco-Mexicana, se ha convertido en obsecuente accesorio de las fuerzas más retrógradas en el continente, encabezadas por nuestro buen vecino del norte.
Por las características técnicas y de inteligencia del ataque a Sucumbíos, particularmente el uso de bombas de precisión, los aviones utilizados, la logística detrás de las tropas colombianas, así como los alcances estratégicos de la acción a escala regional, es claro que Estados Unidos participó activamente en este crimen de guerra, utilizando al gobierno de Colombia para sus fines de dominación continental y coadyuvando a crear una peligrosa desestabilización que pudo derivar en una guerra de alcances inimaginables.
A partir de Sucumbíos, los órganos de inteligencia colombianos, estadunidenses y mexicanos montan en México una campaña mediática y judicial encaminada a presentar a las víctimas como peligrosos criminales, y a la UNAM como guarida de terroristas. Destacan algunos sicarios mediáticos, cuya labor en los medios fue tan patética que sus artículos no podían sustraerse del formato policiaco de sus empleadores. Asimismo, se levantaron denuncias judiciales por grupos de la ultraderecha mexicana, que intentaban crear un clima de cacería de brujas en contra de quienes hemos manifestado nuestro apoyo a la justa lucha del pueblo colombiano contra el terror de Estado. Nuevamente, encontramos la sombra de Estados Unidos orquestando estos esfuerzos represivos. La incautación de supuestas computadoras del comandante Reyes, a prueba de bombas y metralla, dieron un material infinito para sustentar las más absurdas acusaciones en los medios de comunicación y en los aparatos judiciales al servicio de los poderosos.
Los cuatro estudiantes fallecidos: Juan González, Verónica Velázquez, Fernando Franco y Soren Avilés, así como Lucía Morett, pese a todas las acusaciones, calumnias y campañas en su contra, constituyen un ejemplo de la juventud comprometida con su realidad social; estos internacionalistas sacrificados en territorios de pueblos hermanos representan lo mejor de su generación. Pero también, el libro que comentamos tiene a otros protagonistas que hay que registrar en la memoria, que son las madres y los padres de estos muchachos que, asumiendo el dolor más grande que un ser humano puede sufrir, la muerte de sus hijos, no se doblegaron ante esta suprema adversidad, sino que se levantaron de la pena que los embargaba, se conocieron entre sí, se organizaron en la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador, profundizaron sus habilidades como voceros, activistas, redactores, negociadores, denunciantes, con el propósito de hacer justicia y llevar algún día al banquillo de los acusados a los genocidas. Y desde entonces no han parado, cada mes recuerdan la infamia en la embajada de Colombia, difunden materiales por Internet, montan exposiciones, participan en mítines y manifestaciones. Va para ellos nuestro reconocimiento.
http://asociaciondepadresyfamiliares.blogspot.mx/2012/05/articulo-del-dr-gilberto-lopez-y-rivas.html
En un refugio guardado en su corazón
Llevan la bandera de Bolívar.
Su rostro la transmite en la sonrisa
Que dejaron en las imágenes del recuerdo.
Hoy desde lo alto suenan las campanas
Ustedes las tocan para mostrarnos el camino.
Juan, Verónica, Soren, Fernando desde lo alto nos miran
Y nos recuerdan que para ser grandes
Hay que saber soñar.
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Revista PASOS. 152
Revista PASOS es una publicación de trabajos realizados a partir del diálogo entre Teología y Ciencias Sociales, con Comunidades, Movimientos Sociales ecuménicos y redes alternativas. Esta publicación contribuye a la formación, discusión crítica y acción alternativa.
Entre otros un interesante artículo del compañero Manuel Hidalgo, titulado: "El "neodesarrollismo" suramericano, entre esperanzas y resistencias populares".
Revista Pasos Julio-Septiembre 2011
Sitio web: www.dei-cr.org/?cat=1011
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Medio pan y un libro.
Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
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