1/23/2013
10/17/2012
Campaña Nacional #Yo No Presto el Voto
• “Porque ellos se suben los sueldos y me bajan el mío, yo no presto el voto”
• “Porque ellos no cumplen sus promesas, yo no presto el voto”
• “Porque ellos no quieren educación gratuita, yo no presto el voto”
• “Por Chile, yo no presto el voto”
9/19/2012
El punto de no retorno
Manuel Bertoldi*
* Docente, Facultad de Cs. Agrarias Y Forestales, Universidad Nacional de La Plata. Integrante de la Secretaria de la articulación de movimientos sociales hacia el ALBA. Leer más...
8/19/2012
La contraofensiva patronal sobre el movimiento de masas y los extravíos de la izquierda chilena.
Alma Negra.
Las fotos de niños mapuches ensangrentados después de la última y heroica acción de Carabineros en La Araucanía circulan profusamente por la web más no por los diarios ni las pantallas televisivas. No hay espacios para esta realidad, como no lo hay para las decenas y centenas de jornadas barriales, de centro de alumno, de sindicato, de piño, de colectivo, que se realizan en estos mismos momentos. Para defender el agua robada por las grandes empresas, para defender el pedazo de mar que hoy le es entregado a las empresas pesqueras, para defender los derechos del consumidor hoy mismo pisoteado por comerciantes, como los de farmacias que se coluden, esconden remedios genéricos y ganan suculentos “incentivos” de las grandes empresas productoras. Es la cotidianidad de un Chile en que los dueños del poder y la riqueza pretenden demostrar que “la brecha entre pobres y ricos” ha disminuido, al igual que la cifra de pobres. Es el mentir, mentir que siempre algo queda, el bombardeo tratando de crear “opinión publica” , de tomar iniciativas en el tinglado de lo que se muestra, mientras bajo cuerda, operan con todos sus mecanismos para mantener la dominación.
Más de alguno puede decir: ciencia ficción. Puede decir delirios persecutorios de quienes no entienden la modernidad y se quedaron pegados en el pasado y en la lucha de clases. ¿No ven que es democrática la red de internet y todos tenemos acceso a escribir a leer, a informarnos? Y claro, a votar, a inscribirse en registros electorales y a elegir. Elegir por supuesto a quienes entraran al ruedo de “la política”, de esa “política- espectáculo” de los “elegidos para perpetuar el sistema. Los participes de ese escenario que tiene su propio show, al margen de lo que a las más amplia masas le urge. ¿Cómo si no entender a un honorable, que justo en momento que arrecia la contraofensiva de los patrones imponiendo leyes leoninas contra los movimientos sociales, justo cuando se lanza un nuevo paquete represivo contra los mapuches, justo cuando esos niños mapuches aprenden la dura lección sobre la vida con perdigones mediantes, este honorable sale hablando de que fuma mariguana? ¿Cómo si no entender al máximo dirigente de los hasta ayer socialistas declarando, apenas días después en que se aprueban migajas de reajuste para los trabajadores, que los empresarios nada deben de temer de un nuevo y futuro gobierno de la señora Bachelet?
Pero en realidad, no hay nada para sorprenderse. Es para indignarse. Para entender al grado de dominio y hegemonía que tienen los poderosos en este país. Para entender los extravíos de las conducciones políticas, incluso las que intentan calificar como conducciones revolucionarias, que terminan todas bailando al mismo ritmo: la consolidación del sistema, del Estado, de los mecanismos diseñados ex profeso por los arquitectos políticos de la dictadura militar que se dieron a la tarea de diseñar el Chile post periodo revolucionario del 73: el Chile subordinado absolutamente al capital financiero internacional, el Chile de la reforma laboral que arrebató todas las conquistas laborales alcanzadas, el Chile del endeudamiento permanente de las masas, del lucro en todas las esferas, el Chile de las empresas depredadoras que están arrasando con la naturaleza, las formas de vida, los minerales, todo lo que sea convertible en valor, en mercancía . Precisamente el Chile rechazado en todas las encuestas por esa mayoría que comenzó a salir a la calle el año pasado y que con voraz apetito, todos quieren convertirla en fuerza de apoyo para sus proyectos políticos, fuerza para subirse ellos al show, al tinglado, al reparto de caretas en un escenario donde finalmente las diferencias desaparecen a la hora de las votaciones y resoluciones esenciales y de fondo.
Casi al terminar el ciclo de luchas estudiantiles del año pasado, lo decíamos en el articulo “A la hora señalada”. Sin la fuerza suficiente, por las propias debilidades del movimiento de masas y de los revolucionarios, el ciclo de luchas que se había abierto con Hidroaysen, que había seguido con los estudiantes, con los mineros, portuarios, corría el riesgo de paralizarse, tanto por el débil apoyo concreto de otros sectores sociales, por sus propias contradicciones y por la estrategia desde el Poder para desgastarlo, debilitarlo con el garrote (represión) y la Zanahoria (mesas de negociación, comisiones investigadoras del Parlamento).
Pero no habíamos reflexionado sobre un elemento: en cada crisis del sistema, al superar el trago amargo los poderosos encuentran los mecanismos para contener e impedir que el desafió y rebeldía del movimiento popular se repita. Por eso es que, mientras la izquierda chilena en sus diversas versiones, al igual que decenas de organizaciones, discutían si galgos o podencos, las clases dominantes preparaban su contraofensiva que hoy está a la vista. Nuevas leyes lectorales, nuevas leyes criminalizadoras contra el movimiento social, a pesar de todos los reveses de los montajes, juicios mulas, testigos encapuchados, son parte del nuevo arsenal de herramientas contrainsurgentes que cuentan. Y por supuesto no hace esperar el debut y el despliegue de los métodos partiendo por la Araucanía.
Mas allá de las declaraciones pomposas, la represión sobre el movimiento estudiantil, sobretodo de la negativa de matricula a dirigentes de los estudiantes secundario ha impactado a la organización y movimiento de los “sopaipillas”, como ha impactado la conquista de la conducción de los estudiantes universitarios por una corriente política que claramente busca posicionarse como actor político mas que conducir la lucha en los escenarios donde realmente el movimiento estudiantil a sido real protagonista: la calle y la lucha en los territorios.
Transitamos por un periodo muy complejo. Toda la fuerza de la maquinaria de los dueños del poder y la riqueza se volcaran al terreno de las elecciones municipales, a lograr meter a todas las en ese escenario a las fuerzas que hasta hoy se han desplegado de manera autónoma, al margen del sistema, con sus propias formas de lucha como lo han sido mapuches, pobladores, pescadores, agricultores que defienden su derecho al agua, sindicatos como Konecta: en la calle, sin permiso y confrontándose.
Será la nueva medición con este movimiento de masas que comenzaba a despuntar y cuyos resultados veremos los próximos meses a la luz de la mantención del ritmo de lucha o el repliegue que en ambos casos será evidente.
Para los revolucionarios el tema esta meridianamente claro: es la debilidad de nuestras propias organizaciones y fuerzas la que impide pasar a fases más abiertas de lucha. Porque son muy amplios aun los sectores que confían y aceptan el dominio patronal, los que confían en el progresismo, los que no ven la totalidad del sistema de dominación, los que creen que no es posible luchar por transformar la realidad, los que “compran” todavía el escenario político, los noticieros, comentaristas y opinologos del poder, los que no creen en las fuerzas y proyectos propios, los que creen que desde “dentro del sistema” podrán cambiarlo.
Seguir remando contra la corriente es la tarea. Sumar, esclarecer, convencer. Desarrollar luchas de poder local, levantar organización donde no la hay, usar todos los métodos de lucha de masas desde los mas pacíficos hasta la acción directa como proceso en el cual, las masas aprenden, se fortalecen, ganan confianza. Y sobretodo, articular fuerzas en el territorio, en la solidaridad, en el apoyo, en el nunca mas solo. En la siembra de embriones de Poder Popular hoy para la lucha reivindicativa y local, mañana para la lucha política y por el poder.
Y por supuesto, enfrentar y discutir con esa izquierda extraviada, no aquellos que ya son parte del poder y que junto a sus bases solo aspiran a ganar un espacio en el municipio para mantener o acceder a los beneficios que ello le reporta. Nos referimos a todos aquellos compañeros de bases que aun creen que desde los espacios municipales o institucionales se potencia la lucha popular. Con toda seguridad, apenas pasen las elecciones y no sea ya urgencia para ellos la inscripción electoral, la campaña, el rayado, el acarreo, volverán al espacio de esa realidad cotidiana que nada en común tiene con la de los poderosos y probablemente el desencanto, la frustración y el desaliento los haga mirar hacia el único camino posible para luchar por un cambio revolucionario de la sociedad: la construcción de fuerza social para la lucha por el poder.
Sembrar para cosechar.
A construir gérmenes de Poder Popular.
Solo la lucha nos hará libres.
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UN GENERAL PATRIOTA LLAMADO ALBERTO BACHELET MARTÍNEZ
Iván Ljubetic Vargas
Eran las 9 de la mañana del martes 12 de marzo de 1974. En el patio de la cárcel de Santiago, el médico, comandante Álvaro Yáñez, se encontró con el general Alberto Bachelet. Ambos, eran presos políticos de la dictadura.
El general le contó que el día anterior fue llevado, otra vez, a la Academia de Guerra Aérea, donde lo tuvieron amarrado y encapuchado, de pie contra una muralla, durante cinco horas.
LA DICTADURA LO ASESINÓ
“Para una persona con cardiopatía severa como él –explica el doctor Yáñez-, que ya había sufrido tres infartos anteriores, eso constituía un riesgo cardíaco”.
Y denuncia: “Fueron perversos con él. Debió escuchar a una mujer violentamente torturada en una pieza cercana y forzada a declarar que él estaba involucrado en una acción de sabotaje. Reconoció la voz como de una mujer que trabajó con él”.
“Esa mañana del martes 12 de marzo de 1974 –prosigue el doctor Álvaro Yáñez- el general Bachelet me dijo: ‘Me siento muy mal’.
“Tenía arritmia y le recomendé que descansara. Se veía colapsado, pálido y sudoroso. Su presión caía vertiginosamente.
“Fui corriendo donde el Alcaide, a quien insté a que lo llevara a un hospital. Se negó. Dijo tener orden del alto mando de que ninguno de los acusados en el proceso ‘Aviación contra Bachelet y otros’ saliera de la cárcel”.
El médico prosigue su relato: “Volví corriendo a la celda. El general Bachelet. tenía un paro cardiorrespiratorio. Recostándolo sobre el piso, intentamos una reanimación con masaje cardíaco y respiración boca a boca. Pero todo fue infructuoso. Así murió el general Alberto Bachelet: sobre el duro cemento de una cárcel”, finaliza su dramático testimonio el doctor Álvaro Yáñez.
El 12 de marzo de 1974 cesó de latir el generoso corazón del militar patriota. Falleció, en brazos de fieles camaradas de armas, cuando tenía 51 años de edad.
¿ QUIÉN ERA ESE GENERAL ASESINADO POR LA DICTADURA?
Alberto Arturo Miguel Bachelet Martínez había nacido el 14 de octubre de 1922.
En 1940, cuando hacía su servicio militar, obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Militar de la Fuerza Aérea de Chile. Había sido elegido, junto con Gustavo Leigh, por el entonces Comandante del Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, coronel Luis Osvaldo Puccio Giesen.
Bachelet y Leigh se reencontraron más tarde como oficiales. Alberto Bachelet, en la Rama de Administración; Gustavo Leigh en la Rama del Aire. Llegaron a ser buenos amigos.
En 1945 Alberto Bachelet se casó con la antropóloga Ángela Jeria Gómez. De ese matrimonio nacieron dos hijos: Alberto y Michelle.
En 1962, durante el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, fue nombrado agregado militar en la Embajada chilena en Washington.
UN BUEN CAMARADA
Después, ocupó el cargo de director de Finanzas de la FACH.
El capitán, en retiro, Raúl Vergara Meneses, lo evoca así:
“Pocos, si alguno, de quienes pertenecíamos a la FACH a comienzos de los años 70, pueden guardar un mal recuerdo del general Bachelet. Al estado llano al que yo pertenecía en esa época, nos llegaba su imagen juvenil y afable, contrastando con la adustez de sus pares. Desde su cargo de Director de Finanzas era conocida su excelente disposición y comprensión frente a las extendidas necesidades económicas del personal, necesidades que no hacían diferencia entre suboficiales y oficiales subalternos.
“La popularidad del general tenía también otra base. Su espíritu deportivo. Estimulaba esta práctica dentro de la Fuerza Aérea en diversas disciplinas, muchas en las que él mismo participaba”,
Patricio Carbacho Astorga, Capitán de Bandada (en Retiro) acota al respecto:
“Fue socio fundador del Club de Tiro al Vuelo, organizador y presidente del Club Deportivo Aviación, llevándolo a participar en la División de Ascenso del fútbol profesional. Era normal verlo los días sábado en las graderías de la cancha de fútbol de Estadio de la Escuela de Aviación, con un mechón canoso caído hacia un lado, observando atento el entrenamiento del equipo de fútbol mientras otros gozaban el descanso de fin de semana. Deportista ávido, podía vérsele de pronto jugando basketball, como luego practicando en las canchas de tenis u organizando una cacería de tórtolas, su deporte favorito.”
SU ACTUACIÓN DURANTE EL GOBIERNO POPULAR
El general Bachelet era conocido como un militar de perfil progresista y cercano a la izquierda, aunque sin lazos partidarios.
El capitán Raúl Vergara Meneses escribe:
“Quienes pretendíamos conocer a nuestros jefes más allá de sus apariencias, sabíamos también de su sensibilidad progresista y de sus simpatías con el gobierno del Presidente Allende. Por eso no me sorprendió que a fines del año 72, éste solicitara a la Fuerza Aérea su destinación al Ministerio de Economía para asumir la Secretaría Nacional de Distribución de esa cartera, a la sazón a cargo de don Orlando Millas”.
En efecto, a comienzos de enero de 1973, el general Bachelet asumió como Director de la Secretaría Nacional de Abastecimiento y Distribución, cargo desde el cual debía dirigir las Juntas de Abastecimiento y Precios, las JAP:
Designó como su asesor y jefe de gabinete, precisamente, al capitán Raúl Vergara Meneses. Éste relata:
“En los nueve meses de su gestión, controlando eficazmente a las empresas distribuidoras intervenidas que estaban bajo su dirección y estimulando tanto la participación de los pequeños comerciantes como la organización vecinal, logró señalados éxitos en garantizar el abastecimiento básico a todas las familias de Chile”
DETENCIONES Y TORTURA
El martes 11 de septiembre de 1973, el general Alberto Bachelet estaba en su oficina en el Ministerio de Defensa. El general Orlando Gutiérrez, revólver en mano, lo detuvo por órdenes expresas del comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigh..
Fue puesto en libertad esa misma noche. Volvió a su hogar, junto a su esposa y su hija Michelle. Redactó de inmediato su renuncia a la FACH.
El 14 de septiembre, su hogar fue allanado y lo detuvieron nuevamente. Se le envió recluido a la celda Nº 12 de la cárcel pública en calidad de preso político..
El día 20 de septiembre fue trasladado a la Academia de Guerra Aérea, la siniestra AGA, para ser interrogado. Con enorme sorpresa, constató que el fiscal era el mismo general Gutiérrez que lo había detenido el 11. Fue torturado. Se le mantuvo largo tiempo encapuchado, lo golpearon y le enterraron objetos punzantes bajo las uñas. Al verlo en muy mal estado, fue examinado por médicos, los que advirtieron una seria alteración cardiaca. Lo llevaron al cercano hospital de la FACH.
“ME QUEBRARON POR DENTRO”
A mediados de octubre, fue puesto bajo arresto domiciliario. Volvió a su hogar en pésimas condiciones físicas y con un agravamiento de sus dolencias coronarias.
Con fecha 16 de octubre de 1973, escribió una carta a su hijo Alberto y a sus nietos, que se encontraban en Australia. En ella relata:
“Estuve 26 días arrestado e incomunicado. Fui sometido a torturas durante 30 horas (ablandamiento) y finalmente enviado al Hospital FACH con una isquemia, que es la antesala del infarto...
“Me quebraron por dentro, en un momento, me anduvieron reventando moralmente -nunca supe odiar a nadie- siempre he pensado que el ser humano es lo más maravilloso de esta creación y debe ser respetado como tal, pero me encontré con camaradas de la FACH a los que he conocido por 20 años, alumnos míos, que me trataron como un delincuente o como a un perro, oficiales a los cuales siempre ayudé, a los que siempre tendí mi mano”.
UNA CARTA DESDE LA CÁRCEL
Estando en casa, redactó un minucioso informe para que su abogado lo defendiera ante la Fiscalía de Aviación. En ese documento, el general Bachelet relata el trato vejatorio e inhumano sufrido en la Academia de Guerra Aérea.
El 18 de diciembre lo arrestaron nuevamente y enviaron a la cárcel pública. Ahora, para ser procesado por un Consejo de Guerra.
Con fecha 22 de febrero de 1974, el general Bachelet le escribió, desde la cárcel, una carta a su esposa Ángela Jeria, allí le dice:
”La nostalgia cede el paso al recuerdo constante de la mujer que siempre ha sido la compañera en la entrega total y tus letras, mami, son maravillosas, las he leído mil veces, borran todo lo amargo de esto y mirando un futuro cercano creo que sería junto a ti todo un mundo de realizaciones, en cualquier sentido y medida”.
No hubo futuro para él. Dieciocho días después de enviar este tierno mensaje, su generoso corazón de soldado democrático, dejó de latir.
UN PROCESO MONSTRUOSO
El Capitán de Bandada (en Retiro) Patricio Carbacho Astorga recuerda: “Fuimos muchos entre suboficiales y oficiales, los sufrimos la ingratitud de vernos separados de las bandadas institucionales, trasladados a la cárcel pública y enfrentados a un juicio que se rotuló ‘Contra Bachelet y otros’. El proceso constituyó entonces y aún hoy, una reversión de la justicia, juzgando en un tiempo de guerra inexistente como traidores a la patria a quienes habíamos respetado la Constitución, y tratando de sentar las bases de una peregrina teoría mediante la cual el gobierno elegido constitucionalmente se había transformado en enemigo. Curiosamente, quien diera con su nombre rótulo al proceso, el General Alberto Bachelet, fue a quien menos justificación tenían los cargos que presentaron.
¿Cómo acusarlo de ser Secretario de Distribución si la propia institución lo había comisionado a tal cargo?”
El 17 de abril de 1974, o sea, 36 días después de la muerte del General Bachelet, se inició un Consejo de Guerra, bajo el rótulo: “Aviación contra Bachelet y otros”. El general fue sobreseído de todo cargo. Nada le pudieron comprobar en su contra, salvo su fidelidad al juramento de servir a su patria. De esta manera, después de muerto el general Alberto Bachelet triunfó sobre los traidores.
HONOR Y GLORIA AL MILITAR PATRIOTA
El domingo 15 de enero de 2006. Michelle Bachelet, en su primer discurso como Presidenta de la República, dijo:
“Hay alguien que en este momento estaría muy orgulloso. Un hombre al que quisiera abrazar esta noche. Ese hombre es mi padre, Alberto Bachelet Martínez, general de la Fuerza Aérea de Chile”.
Y el 10 de octubre de 2007, la Presidenta de Chile inauguró en la comuna de El Bosque, un establecimiento educacional que lleva por nombre Escuela General Alberto Bachelet.
Durante la dictadura surgieron dentro de la FACH traidores y asesinos, que bombardearon La Moneda, que torturaron y mataron a tantos patriotas, además de corruptos y ladrones. Pero también hubo grandes patriotas como el general Alberto Bachelet.
¡Honor y gloria para el general Bachelet y sus camaradas de armas, que se mantuvieron leales al pueblo chileno y a Salvador Allende, el inolvidable compañero Presidente!
http://www.elboletinrojo.blogspot.ch/2012/07/un-general-patriota-llamado-alberto.html
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Arrepentimiento, contrición, penitencia y sanación… Luis Casado
“Me acuso Padre…”, así decíamos cuando, niños con cara de culo y escondiendo una mal disimulada sonrisa un pelín hipócrita, protegidos por la rejilla que te separaba del cura que te confesaba, -cura que en una de esas soñaba con ponerte la mano en la pierna-, sabiendo que como mucho te caerían tres padres nuestros y cinco aves marías, reconocíamos habérnosla meneado pensando en la profesora de inglés, o mejor aún, en la madre de Claudio, compañero de mi Liceo público, laico y gratuito que estaba de chuparse los dedos, -la madre de Claudio digo, no el Liceo-, uno de mis recuerdos de adolescente tan inolvidable como inconfesable, de antes de conocer mis primeros escarceos tirísticos.
Pero servidor tenía los atenuantes de la tierna edad, el de la inexperiencia que todo lo observa con grandes ojos asombrados, y el de querer intentarlo todo: a los 12 años la curiosidad no tiene límites y la osadía limita sólo con la temeridad.
Pero… ¿Qué pensar de un boludo ya mayor, -tránsfuga, o transeúnte, de Patria y Libertad, portavoz de Bachelet en el que fue el gobierno de Andrés Velasco-, cuándo confiesa pecadillos de otro calibre? Francisco Vidal, de él se trata, evoca, ¿añora?, tiempos mejores de los cuales lamenta el carácter emoliente y la evidente falta de resultados:
"En materia de desigualdad, no avanzamos más porque la derecha, los socios del presidente se opusieron a cada una de las medidas que apuntaban al ajuste de la igualdad en Chile, más nuestras omisiones y faltas de coraje para enfrentar los tema de desigualdad"…
En otras palabras, “Perdone la muerte del niño… pero ya pasó la vieja.” En el rito cristiano que Vidal hace suyo, la confesión juega un papel muy importante a la hora de volver a pecar. La confesión es una suerte de borrón y cuento nuevo. Vidal, como sus co-gangsters de la Concertación, creen que si la confesión es pública quedan eximidos de responsabilidad histórica, libres de pecado, vírgenes, como nuevos.
Pero el método ha ido perdiendo de su eficacia, usado abusivamente como ha sido a lo largo de los siglos, incluso y sobre todo por los guardianes del templo, para no hablar de los tartufos del tipo de Vidal.
“Contrición es, en el sacramento de la penitencia, dolor y pesar por haber ofendido a dios, el arrepentimiento de una culpa cometida. El dolor de los pecados debiese ser motivado por el arrepentimiento de haber ofendido a dios por ser Él quién es y no sólo en virtud de los premios perdidos o castigos merecidos. Los tres elementos del concepto, -dolor, renuncia, propósito de cambio-, son elementos claves para autentificar el arrepentimiento, de modo que uno sólo haría dudar de la autenticidad de esa disposición moral.”
¿Dónde le duele a Vidal? ¿A qué renuncia? ¿De qué propósito de cambio es portador?
En diciembre de 2003, un no menos angélico Nicolás Eyzaguirre declaraba “La distribución del ingreso en Chile es una vergüenza”, mientras Ricardo Lagos, su jefe, moderaba: “Sí, es muy mala”. Sin embargo seguían a la letra las instrucciones de moderación salarial que impartía el FMI. Lo que le permitió a este constatar que “En este contexto, el gobierno y el congreso acordaron recientemente un incremento del 4% del salario mínimo para el sector privado, es decir un uno por ciento (1%) en términos reales." Esa aclaración valía su peso en oro: “es decir un uno por ciento en términos reales”. Es lo que Lagos llamó evitar los “atajos” cuando declaró “Hemos aprendido en la dura experiencia de la vida que no hay atajos para mejorar la distribución del ingreso”.
Algo más tarde, en septiembre de 2005, el arzobispo de Santiago llamaba a los candidatos a la presidencia a mejorar la "escandalosa mala distribución del ingreso en Chile". Ni Lagos ni Eyzaguirre habían cumplido su promesa de crecer “con equidad”. El arzobispo se los dijo públicamente y en su propia
cara. Eyzaguirre, precediendo a Vidal, hizo acto de contrición: “Nos ha faltado corazón y hay que ver cómo podemos compartir más”.
Converso entre los conversos, Eyzaguirre fue luego a confesarse con el diario madrileño “El País”: Es verdad que después de su paso por el ministerio de Hacienda la distribución del ingreso en Chile seguía siendo “una vergüenza”, pero “cada vez que intentábamos hacer algo el establishment se oponía, y no pudimos hacer nada”. Tal vez por esa razón, -la pusilanimidad o la complicidad-, el establishment despidió a Lagos con “el amor de los empresarios”.
¿Tiene sentido, de cara a los lloriqueos de Vidal, recordar las palabras del candidato Ricardo Lagos?
“En los momentos de crisis como el actual, sentimos el cruel efecto de esas desigualdades. La crisis económica multiplica la inseguridad de las familias y las hace sentir, con angustia, que una vez más el país les vuelve la espalda. Con las desigualdades sociales crecen la frustración, el desaliento, el desconsuelo. Crece también la delincuencia. Y se debilitan la solidaridad, el respeto, el coraje. Debemos terminar con las desigualdades antes que ellas terminen por debilitar a la familia, a la comunidad y a la nación chilena.” (Ricardo Lagos. Discurso programa - octubre de 1999)
En el mes de julio de 2012, trece años y dos presidencias “progresistas” más tarde, Francisco Vidal, portavoz de Bachelet en el que fue el gobierno de Andrés Velasco, nos explica que esas falencias se debieron a que "fuimos demasiado cuidadosos con los empresarios".
Que lindo lenguaje para decir cosas tan feas.
De Vidal uno espera que diga claramente “no tuvimos cojones” o “fuimos lameculos del empresariado”, en fin, el tipo de frase que le parece grosera y violenta a las almas sensibles que nunca tienen cuenta de que lo grosero y lo violento es el pillaje al que someten al país y a sus habitantes.
No. Francisco Vidal está en la onda del arrepentimiento, la contrición, la penitencia y la sanación, como método infalible para volver a mangar.
¿Tres padres nuestros y cinco aves marías?
25 de julio de 2012
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La máquina electoral. Manuel Cabieses
Con la inscripción de los candidatos a concejales y alcaldes de las 346 municipalidades del país, oficialmente se pone en marcha, el 30 de julio, la máquina electoral. En realidad ella viene triturando principios y digiriendo pactos, alianzas y compensaciones desde hace varios meses. Alrededor de trece millones de ciudadanos -la inscripción automática incorporó casi cinco millones a los registros electorales- podrán votar el 28 de octubre. La incógnita es cuántos lo harán ahora que el voto es voluntario y que el desprestigio de los partidos ha crecido a niveles nunca antes vistos.
Es posible que, a falta de otro instrumento más eficaz para castigar a los partidos, la abstención sea bastante más alta de lo que suele ser en elecciones municipales. Y que junto con la abstención se intensifique la protesta social, que viene haciendo temblar la institucionalidad heredada de la dictadura. La abstención activa podría convertirse así en factor de impulso de un vuelco en la situación política. La sanción ciudadana permitiría emerger a una fuerza distinta, leal a los intereses del pueblo, que levante propuestas patrióticas, democráticas y anticapitalistas que interpreten a los más amplios sectores sociales afectados por la economía de mercado y por la explotación de las transnacionales.
Chile necesita esa alternativa. Lo pone de manifiesto la protesta social que desde hace más de un año reclama un cambio. Lo evidencia, asimismo, la indigencia del discurso político que se consume en banalidades y disputas artificiales para ganar algunos segundos en televisión.
La máquina electoral determinará desde ahora, y hasta las elecciones presidencial y parlamentaria del año próximo, cada paso y cada palabra de los partidos y sus dirigentes. Todo lo que digan o hagan estará fríamente calculado para producir determinados efectos que se miden en votos.
Ningún partido escapa a esta lógica, que incluye la afanosa búsqueda de recursos financieros para sostener una campaña larga y costosa. Miles de millones de pesos se destinarán a gastos electorales. El aporte del Estado no alcanza a cubrir esos gastos. Entonces, ¿quién los paga? Lo hacen los sectores -pocos y bien conocidos- que invierten en política, que es otro negocio rentable en el país. En esa relación se encuentra el origen de muchas leyes, decretos y resoluciones que los lobistas se encargan de afinar con parlamentarios y funcionarios agradecidos. Y el primer escalón de la corrupción institucional reside en las municipalidades, donde se comercia desde el permiso para instalar un quiosco de diarios hasta un plano regulador a la medida de las empresas inmobiliarias.
La falta de una alternativa electoral -que nacerá desde el propio movimiento social cuando la protesta social se transforme en propuesta política- permite que los partidos institucionales inventen trampas para conseguir votos. Una consiste en cambiar nombre a la Concertación, que pasará a llamarse “oposición”. Pero son los mismos partidos, más el Comunista, que pretenden hacer creer que se trata de algo diferente. Para ello se argumenta que “la tarea de las tareas” es “derrotar a la derecha”. Una invención política inconsistente, porque la derecha no ha hecho otra cosa que continuar aplicando las políticas de los gobiernos de la Concertación. En lo esencial consisten en entregar bonos y subsidios a la población más “vulnerable” y en otorgar toda clase de beneficios tributarios a las grandes empresas nacionales y extranjeras.
La “oposición” que hoy pide los votos de los ciudadanos de Izquierda, no se diferencia en nada sustantivo de la derecha gobernante. Ambos bloques -Concertación más PC y Alianza- plantean lo mismo en cuestiones esenciales para el futuro del país. En la “oposición” no hay siquiera un atisbo que permita suponer, por ejemplo, que se propone rescatar la soberanía secuestrada por las transnacionales de la minería, la energía, las finanzas, la telefonía, la pesca, la educación, etc. Chile es víctima del asalto a mano armada de una pandilla que se lleva en bruto nuestras riquezas naturales y obtiene enormes utilidades gracias a la complicidad de los partidos que administran el Estado.
Este despojo brutal se acentuó bajo la dictadura militar, que revirtió la nacionalización del cobre, pero lo llevaron a un extremo vergonzante los gobiernos de la Concertación, sobre todo los de Lagos y Bachelet, los presidentes “socialistas” de la Concertación. Las ganancias que las transnacionales remesaron a sus casas matrices en el periodo 1996-2010 más que duplicaron el monto de la inversión extranjera. Mientras la inversión alcanzó a 62 mil millones de dólares, la renta total que produjo llegó a 132 mil millones de dólares. O sea, que las inversiones extranjeras en Chile en ese periodo se han pagado solas en un plazo de catorce años. Por cada dólar que entra a Chile como inversión, el país le paga dos dólares al inversionista. Esto sin contar la pérdida fabulosa que representan las exportaciones de concentrados de cobre que llevan gratis otros minerales.
Esta situación vejatoria para la dignidad nacional es un robo descarado. El Estado podría financiar -si impidiera, como es su deber, este despojo- la educación gratuita y salud pública de calidad, la vivienda digna y el trabajo estable y con salario justo que reclama el pueblo. Pero esto no le pasa por la mente a la “oposición” y por supuesto mucho menos a la derecha gobernante. Tampoco plantea convocar a una Asamblea Constituyente que elabore la Constitución democrática que necesita el país para liberar sus potencialidades creadoras.
A remolque de esta “oposición” caradura, la Izquierda chilena no tiene ninguna posibilidad de rehacerse. Alguno de sus partidos, en el mejor de los casos, puede lograr unos cuantos diputados y alcaldes. Será una pobre ganancia si se considera el costo que le significará navegar en la estela de una de las dos derechas -según la acertada definición de Sergio Aguiló- que hoy se reparten la institucionalidad política.
El camino de la Izquierda, vale decir del pueblo, es más largo y difícil. Pero es más seguro y permitirá construir desde sus cimientos la mayoría social y política que haga posibles los cambios. Hablamos de una alternativa patriótica, socialista y democrática como ya ha ocurrido en Venezuela, Ecuador y Bolivia. Esta construcción permitirá -si se hace necesario- establecer amplias alianzas sociales que ayuden al proceso de cambios, sin someter a la Izquierda a la triste condición de furgón de cola de una de las dos derechas.
Manuel Cabieses Donoso
Revista Punto Final
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Las mentiras de Guillermo Arthur y las AFP: Sólo el 2008 se perdieron más de US$ 28.000 millones
Luis Mesina.
Durante la semana pasada se difundió de manera profusa la noticia de que a diez años de la creación de los multifondos, éstos han rentado entre un 4% y 6,5%. Nada se dijo respecto de la sistemática caída que vienen experimentando los ahorros de los trabajadores desde el 2007 en adelante. En efecto, sólo el 2008 se perdieron más de US$ 28.000 millones, cifra que en esa época representaba más de un cuarto del Producto Interno. Luego, con la estafa de La Polar, el fondo de ahorro perdió más de US$1.900 millones. En estos últimos cinco años los trabajadores han visto desaparecer de sus cuentas individuales millones y millones de dólares y, lo más grave, dado que un alto porcentaje de estos fondos (un 80% en el caso del FONDO A) continúan invirtiéndose en renta variable, vale decir, en instrumentos especulativos, las perspectivas son aún más negativas.
El gobierno con su Ministra, los altos ejecutivos de las AFP y los ex funcionarios de gobierno de la Concertación, insisten en mantener un discurso de que la previsión hay que mirarla en el largo plazo, y que por tanto, no vale la pena cambiarse del FONDO A ya que al hacerlo asumen la pérdida. Nada más alejado de la realidad. Desde la crisis, julio de 2007 a junio de 2012, el FONDO A ha perdido un 19,26%, en cambio el FONDO E, en igual periodo, ha obtenido una rentabilidad del 22,02%. Lo grave es que el 59% de los afiliados se halla en los fondos A y B, los de mayor exposición, y sólo un 8,9% está afiliado al Fondo E.
De allí la gravedad de que las autoridades sigan recomendando una afiliación que expone irresponsablemente a los trabajadores.
Lo más increíble es que la mayor parte de las altas autoridades se han cambiado al FONDO E, pues es el que menos exposición tiene ante la volatilidad del mercado mundial, es más, el propio presidente de la Asociación de AFP, Guillermo Arthur está en el FONDO E.
Como insistentemente señalan, la previsión es un tema de largo plazo y hay que mirarlo con esa perspectiva. El sistema chileno cumplió 31 años y los datos de la propia Superintendencia de Pensiones muestran que las AFP al día de hoy pagan poco más de 900 mil pensiones y el promedio de éstas no supera los $175 mil, en circunstancias que el promedio imponible de los trabajadores es de $527 mil, es decir, las AFP pagan un tercio del equivalente del ingreso que percibían en su vida laboral. A esto hay que agregar que este sistema genera una alta carga financiera para el Estado, cercano al 60%, ya que entre 1981 y el 2009 más del 50% del gasto para pagar pensiones que hicieron las AFP y las compañías de seguros se hizo con dineros públicos.
La persistente mentira de los dueños de las AFP y el silencio de la mayor parte de los actuales parlamentarios, responde a la gigantesca capacidad de lobby que tiene las AFP, que seguramente con recursos de los propios afiliados financiaran parte de las campañas políticas y con ello cerrarán la boca para continuar perpetuando un sistema que sólo ha enriquecido a los grandes grupos económicos. Parte del discurso de quienes defienden este sistema, se centra en que es necesario “educar financieramente” a los trabajadores, como si dependiera de la educación, el acabar con la especulación financiera a la que son sometidos los ahorros previsionales.
La verdad, falta educación, pero educación para que los trabajadores revisen sus cartolas y comprueben como, año tras año, no logran acumular ahorros pues estos se desvanecen por la especulación a la que son sometidos y cómo, a diferencia de sus pérdidas, los dueños de las AFP aumentan las utilidades estratosféricamente.
El gran discurso de José Piñera para destruir la Seguridad Social en Chile, fue que los sistemas de reparto estaban en crisis; que eran una carga para el Estado, y que pagaban pensiones miserables. Un sofisma creado bajo dictadura. Nunca estuvieron en crisis, al contrario, la mayoría de las cajas de previsión al año 1980 mostraban superávit y las pensiones que pagaban oscilaban entre el 75% al 80% del salario y, comparadas con las AFP, nunca fueron una carga para el Estado, es más, su nivel de eficiencia era mucha más alto que el de las AFP.
Cuando Europa y el mundo enfrentan nuevamente una crisis derivada de la codicia del capital, inmediatamente se pretende destruir contra los regímenes de Seguridad Social, pues son los únicos sistemas que fundados en la solidaridad y universalidad permiten entregar dignidad a quienes viven de su trabajo. No hay ninguna evidencia seria que pueda demostrar que los sistemas de reparto están en crisis, Europa es la mejor prueba de ello, todos los países de alto desarrollo, como los del norte europeo, Alemania, Francia y la propia España, mantienen estos regímenes, y gracias a ellos, han podido capear de mejor forma la crisis que viven actualmente.
Chile y sus trabajadores tenemos un desafío ético que cumplir, consiste inexorablemente por acabar con este sistema espurio que se construyó con la total ausencia y participación de los trabajadores y que ha servido solamente para disponer de recursos a los grandes grupos económicos para que con éstos reproduzcan la riqueza en pocas manos.
http://luismesina.blogspot.com/2012/07/las-mentiras-de-guillermo-arthur-y-las_24.html
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Eduardo Galeano: “A la basura dos siglos de conquistas”
"La mayoría de los países europeos que parecía que estaban vacunados de los golpes de Estado son ahora gobiernos gobernados a manos de tecnócratas designados a dedo por Goldman & Sachs y otras grandes empresas financieras que no han sido votadas por nadie", dijo el escritor uruguayo sobre la crisis por la que atraviesa el viejo continente y que, a su juicio, es vista por América Latina como "una obra de teatro que fue estrenada acá y que ya conocemos".
Este es un mundo violento y mentiroso pero no podemos perder la esperanza y el entusiasmo por cambiarlo”, asegura Eduardo Galeano. El escritor uruguayo, historiador literario de su continente a través de obras como “Las venas abiertas de América Latina” y la trilogía “Memorias del Fuego”, habló con BBC Mundo sobre los últimos acontecimientos de América Latina y la crisis económica mundial.
Desde su mesa de siempre en el céntrico Café Brasilero, dejando tras el ventanal el frío del invierno austral, insiste en que “la grandeza humana está en las cosas chiquitas, que se hace cotidianamente, día a día, la que hacen los anónimos sin saber que la hacen”.
Por eso, alterna las respuestas con episodios de su último libro, “Los hijos de los días”, en el que agrupa 366 historias reales, una para cada día del año, que contienen más verdad que hablar de la prima de riesgo.
- La crisis europea se está manejando por los líderes políticos desde un discurso de sacrificio de la población.
Es igual al discurso de los oficiales cuando mandan a los reclutas a morir, con menos olor a pólvora pero no menos violento.
Esto es un plan sistemático a nivel mundial para arrojar al tacho de la basura dos siglos de conquistas obreras, para que la humanidad retroceda en nombre de la recuperación nacional.
Este es un mundo organizado y especializado en el exterminio del prójimo.
Y luego vienen a condenar la violencia del pobre, la de los muertos de hambre; la otra se aplaude, merece condecoraciones.
- ¿Se está presentando la ‘austeridad’ como única salida?
¿De quiénes? Si los banqueros que produjeron este desastre fueron y siguen siendo los principales asaltantes de bancos y son recompensados con millones de euros que les pagan como indemnización…
Es un mundo muy mentiroso y muy violento. Lo de la austeridad es un viejo discurso en América Latina. Asistimos a una obra de teatro que fue estrenada acá y que ya conocemos.
Sabemos todo: las fórmulas, las recetas mágicas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial…
- ¿Considera que el empobrecimiento de la población es más violento?
Si la lucha contra el terrorismo fuera verdadera y no una coartada para otros fines, tendríamos que empapelar el mundo con carteles que dijeran ‘se buscan a los secuestradores de países, a los exterminadores de salarios, a los asesinos de empleo, a los traficantes del miedo’, que son los más peligrosos porque te condenan a la parálisis.
Este es un mundo que te doméstica para que desconfíes del prójimo, para que sea una amenaza y nunca una promesa.
Es alguien que te va a hacer daño y para eso hay que defenderse.
Así se justifica la industria militar, nombre poético de la industria criminal.
Eso es un ejemplo clarísimo de violencia.
- Pasando a la política latinoamericana, México continúa en las calles protestando por los resultados oficiales de las elecciones…
La diferencia de votos no fue tan grande y quizás sea difícil de demostrar que hubo fraude.
Sin embargo, hay otro fraude más profundo, más fino y que es el más dañino a la democracia: el que cometen los políticos que desde el llano prometen todo lo contrario de lo que después hacen desde el poder. Así están actuando contra la fe en la democracia de nuevas generaciones.
- Respecto a la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, ¿se puede hablar de golpe de Estado si se ha basado en las leyes del país?
Por supuesto que el de Paraguay es lisa y llanamente un golpe de Estado.
Han golpeado el gobierno del ‘cura progre’ no por lo que hubiera hecho sino por lo que podía hacer.
No había hecho gran cosa pero como se proponía una reforma agraria en un país que tiene el grado de concentración de poder de la tierra más alto de toda América Latina, y en consecuencia la desigualdad más injusta, había tenido algunas actitudes de dignidad nacional contra algunas empresas internacionales todopoderosas como Monsantos y prohibido el ingreso de algunas semillas transgénicas…
Fue un golpe de Estado preventivo, por si acaso, no por lo que eres sino por lo que puedes llegar a hacer.
- ¿Le sorprende que sigan dándose estas situaciones?
El mundo actual es muy sorprendente.
La mayoría de los países europeos que parecía que estaban vacunados de los golpes de Estado son ahora gobiernos gobernados a manos de tecnócratas designados a dedo por Goldman & Sachs y otras grandes empresas financieras que no han sido votadas por nadie.
Hasta el lenguaje lo refleja: los países, que se supone que son soberanos e independientes, tienen que hacer bien sus deberes como si fueran niños con tendencia a la mala conducta y los maestros son los tecnócratas que vienen a tirarte de las orejas.
7/27/2012
Fernando ha vuelto.
Ricardo Brodsky. Director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Resulta difícil describir los sentimientos que a uno lo embargan al conocer la noticia de que el juez Manuel Vásquez certificó el fallecimiento de Fernando Ortiz, atribuyendo su muerte a múltiples fracturas provocadas por las indecibles torturas que sufrió en manos de los ocupantes del centro secreto de extermino de la DINA ubicado en Simón Bolívar 8800, cuya existencia develó el Juez Víctor Montiglio.
Supongo que esa mezcla de sentimientos encontrados, ese dolor e impotencia, combinados con el alivio de una historia de búsqueda que llega a su fin, es ineludible. Cómo no sentir dolor al ver la manera inhumana en que fue tratado ese gentil, caballeroso, valiente e inteligente profesor universitario que fue Fernando Ortiz. Pero al mismo tiempo, cómo no sentir alivio y esperanzas al ver la emoción que están viviendo sus hijas Estela y María Luisa, quienes finalmente podrán sepultar sus restos, acompañadas de sus amigos y compañeros, para hacer vivir los muchos recuerdos de su padre en paz.
Conocí a Fernando Ortiz pocos años antes de su detención, cuando integraba la dirección clandestina del partido comunista. Frecuentaba el departamento en el que vivíamos mi madre y yo en el centro de Santiago, tras el exilio del resto de mi familia, en los años 1974 y 1975. Llegaba ataviado con horrendos disfraces, sombreros, placas que le deformaban el rostro, gruesos lentes que a duras penas le permitían ver. Se pasaba largas horas, a veces tardes enteras, haciendo tiempo para llegar a la hora en punto a un furtivo encuentro en alguna céntrica fuente de soda. No podía arriesgarse a estar en las calles y seguramente prefería romper su monotonía de encierro visitándonos en nuestro pequeño asilo que, por cierto, siempre estuvo abierto para él y unos cuantos otros.
Fernando había sido compañero de generación de mis padres. Estudiantes y luego profesores de la Universidad de Chile, impulsores de la FECH en sus años mozos y de la Reforma Universitaria en su madurez: clásicos especímenes de una clase media progresista del Chile de mediados del siglo veinte: cultos y sobrios. Sin ambiciones de riqueza personal y con sueños enormes y generosos para Chile. ¡Tan distintos de los héroes adinerados de hoy!
Conversábamos habitualmente de lo que estaba ocurriendo en el país. Era consciente como pocos en esos días, que los militares no estaban sólo para terminar con la UP sino que tenían una pretensión fundacional, que el régimen iba para largo y que entonces valía la pena intentar una nueva lectura de la realidad chilena, así como de los errores cometidos por la izquierda durante la época de Allende.
Era particularmente crítico de la ultraizquierda —”Caballo de Troya del imperialismo” la llamaba—, de su discurso apocalíptico y de sus insensatas aspiraciones violentistas.
Conocía, como pocos comunistas chilenos en ese entonces, a Gramsci y admiraba sus conceptos teóricos que alejaban a la política progresista de la conspiración jacobina y la volvían más próxima a la cultura. Estas conversaciones marcaron poderosamente mi propia formación política, alejándome de las tentaciones del aventurerismo para volverme hacia una práctica política racional.
Su arresto y asesinato, y la de los demás miembros de la dirección clandestina del PC encabezada por Víctor Díaz, terminó brutalmente con un equipo de dirigentes que ciertamente habría escrito una historia diferente de su partido y de la oposición a la naciente dictadura.
El recuerdo de Fernando Ortiz ha vuelto para siempre. En verdad, nunca ha dejado de estar presente para quienes lo conocimos, pero su recuerdo era angustioso, doloroso y oculto, como los últimos años de su vida.
Su presencia se hizo patente en 2001 cuando la Mesa de Diálogo permitió identificar restos humanos en Cuesta Barriga, pero su identificación definitiva demoraría años. Ahora regresa con plenos derechos. La atroz muerte que le dieron sus asesinos, así como los intentos por hacer desaparecer su cuerpo, no cumplieron su propósito. Sus huesos, o lo que el tiempo y sus torturadores dejaron de ellos, serán depositados por sus hijas y su viuda María Eugenia Rojas como el tesoro que son, en un lugar discreto pero venerable, protegidos del olvido, al abrigo de un amor tranquilo.
En buenahora, Fernando ha vuelto.
(*) Texto publicado en El Quinto Poder.cl
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Ecos de una Pesadilla que se Resiste al Olvido: De "El Mocito" a Jorgelino Vergara.
Ignacio Vidaurrázaga Manríquez (*)
A Víctor Díaz López
A fin de cuentas Jorgelino Vergara y Manuel Contreras fueron mocitos de Ricardo Claro y toda esta es la historia reciente que sigue explicando el Chile actual, pesadilla en la que aún vivimos y de la que nos urge despertar. Desde la película “El Mocito” él comenzó a ser conocido en el país y seguramente también en el extranjero, hasta en sus detalles más íntimos de hombre solo y de origen campesino. Recientemente, el libro del periodista Javier Rebolledo “La danza de los cuervos” ha seguido aportando aún mayores elementos de las circunstancias que posibilitaron el encuentro de un joven adolescente pobre y sin ninguna educación, con la intimidad del militar que Pinochet escogería para encabezar las tareas sucias de torturar y exterminar militantes de partidos de izquierda: un cruel y ambicioso coronel de ejército de nombre Manuel Contreras Sepúlveda.
En estos nuevos rebotes de esta historia, una entrevista televisiva ha colocado a Jorgelino respondiendo todo tipo de preguntas sobre esa delgada línea existente entre ser víctima y victimario, tensión que continuamente se plantea en este hombre que de mocito se convierte en agente, que aprende el uso de armas y técnicas de defensa personal sin abandonar, al parecer, nunca las bandejas, la cocina y el trapero.
Hoy, él ya es Jorgelino Vergara, trabajador en lo que sea y sobreviviente de su propia y particular historia. Quizás, ya es muy tarde para que pierda la vida en algún imprevisto accidente que algunos de sus ex colegas de la DINA-CNI pudieran desearle cada vez, que su rostro aparece en esa película, en entrevistas o simplemente en la portada de un libro que comienza muy tempranamente a agotar ediciones.
Los pactos de silencio de los militares y civiles violadores de DD.HH en la DINA y en la CNI no han tenido fisuras frecuentes. Ello explica que transcurridos 22 años del fin de la dictadura y casi 40 del golpe militar, sean menos de 70 los violadores cumpliendo condenas y que la gran mayoría de los restos de los detenidos desaparecidos continúen aún inubicables. El 2007 Jorgelino, buscando demostrar que él no era el asesino del dirigente del PC Víctor Díaz López, posibilitó el procesamiento de 120 agentes por el ministro Víctor Montiglio, ya fallecido. Fue el mismo Jorgelino quien reveló la existencia de un cuartel de exterminio, hasta entonces aun secreto, ubicado en Simón Bolívar 8800, en la comuna de La Reina capitalina. Ese fue su arrepentimiento más contundente y porque no, también su venganza.
Sorprende leerlo, sorprende escucharlo, sorprende verlo. Con pocas expresiones en su rostro, sin titubear en sus respuestas, demostrando una memoria para nombres y situaciones absolutamente inusual, casi como si requiriese desahogar todo lo vivido y contárselo a este país de múltiples formas. Todo para recordarle a dirigentes políticos, a empresarios, a personeros de ese pasado reciente, a la señora Krebs que no hay contexto, ni antecedentes, que “ayude a explicar” los gritos de la militante comunista Reinalda Pereira que con un embarazo de cinco meses pedía morir a sus torturadores en ese fatídico cuartel.
Ni los experimentos con gas sarín en dos ciudadanos peruanos secuestrados, ni la muerte a golpes del profesor Fernando Ortiz, o por asfixia y golpes del martirizado Víctor Díaz.
Hasta el momento, muchos aún prefieren no reaccionar.
Mientras, el ministro vocero del Poder Judicial Hugo Dolmestch con la tranquilidad que lo caracteriza, manifiesta sentirse impactado ante las declaraciones de Jorgelino, y reitera dos cosas muy significativas, sobre todo originadas en su investidura: que Chile requiere más y más verdad y que los procesos de investigación en derechos humanos no tienen fecha de término, porque siguen produciéndose de muy diversa forma nuevos e impredecibles antecedentes.
Jorgelino Vergara no recibe pensión y tampoco tiene protegida su integridad física. Al parecer debe procurarse el pan y vivir el tiempo que le quede improvisando trabajos cada día. Ya sabe leer y completó su cuarto medio. Ya no es el jovencito iletrado que tuvo sus primeras muestras de cariño en la casa de Manuel Contreras, el mismo coronel que jubiló como general, tiene visitas regulares varias veces por semana y recibe su sueldo todos los meses junto con la liquidación de la Caja de la Defensa Nacional. Si es cierto, es muy posible que él muera en las cómodas dependencias donde cumple condenas, las que ya suman más de 270 años.
Jorgelino y Manuel no se han visto hace décadas, sus suertes y destinos siguen muy distintos caminos y sus responsabilidades también.
De la memoria de Jorgelino aparece otro dato significativo que ciertamente nos ayuda a completar el cuadro. El acaudalado empresario Ricardo Claro Valdés, fallecido hace algunos años en medio de sentimientos de pesar extendidos en el ámbito político, social y empresarial nacional, es revelado por el sencillo Jorgelino como financista de la DINA, como caja pagadora, como un buen amigo, casi como si se tratase de un benefactor de las monjitas de la caridad.
Y entonces, uno imagina a todo el resto de poderosos que nunca limpiaron sangre ni cargaron a un “empaquetado” -denominación para un detenido desaparecido-; que tampoco pusieron electricidad en la tortura o borraron huellas dactilares con sopletes, pero sí hicieron sus fortunas al amparo de los 17 años de dictadura.
Algunos fueron agradecidos, aunque con reserva como el señor Claro. Otros, simplemente olvidaron que el modelo económico y las reformas estructurales aun vigentes pudieron ser porque hombres como el “Mamo” Contreras se empeñaron en exterminar resistentes y sembrando el terror.
Jorgelino al nombrar a Ricardo Claro le pone rostro y dirección a la acumulación originaria en diversos sectores de la actual economía nacional. Sus declaraciones son incómodas para muchos, por ello prefieren ignorarlas y seguramente les intranquiliza que los chilenos y chilenas las vean por televisión, o las lean en un libro. En suma, nuevamente y justo en estos momentos de cuestionamientos crecientes al modelo económico, reflota la mala conciencia y lo espurio de su origen, casi como una molesta pesadilla.
Jorgelino Vergara nos recuerda a un campesino llamado Jorge del Carmen Valenzuela Torres, analfabeto y alcohólico que cometió el asesinato múltiple de su conviviente y sus cinco hijos, en una localidad de San Carlos llamada Nahueltoro hace más de 50 años atrás.
Luego, cuando ya era persona la justicia de mediados de los sesenta le quitó la vida fusilándolo. Para entonces, Jorge del Carmen ya había aprendido a hacer guitarras, leer, escribir y relacionarse socialmente e incluso estaba arrepentido. Más tarde, en 1969 su historia sería llevada al cine por un primerizo Miguel Littín en “El Chacal de Nahueltoro”.
Jorgelino es el adolescente huérfano, el menor de doce hermanos de una familia de campesinos pobres, el apenas letrado que encontró en un cuartel del horror lo más cercano a un hogar y familia.
El que pasó pascuas y años nuevos confraternizando con hombres que debían morir en semanas o meses. El mismo que se hizo invisible para todos los importantes, que en esos espacios cumplían con su deber militar de “erradicar el cáncer marxista” porque sólo eso posibilitaría engrandecer los negocios y las fortunas de mecenas como Ricardo Claro, Ponce Lerou, El Mercurio y tantos otros.
En momentos en que desde diversas direcciones de la derecha se intenta tensionar el cómo hacer memoria, cuando se cumplirán 40 años del golpe militar, a Chile le hace bien mirarse al espejo de Jorgelino, con sus verdades y sus inconmovibles silencios. Porque el fin del lucro en la educación tampoco está tan distante de lo que cuenta Jorgelino. Ese negocio de lucro y privatización de la educación, también tiene relación con esos crímenes, que todavía algunos defienden y otros prefieren aún seguir ignorando, aunque Jorgelino se los recuerde con incómodos detalles.
A fin de cuentas Jorgelino Vergara y Manuel Contreras fueron mocitos de Ricardo Claro y toda ésta es la historia reciente que sigue explicando el Chile actual, pesadilla en la que aún vivimos y de la que nos urge despertar.
(*) Periodista
Fuente: Pimera Piedra
Documentl on line: http://historiadetodos.wordpress.com/el-mocito/
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La alianza estratégica Brasil-Venezuela. Raúl Zibechi
El golpe de Estado en Paraguay puso en evidencia los cambios en la relación de fuerzas en la región sudamericana. La respuesta de Brasil de acelerar el ingreso pleno de Venezuela al Mercosur es un mensaje a Estados Unidos. Cuando el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva le dijo a Hugo Chávez tu victoria será nuestra victoria, estaba siendo fiel al libreto de la mayor y más sólida alianza sudamericana, la alianza estratégica entre Brasil y Venezuela.
Cuando Lula llegó al gobierno en 2003 se produjo un salto cualitativo en las relaciones bilaterales. En 2005 se definió la Alianza Estratégica Brasil-Venezuela y en 2007 comenzaron los encuentros presidenciales trimestrales, que se prolongaron hasta 2010, para profundizar la alianza que incluye la integración de infraestructura y la complementación productiva que va más allá de las alianzas clásicas, incluyendo la otra alianza estratégica que tiene Brasil en la región, con Argentina.
Uno de los principales resultados es un fuerte aumento del comercio. De los 800 millones de dólares que intercambiaban en 2003 se pasó a 5 mil millones en 2011. Además estrecharon vínculos institucionales con asesorías en políticas públicas, cursos de formación que incluyeron la instalación del prestigioso centro de pensamiento e investigación IPEA (Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas) y Embrapa (empresa estatal de investigación agropecuaria) en Caracas.
La decisión de mayor peso estratégico fue la sustitución de uno de los ejes de integración de la IIRSA (Iniciativa para la Integración Regional Sudamericana), el Escudo Guyanés, por el Amazonia-Orinoco, donde se implementan proyectos de desarrollo integral que son el paradigma brasileño de cooperación sur-sur, como señala el IPEA. Entre las acciones definidas figura la integración del sistema de transporte terrestre, fluvial y aéreo, la integración energética eléctrica y la posible construcción del postergado Gasoducto del Sur para interconectar Venezuela, Brasil y Argentina.
La finalidad consiste en establecer la interconexión de las cuencas del Amazonas y el Orinoco y la formación de un espacio económico común en el norte de Brasil y el sur de Venezuela, uno de importancia geoestratégica según el relatorio del IPEA de mayo de 2011. El análisis destaca la cantidad y calidad de los recursos que posee la región, entre los que incluye biodiversidad, cuencas hidrográficas, energía y mineral de hierro, entre otros, que despierta diversos intereses y enfrenta una creciente complejidad de actores.
Por último, el estudio apunta que el eje Amazonia-Orinoco crea una nueva frontera de aproximación de Brasil con los países de la cuenca del Caribe en un contexto en que la política externa para la integración regional amplía su área de actuación de América del Sur hacia otras regiones de América Latina y del Caribe. La nueva frontera aparece ligada a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, impulsada por Brasil en el mismo periodo.
En un lenguaje indirecto los estrategas brasileños insinúan las razones de fondo de esta alianza. Venezuela es la primera reserva de petróleo del mundo, la tercera de bauxita, la cuarta de oro, la sexta de gas natural y la décima reserva de hierro. En el estado brasileño de Roraima, fronterizo con Venezuela, están las mayores reservas de oro, niobio y estaño del mundo, además de importantes yacimientos de torio, cobalto, molibdeno, diamantes y titanio, según el Inventario Mineral del Escudo Geológico de Roraima, realizado por el Ministerio de Minas y Energía en 2003.
Pero lo más importante es que esa región alberga los mayores yacimientos de uranio del mundo, compartidos por Brasil, Venezuela y la Guayana Esequiba, zona en disputa desde 1966 entre Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, ex Guayana Británica. Desde 2009 empresas canadienses explotan yacimientos de uranio en esa región, algo que no es visto con buenos ojos por Caracas y Brasilia.
La alianza estratégica tejida bajo el gobierno de Lula busca darle mayor densidad económica, demográfica y política a una de las zonas de mayor importancia geoestratégica del continente. En primer lugar, se trata de una alianza integral, que aborda desde la integración productiva en agroindustria, construcción civil, minerales y metalmecánica, que pasa por la cooperación entre las zonas francas de Manaos y Puerto Ordaz, hasta la infraestructura y la formación de cuadros.
Brasil está contribuyendo a promover el desarrollo industrial de Venezuela para que disminuya su dependencia de las exportaciones de petróleo, de las importaciones de 70 por ciento de los alimentos que consume y de la mayor parte de los productos industrializados, a través de la articulación de las cadenas productivas de ambos países.
En segundo lugar, fortalecer a Venezuela y ocupar la zona fronteriza es una respuesta al Plan Colombia (o sea al Comando Sur), cuya zona de expansión natural es precisamente la Amazonia y, de modo particular, la cuenca de los ríos Orinoco y Amazonas, además de la región andina.
En tercer lugar, Venezuela tiene una fuerte relación económica con China y se abastece de armamento ruso, pero ninguno de esos vínculos es excluyente respecto de su alianza con Brasil. Las multinacionales brasileñas de la construcción, como Odebrecht, realizan importantes obras en Venezuela y a través de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se trabaja en proyectos de equipamiento militar.
Se acercan tiempos turbulentos. Una muestra son las declaraciones de Evan Ellis, del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, adjunto al Pentágono, sobre las relaciones sino-venezolanas: “En la era de la globalización, tener como consejeros a banqueros chinos es el equivalente de tener consejeros militares de la Unión Soviética en Cuba y Nicaragua durante la guerra fría” (Miami Herald, 9/7/12). ¿Será por eso que militares brasileños celebran el ingreso de Venezuela al Mercosur, a la que consideran la primera línea de defensa de Brasil? (Defesanet, 25/6/12).
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CRITICA AL PROYECTO DE LEY HINZPETER O ANTITOMAS
Florencio Pardo.
La normativa o el proyecto de ley que actualmente se discute en el parlamento, conocida como ley anti-tomas, o Hinzpeter, pretende reemplazar el tipo penal o delito de desórdenes públicos, contenido en el artículo 269 del Código Penal, que actualmente reprime los desordenes públicos con una pena que va de 61 a 540 días de presido menor en su grado mínimo, (norma penal que no define que es o que se debe entender por desorden publico y por ende muy criticada por atentar contra la tipicidad expresa que debe configurar una conducta penada por la ley) por una nueva figura que eleva la penalidad y sanciona el delito de desordenes públicos, con una pena de presidio menor en su grado medio, esto es, de 541 días a 3 años, a quienes participen o hayan incitado, promovido o fomentado, desórdenes o cualquier otro acto de fuerza o violencia que implique: paralizar o interrumpir algún servicio público, tales como los hospitalarios, los de emergencia y los de electricidad, combustibles, agua potable, comunicaciones o transporte. Proyecto de ley del todo criticable, puesto que pretende extender la punibilidad a comportamientos que hoy por hoy no son penalizados, y que evidentemente lesiona las reglas generales y universalmente adoptadas de autoria y participación, puesto que se debe entender, que se debe considerar autor de una conducta ilícita, a quien ha tenido, desde un punto de vista objetivo y subjetivo a la vez, el dominio final del hecho típico. Lo que supone la capacidad y asimismo la posibilidad de decidir acerca de su realización y consumación. Que asimismo, aunque se entendiese que el proyecto Hinzpeter, busca adelantar la intervención penal, creando una especie de delito de peligro para proteger el ORDEN PUBLICO, es del caso, que para ello el bien jurídico que se intenta proteger debiera de ser tan magnitud que solo por esta vía pudiese protegerse, pero en Chile existe el delito de desordenes, asimismo existe el delito de daños, el delito de desacato etc. resultando innecesario la creación de este tipo de delitos.
Por lo que se puede decir, abiertamente que la ley Hinzpeter, extiende y adelanta descontroladamente la intervención del estado y su derecho a castigar, a sujetos que nunca pueden tener el control de hechos ajenos o de terceros, puesto que pretende castigar a quienes “hayan incitado, promovido o fomentado, desórdenes o cualquier otro acto de fuerza o violencia….” recordando que el derecho penal solo debe sancionar conductas exteriorizadas del sujeto y no las ideas o intenciones.
Asimismo, la denominada ley Hinzpeter, sanciona con una pena de presidio menor en su grado medio, esto es, de 541 días a 3 años a quines realicen las conductas de invadir, ocupar o saquear viviendas, oficinas, establecimientos comerciales, industriales, educacionales, religiosos o cualquiera otro, sean privados, fiscales o municipales; impedir o alterar la libre circulación de las personas o vehículos por puentes, calles, caminos u otros bienes de uso público semejantes; atentar en contra de la autoridad o sus agentes; emplear armas de fuego, cortantes o punzantes, artefactos o elementos explosivos, incendiarios o químicos u otros capaces de producir daños a las personas o a la propiedad; o causar daños a la propiedad ajena, sea pública, municipal o particular.
Como es sabido, hoy por hoy las tomas u ocupaciones de recintos, como colegios, universidades, dependencias publicas, no son delito, y por ende nunca se pudo considerar en Tribunales, como delito de usurpación, puesto que los sujetos involucrados, no tienen un animo de apropiarse de los recintos tomados u ocupados, ni tampoco buscan un lucro o beneficio económico y así lo ha estimado reiteradamente la jurisprudencia emanada de los Tribunales de la nación, puesto que además el derecho de propiedad, unos de los supuestos bienes jurídicos protegidos, en Chile se encuentra ampliamente protegido por el derecho registral. De aprobarse esta ley por el solo hecho de tomarse u ocuparse una propiedad, se estaría realizando el delito o verificándose la conducta reprochada por la ley, sin importar que el animo del ocupante no sea el de apropiarse de esa propiedad o de no obtener un lucro y solo tenga la intención de ejercer sus derechos fundamentales, el derecho a la protesta que se traduce y comprende los derechos de expresión, de asociación, de circulación o movilización y de petición a la autoridad de forma organizada, garantizados todos ellos inclusive en la espuria Constitución Política de Pinochet en su articulo N°19.
Respecto del actual delito de desordenes públicos y la reforma que se pretende incorporar por Hinzpeter, hay que agregar, que hasta la fecha, generalmente ante el delito de desorden publico a sus hechores o imputados, se les aplica el principio de oportunidad por parte del Ministerio Publico, es decir, se abandona la investigación o derechamente no es iniciada la investigación por parte de los fiscales, esto en razón de no existir un interés publico, según texto legal, en perseguir este tipo de delitos por la minima penalidad asociada al delito (articulo 170 código procesal penal). De aprobarse la ley Hinzpeter, los fiscales estarán obligados a seguir la investigación hasta la sentencia o salida alternativa (Suspensión condicional del procedimiento o acuerdo reparatorio) si fuere del caso, por haberse elevado la pena de 541 días a 3 años de presidio menor en su grado medio y en este caso, si tener el Estado interés en perseguir este tipo de delitos, según lo ordenado por el código procesal penal.
El proyecto de ley Hinzpeter, inicialmente contemplaba una mordaza para los medios de prensa y comunicación y asimismo lo transformaba, como bien dijo el circulo de periodistas de Santiago, “en un brazo auxiliar de los cuerpos policiales” y colocaba a los informadores que se nieguen a entregar su material de trabajo “bajo el riesgo de ser encausados por obstrucción a la Justicia”. Puesto que facultaba a la Policía el poder solicitar a los medios de comunicación la “entrega voluntaria” de filmaciones, grabaciones o archivos electrónicos sin orden judicial, con el fin de identificar a posibles autores de delitos. Asi mismo señalaron “que este constituía “el peor atentado al ejercicio del periodismo libre desde la instalación del sistema democrático en 1990″. (diario el Mostrador.cl 18 de enero de 2012)
Como se puede analizar, este proyecto de ley no es mas que criminalización del derecho a la protesta ciudadana, y barre con las garantías constitucionales o derechos fundamentales de asociación, reunión, de expresión y petición. Lo que el proyecto de ley busca es penalizar el derecho fundamental de petición a la autoridad organizado ( que se materializa en la protesta, el miting, el reclamo popular). Lo que además viola principios básicos y universales del derecho penal, que toda legislación penal debe respetar y contemplar a la hora de reprochar una conducta o tipificar un delito, como el principio de ultima o extrema ratio (el derecho penal solo se utilizara como medida extrema para proteger bienes jurídicos de suma y elevedadisima importancia) y asimismo el de lesividad (el que exista una grave lesión a un bien jurídico), de aprobarse este proyecto de ley, seria el inicio del camino para la implantación del derecho penal del enemigo en la legislación penal nacional, haciendo caminar a Chile de un Estado de derecho social (supuesto) a un Estado de derecha policial (declarado)
Es hora de manifestarse y de que este proyecto de ley no sea aprobado en el Parlamento, recordando que la soberanía reside en el pueblo y solamente en el pueblo y que solo el pueblo es el único y exclusivo dueño del poder constituyente.
Florencio Pardo Montenegro. Abogado
Estudiante Doctorado Derecho Penal
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Tomado de www.elrodriguista.cl
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SAN MARTIN: UNA ESTATUA ESTÁ BIEN, PERO LAS IDEAS SON LO IMPORTANTE.
Ricardo Jimenez A.
“Creen que estamos cansados de pelear y que nuestros sables y bayonetas ya no cortan ni ensartan; vamos a desengañarlos” - José de San Martín
Más allá del debate suscitado por el Perú oficial en torno a las consignas pintadas por jóvenes manifestantes en la estatua a José de San Martín en el centro de Lima, para quienes se solicita una pena de cárcel de hasta cinco años, el hecho es una buena oportunidad para ponerse por encima de los intereses políticos inmediatos y pensar lo importante, lo estratégico, lo formador, conocer y reflexionar sobre quién era y cuáles eran las ideas y prácticas de este personaje histórico, cuyos filos, como se verá, “aún cortan y ensartan”.
Puede ser de interés para quienes honestamente no quieran caer en lo que un cantor popular latinoamericano describía diciendo que “las oligarquías llevan flores a la tumba de los patriotas independentistas cada año, pero para asegurarse de que estén bien muertos”. El desconocimiento y la tergiversación de sus ideas y prácticas, o como ocurre ahora su reducción únicamente a un silencioso monumento de piedra y metal, son precisamente las formas de mantenerlos “bien muertos”.
“Indio”
Aunque el Perú oficial repite algo que es cierto, que San Martín fue importante consolidador de la independencia colonial del Perú, mantiene un silencio sepulcral sobre el hecho fundamental de que fue también precursor de la justicia social para las castas “pardas”, las dominadas, excluidas y despreciadas de ese entonces: afro descendientes, indígenas, y todos sus mestizajes. De manera que eliminó las esclavitudes, servidumbres, encomiendas, mitas, yanaconazgos, e inquisiciones, estableciendo la restitución de tierras indígenas y las escuelas públicas para ellos, llegando incluso su ministro Bernardo Monteagudo a entregarles el poder en milicias policiales, con el escándalo y la oposición de nobles, oligarcas, estancieros, altos comerciantes del puerto y jerarcas eclesiales, quienes finalmente derrocaron y más tarde asesinaron al ministro, y obligaron con ello a la renuncia y el exilio de San Martín.
Hubo razones biográficas para ello. San Martín fue un criollo educado en Colegio de nobles de España, pero pobre, nacido en zona indígena, Yapeyú, y peor aún “moreno”, de fenotipo indígena, por lo que se le reputaba de ser ilegítimo, y sus enemigos le llamaban “indio”, “mestizo”, o “mulato”, con la intención racista de ofenderlo. Pero él toma el nombre de “Lautaro”, el más genial de los jefes militares mapuche, para su Logia conspirativa. Y en ella, para castigar a los que la traicionaran, retoma la pena que los incas daban a los violadores del “acllahuasi”, la casa de las vírgenes del sol, quemar al culpable y esparcir sus cenizas. En septiembre de 1815, se reúne en el Fuerte San Carlos, zona indígena de frontera argentino chilena y parlamenta con los jefes pampas, pehuenches y mapuches, sumándolos a la causa anti colonial. Allí les dice orgulloso: “Yo también soy indio”. En 1819, enfrentando en Mendoza la inminencia de una muy superior ofensiva militar realista, y careciendo de todo tipo de recursos y pertrechos, escribe: “La guerra se la tenemos de hacer del modo que podamos... cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada”.[1]
Marcó del Pont, jefe realista colonial en Chile, al firmar una comunicación para él, antes de la campaña de los Andes, se ríe diciendo a su emisario: “yo firmó con mano blanca, no como San Martín, que la suya es negra”. Más tarde, vencido y prisionero el arrogante español, al ofrecer su espada en rendición, San Martín, ironizando contra su racismo la superioridad del mérito militar, le contesta: “venga esa mano blanca, y deje V.E. su espada al cinto, donde no puede causarme ningún daño”. En el Congreso revolucionario de Tucumán de 1816, donde se declara formalmente la independencia Argentina, se presenta, avalado por San Martín, la propuesta del “Incanato Unido de Sudamérica”, con el hermano de Túpac Amaru II, Juan Bautista, único veterano sobreviviente de la insurrección, como Inca.[2] Al salir con la expedición libertadora del Perú desde Chile, en sendos “Manifiesto” y “Proclama” a los peruanos, escritos con el chileno Bernardo O’Higgins, llaman a “los hijos de Manco Capac… a sellar la fraternidad americana sobre la tumba de Tupac Amaru”. Los documentos son escritos en “dos lenguas”, la versión quechua empezaba así: “Llapamanta acclasca José de San Martín sutiyocc…”.[3]
Entre las primeras medidas de su corto gobierno limeño, estarán las aboliciones de todas las formas de servidumbre y esclavitud indígenas, así como la “libertad de vientres” para los esclavos negros, haciéndose libertad absoluta, si combaten en las filas revolucionarias. Crea la tan incomprendida y calumniada “Orden del Sol”, inspirada en la memoria ancestral andina, y destinada a proteger con pensiones de por vida y hereditarias a los más destacados patriotas y sus familias, que habían sacrificado su vida y fortunas por la causa revolucionaria, de la venganza oligárquica que, finalmente, sí condenó a la miseria y el olvido a Manuela Sáenz, Simón Rodríguez, Juana Azurduy y tantos otros. Era además una medida simbólica revolucionaria para remplazar el privilegio nobiliario y del dinero por el del mérito en la causa libertaria. Bartolomé Mitre, historiador y presidente de Argentina, organizador de la república oligárquica, etnocida y centralista, y declarado enemigo y calumniador de San Martín y Bolívar, se escandaliza de la medida por considerarla propia de indígenas y peor aún... por incluir a las mujeres: “Como complemento de ese plan de aristocracia indígena, hizo extensivos a la mujer sus honores y privilegios”.[4]
El único premio que acepta y conserva a lo largo de su lucha revolucionaria será el “escudo de los Pizarro”, símbolo de 500 años de dominación, que le otorga la municipalidad de Lima, y lo llevara con orgullo a su pobre exilio en Francia, como justiciera venganza sobre los genocidas, traidores y asesinos de Atahualpa. Tras su muerte en 1850, testamentó la entrega del escudo al gobierno de Perú. Y así se hizo en una sencilla ceremonia en la embajada peruana en Francia. Asisten a ella destacados patriotas de varios países latinoamericanos. Entre ellos, el colombiano José Torres, quien seis años más tarde escribirá su famoso poema antimperialista: “Las dos Americas”.
Radical
En su época y circunstancias, fue un radical. Decidido independentista, hace campaña para terminar con las vacilaciones de los patriotas argentinos que aún no se resignaban al paso libertario definitivo, la declaración de independencia. La que finalmente se logra en 1816. "¿Hasta cuándo esperamos para declarar nuestra independencia? ¿No es una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener pabellón y cocarda nacional, y por último, hacerle la guerra al soberano de quien se dice dependemos… Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, puesto que nos reconocemos vasallos… Si esto no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero soberano, es decir, al rey de España" (1816).
En la proclama al Perú con la que comenzó su lucha en ese país, lanzó su inequívoco y significativo primer mensaje a la nobiliaria y aristocrática Lima: “El primer título de nobleza fue siempre el de la protección dada al oprimido”. Consecuentemente, ya en el gobierno, abolió, “por atentatorios a la naturaleza y a la libertad”, la servidumbre de los indios, encomiendas, mitas, y yanaconazgos. También la esclavitud, la inquisición, la censura previa a la imprenta, los azotes en las escuelas y las torturas en las cárceles. Creó una Biblioteca pública a la que donó todos sus libros. Instauró la división de poderes y las garantías individuales. Y todo lo hizo a pesar de estar con los recursos del Estado exhaustos por la guerra, y con las familias notables limeñas en su contra, ya sea por realistas, por disgusto con los sacrificios de la guerra, por odiar sus medidas de justicia social, o por exacerbado chovinismo localista, ligados egoístamente a la primera economía global a través del puerto del Callao y por tanto enemigos del “proteccionismo” soberano y suramericanista del gobierno de San Martín.
Junto con abrir el comercio rompiendo el monopolio absolutista español, declara: “todos los artefactos que directamente perjudican a la industria del país, como son: ropa hecha, blanca y de color, cueros curtidos (sigue una larga lista)... pagarán el duplo respecto de los derechos señalados en los artículos 6, 8 y 9 (Reglamento provisional de Comercio. 28 de septiembre de 1821. Art. 10°). Se protege especialmente a los licores y azúcares. En cambio, se libera de impuestos a las herramientas necesarias para el desarrollo económico (Art. 11°) y se establece un impuesto menor preferencial a los barcos de transporte comercial si son peruanos, chilenos, colombianos o argentinos. Se crea una estratégica “Dirección General de Minería” de carácter estatal. Entre muchas otras medidas del mismo tenor.[5]
Las más odiadas, sin embargo, por la oligarquía limeña fueron sus medidas de justicia social e inclusión hacia las “castas pardas”. Eliminación de los tributos y la servidumbre de los indígenas, bajo pena de expatriación de los infractores (27 de agosto de 1821); abolición de la esclavitud, a través de la “libertad de vientres” (12 de agosto de 1821) y por ingreso al ejército revolucionario (31 de enero de 1822); la compra y préstamo de plata, por parte del Estado para combatir la usura de prestamistas contra los estamentos más pobres; abolición de la inquisición y los castigos corporales; decreto de la libertad de expresión y prensa (13 de octubre de 1821); fundación de la Biblioteca Nacional, Escuela Normal para profesores y Escuelas primarias para todos; Decreto de protección de restos arqueológicos ancestrales, y especial difusión de la “cultura incaica y pre incaica como cultura autóctona americana”; entre muchas otras. La más radical de las cuales fue la creación, por parte de su ministro Monteagudo de las milicias policiales de negros e indígenas, que horrorizó a los aristócratas racistas limeños. [6]
Frente al poder económico
Él, que lo dio todo por la libertad de América, sentía repugnancia por las oligarquías del poder económico y su afán de lucro que les impedía todo compromiso real con la causa de la independencia, la justicia social y la unidad continental, para cuyo soporte más de una vez les expropió los bienes. "Es llegada la hora de los verdaderos patriotas… ni es tiempo de exhortar a la conservación de las fortunas o de las comodidades familiares. El primer interés del día es el de la vida: este es el único bien de los mortales. Sin ella, también perece con nosotros la patria. Basta de ser egoístas… A la idea del bien común y a nuestra existencia, todo debe sacrificarse. Desde este instante el lujo y las comodidades deben avergonzarnos… Desde hoy quedan nuestros sueldos reducidos a la mitad… Yo graduaré el patriotismo de los habitantes de esta provincia por la generosidad… Cada uno es centinela de su vida" (1815).
Tras su triunfo sobre los colonialistas españoles en Chile, la oligarquía santiaguina en pleno le otorga el “premio” de una fortuna en dinero. San Martín entendiendo que se trata de un soborno elegante para comprarlo como servidor de sus intereses, lo acepta y agradece, pero en el mismo acto lo dona íntegramente para construir la primera biblioteca nacional que aún hoy sigue abierta al pueblo chileno en el centro de Santiago.
Muerta su joven esposa de enfermedad, San Martín se dedica a cuidar su pequeña hija. Renuncia a toda intervención política y militar, ya sea en Argentina, donde se traslada, o en Perú. Desterrado, finalmente, de Argentina, Chile y Perú, los países que había liberado, se exilió en Europa. Murió, como Belgrano, como Bolívar, como Artigas, como Manuela Sáenz, como Juana Azurduy, solo, en la pobreza y la calumnia.
Frente a la represión al pueblo
Estando en Chile en preparación de la expedición libertadora del Perú, el gobierno argentino le exigió regresar para reprimir a las provincias argentinas descontentas con el abuso del centralismo de Buenos Aires. En respuesta, escribió: “El general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos”.
En reacción, el gobierno argentino le exige entregue el mando del Ejército de los Andes al que considera propio y ordena regresarlo a Argentina desde Chile. Ante ello, San Martín hace llegar un informe de los hechos, leído a todos los oficiales del Ejército, donde además renuncia. Unánimemente, éstos lo confirman en el mando y en el plan continental, sentenciando: "la autoridad que recibió el general de los Andes para hacer la guerra a los españoles y adelantar la felicidad del país no ha caducado ni puede caducar, pues su origen, que es la salud del pueblo, es inmudable" (2 de abril. 1919). Continuará entonces su lucha sin el respaldo de ningún estado.
Frente a los monumentos
Los monumentos más venerados de su época eran las iglesias. Falto el artesanal ejército de los Andes de pertrechos militares, San Martín mandó a expropiar las campanas de las iglesias y fundirlas para hacer balas y cañones, los cuales hizo cruzar, con toda clase de aparejos, por las montañas nevadas. El sacerdote franciscano Luis Beltrán, cuyo patriotismo lo llevó a ser capellán militar rebelde, y cuyos conocimientos de ciencias exactas, naturales y mecánicas lo convirtieron en Jefe del parque de artillería, al mando de 700 hombres, en el Ejército de los Andes, comentó: “Quiere, el general San Martín, alas para los cañones, pues las tendrán”. La iglesia oficial condenó esta falta de respeto a los monumentos y herejía contra el símbolo del dogma. Así predicaba en los púlpitos de Chile el fraile Zapata en 1816: “…herejes detestables, abortos del infierno, enviados de Satanás, individuos sedientos de sangre y robo… no han de llamarle al caudillo rebelde ‘San’ Martín, porque no es santo, sino Martín a secas…”.
Frente a la oligarquía limeña
Cuando el Congreso peruano, encabezado por el patriota José Sánchez Carrión, llama a Bolívar para terminar la guerra de independencia, ante las indecorosas traiciones del sucesor de San Martín, José de la Riva Agüero, éste escribe a San Martín, pidiéndole que regrese al Perú a enfrentarse a Bolívar.[7]
De la Riva Agüero fue uno de los líderes del llamado “partido peruanista”, chovinista y localista, finalmente constructor de la república oligárquica peruana, centralista, excluyente y racista; y fue uno de los impulsores de la calumnia histórica contra Bolívar y San Martín, lo cual sirve de criterio objetivo para despejar toda duda de la convergencia programática libertaria y justa de los dos grandes líderes revolucionarios patriotas. De la Riva Agüero es, en suma, un perfecto representante de la aristocracia limeña. San Martín le respondió: “Al ponerme usted semejante comunicación, sin duda alguna se olvidó que escribía a un general que lleva el título de fundador de la república del país que usted, sí... que usted solo, ha hecho desgraciado... ¿cómo ha podido usted persuadirse que los ofrecimientos del general San Martín... fueron jamás dirigidos a un particular, mucho menos a su despreciable persona? Dice usted iba a ponerse a la cabeza del ejército... ¿y habrá un solo oficial capaz de servir contra su patria, y más que todo a las ordenes de un canalla, como usted?... Basta, un pícaro no es capaz de llamar por más tiempo la atención de un hombre honrado...”.[8]
· Por Ricardo Jimenez A., sociólogo chileno, residente en Perú. ricardojimenez006@gmail.com
[1] San Martín, José de. Proclama del 27 de julio de 1819. En: Comisión Nacional del Centenario. Documentos Archivo general san Martín. Buenos Aires, Argentina. Coni Hermanos. 1910. 12 Volúmenes. Tomo II, Pág. 42.
[2] El genio político de San Martín. Kraft. Buenos Aires, Argentina. 1950. Ibarguren, Carlos. San Martín íntimo. Dictio. Buenos Aires, Asrgentina. 1977.
[3] Galazo, Norberto. Seamos libres y lo demás no importa. Vida de San Martín. Ediciones Colihue. Argentina. 2000. Todas las citas en el texto que no detallan su fuente, son también tomadas de este trabajo, imprescindible para conocer el pensamiento y práctica de San Martín.
[4] Mitre, Bartolomé. Historia de San Martín. Suelo Argentino. Buenos Aires, Argentina. 1950. Pág. 392.
[5] Instituto Nacional Sanmartiniano (INS). La conducción política del General San Martín durante el Protectorado del Perú. INS. Buenos Aires, Argentina. 1982. T. III. Págs. 11 y 18.
[6] INS. Op. Cit. Pág. 5. y 79. Comisión Nacional del Centenario. Op. Cit. Tomo XI. Págs. 430, 431 y 441. Gustavo, Levene. Historia Argentina. Buenos Aires, Argentina. 1964. 3 Tomos. Tomo II. Págs. 137 y 139. Macera, César. San Martín, gobernante del Perú. J. H. Matera. Buenos Aires, Argentina. 1950. Pág. 372 y 383.
[7] Carta de José de la Riva Agüero a José de San Martín del 22 de agosto de 1823. En: Museo Histórico Nacional. San Martín. Su correspondencia. 1823 – 1850. Buenos Aires, Argentina. 1911. Pág. 337.
[8] Carta de José de San Martín a José de la Riva Agüero del 23 de octubre de 1823. En: Museo Histórico Nacional. Op. Cit. Pág. 338.
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