3/20/2011

¿Llega la energía nuclear a Chile?

Codelco comienza a producir uranio en forma experimental en mina Radomiro Tomic
Una planta de la Comisión Chilena de Energía Nuclear se puso en operaciones y comenzó a producir este mineral energético en un plan piloto para evaluar su factibilidad comercial. Con el fin de la Guerra Fría, las centrales eléctricas nucleares comenzaron a abastecerse de los stocks militares de EE.UU. y Rusia, oferta que está terminando. La inversión es de 1.300 millones de dólares.

El informe Zanelli, la comisión de científicos que estudió la opción nuclear durante el gobierno anterior, lo dijo claramente: “Ante el complejo escenario energético nacional y mundial, es necesario posicionar la seguridad del suministro eléctrico como un objetivo estratégico nacional para alcanzar niveles superiores de desarrollo. En el caso de Chile, este objetivo requiere de una mayor autonomía en el abastecimiento energético, lo que se logra a través de la diversificación, donde jugarían un papel relevante las Energías Renovables No Convencionales, la energía nuclear y la eficiencia energética”.

En esa línea y también en las posibilidades comerciales, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) y Codelco desarrollan un ambicioso programa para producir uranio en Chile. La información fue dada a conocer a la revista Profesionales del Cobre por el ingeniero Gonzalo Torres, jefe del Departamento de Materiales Nucleares de la CCHEN, quien está a cargo del proyecto. Torres fue director ejecutivo de la entidad desde 1997 hasta el 2001 y Consejero Científico en la Misión Permanente de Chile ante el Organización Internacional de Energía Atómica.

El especialista explica que el convenio surgió “por el interés de Codelco Norte para recuperar otros metales, aparte del cobre, como subproductos. Esta colaboración -explica- se remonta a fines de la década de los años ‘70, cuando en 1979 fue acogida en Chuquicamata una instalación experimental de separación de uranio. Hasta el año ‘80 la CCHEN desplegó un programa de prospección de recursos radioactivos en el país, y entre ellos se evaluaron la presencia de uranio asociado con el cobre. En muchas áreas donde se detectaron anomalías por uranio, estaba asociado al cobre”.

Torres señala que el proyecto pretende “explorar la potencialidad técnica, de separar uranio en algunas formas de presentación del mineral, sea en las pilas de lixiviación de cobre (PLS), como en ripio o en minas. Se firmó un convenio, se dividieron las áreas en geología, metalurgia y análisis químico”, puntualiza.

Yellow Cake

La primera etapa de este proceso químico metalúrgico, enfatiza Torres, “fue positiva y hubo un proceso de laboratorio óptimo hidrometalúrgico de separación de uranio. Este comenzó el 2008 y terminó el 2009. Culminó esa etapa, que va complementada por análisis químicos de esa solución para examinar la presencia de uranio inicial; luego viene el proceso de extracción de uranio. Ahora se pasó a una segunda fase en la parte metalurgia. Ello da origen a un escalamiento a nivel piloto”. Así, la CCHEN trasladó equipos de su planta de Lo Aguirre a la mina Radomiro Tomic (RT).

“El objetivo central de esta planta es obtener información específica de cuál es la proporción de la presencia de uranio en las corrientes de los PLS de Radomiro Tomic y determinar los parámetros de separación”, apunta.

Torres dice que hay validar los procesos de separación y eficiencia, para luego medir a escala industrial y evaluar del punto de vista técnico-económico la factibilidad de ir a una escala mayor, expresa.

“Esta segunda fase operará diez meses. Se financia con un aporte de US$1.300 millones de Codelco. Nosotros aportamos la infraestructura técnica y personal especializado”, indica.

“La planta consiste en una batería de celdas de extracción por solvente y una columna de intercambio iónico, depósito, estanques y recolección de manejo de fluidos y finalmente un depósito donde recibiremos óxido de uranio, que es un polvo seco, amarillo, que en la jerga se le llama “Yellow Cake”. Nosotros estamos pronto a empezar a obtener algunos pocos kilos de Yellow Cake en un lapso corto, de aquí a un mes ya obtener algunos kilos de material”, informó.

Para que sea rentable para Codelco y cualquier empresa en el mundo, la explotación de uranio debe ser del orden de unas cien toneladas anuales.

“El uranio está solo o asociado con otros minerales. En Chile no sólo está asociado al cobre sino que hay otras formaciones geológicas sin cobre, con tierras raras. Es diversa la forma de la presencia de uranio. Creemos que aquí puede haber una minería específica del uranio”, plantea.

Cien lugares de Chile donde hay uranio

La CCHEN hizo en los años ‘70 “una exploración de una parte pequeña del territorio. Entonces dimos cuenta de alrededor 100 prospectos interesantes de uranio. Fue una prospección básica, que abarcó alrededor del 7% el territorio, se hizo una carta pronóstico, la cual da cuenta de lugares diversos a lo largo de Chile, no solo en el norte, sino también en la zona central y sur, donde hay presencia de uranio. En Chile hay uranio, hay que explorarlo o cuantificarlo y evaluar su potencial extracción desde el punto de vista económico”.

“El mundo consume hoy unas 68 mil toneladas al año de uranio y se proyecta un crecimiento intensivo en los próximos 20 años. Hay que decir que en la generación nucleoeléctrica, el precio del combustible representa muy poco en el costo. Por ese motivo no se puede decir que a mayor precio del uranio, mayor precio de la electricidad. El combustible representa un porcentaje bajo, no superior al 15%, en la generación eléctrica, a diferencia de otros combustibles. Eso despierta interés en todas partes y por eso las acciones a nivel mundial para incentivar la exploración de uranio”, puntualiza.

“Los reactores nucleoeléctricos en el mundo se han alimentado de uranio, que proviene de yacimientos en explotación en pocos países en el mundo: Canadá, Australia, Gabón y Rusia son principales productores de uranio. Entonces junto con la producción existente, también el redestino de uranio proveniente de arsenales militares de Estados Unidos y Rusia. Esos stocks militares se están acabando y la demanda ha empezado a crecer, tanto por los reactores existentes, como por nuevos en diversas partes del mundo”, asegura.

“En promedio una central nuclear consume unas 80 o 100 toneladas de uranio al año. Las centrales argentinas están en ese rango. Un país que tenga 300 mil toneladas de uranio tiene para abastecer un programa nuclear intenso por más de 100 años. Calculamos que hay decenas de miles de toneladas de uranio, pero eso hay que chequearlo. Especulamos que hay recursos de uranio más que suficientes en Chile para sostener un programa nuclear con varias centrales. Un programa nuclear no se sostiene con una sola central”.

El ciclo del combustible nuclear

Etapa 1. Minería del uranio. Extracción y separación del mineral bajo procedimientos convencionales mineros.
Etapa 2. Concentración. Producción de concentrados de uranio natural y de la conversión del mineral en uranato amónico (Yellow Cake).
Etapa 3. Conversión y enriquecimiento: en esta etapa el concentrado de uranio se purifica y se convierte en Hexafloruro de uranio. Luego este producto se somete a un proceso de enriquecimiento, para aumentar la producción. El resultado es óxido de uranio enriquecido.
Etapa 4. Fabricación de elementos combustibles. En esta etapa el óxido de uranio es tratado para la obtención de pastillas de combustibles cerámicas, las cuales son colocadas en barras, luego éstas se colocan en un armazón que contiene un número dado de tales barras. A esta estructura final se le llama “elemento combustible”.
Etapa 5. Uso del combustible nuclear: Los elementos combustibles se introducen en el núcleo del reactor que generan la fisión nuclear. Una vez que la vida de un elemento combustible ha cesado, estos se almacenan de forma temporal en las mismas instalaciones que albergan al reactor.
Etapa 6. Almacenamiento de residuos: Los residuos producidos se acondicionan para convertirlos en una masa sólida estable y duradera. Luego se introducen en recipientes especialmente diseñados para soportar almacenamientos por decenios o cientos de años.

Tomado de: www.radio.uchile.cl

0 comentarios: