6/05/2009

Los caprichos de la coyuntura

por Omar Cid - Centro Estudios Francisco Bilbao

Para una lectura errática
Los primeros años del nuevo siglo, han sido más agitados de lo que algunos podrían sospechar, los augurios de muerte de la historia, las pretensiones de un discurso único, insuperable y mundializado, con formato neo-liberal, es visto con prudencia.
La crisis en toda su magnitud, deja sin un piso a los países que sirvieron de laboratorio, Chile es uno de ellos, ya el ex – presidente Ricardo Lagos, se jactaba al decir, somos los alumnos más obedientes y aventajados de América Latina - en ese empeño- se vendió el alma (Estado) a cambio de alucinarnos con el desarrollo.

A principios de los noventa del siglo pasado, la concertación prometió que en veinte años, seríamos una de las economías más poderosas del continente, auguraron la desaparición de la pobreza; el acceso de cualquier persona al bello encanto del consumo.

Nos dijeron que los sindicatos eran artefactos innecesarios y la huelga una medida extrema, terrorista. Contraria a las pretensiones del progreso, nos dijeron que las mesas de diálogo, el aumento de la producción y la desregulación laboral, eran el nuevo remedio hallado por los expertos en economía, para solucionar las desigualdades.

Nos convencieron día a día que el capital empresarial, era el motor de la historia, crecimos, sin embargo pocos… muy pocos lo han notado, pero las cifras macroeconómicas no mienten, lástima que todo ese incremento de riqueza, no significa mayor dignidad para los ancianos, ni mejores condiciones laborales, y por cierto, mayor participación.

La historia tiene sus caprichos, es más telúrica que lineal, de ahí que el remezón económico amenace sin ningún respeto, el cuerpo teórico del saber-poder conservador.

Sabiéndose desprestigiados en la mayoría de sus paradigmas, se vuelven infinitamente más peligrosos, no están dispuestos a entregar lo que tienen y van a defender a muerte sus territorios conquistados.



Los caprichos de la coyuntura

Las consecuencias políticas más evidentes del problema social y estructural que se vive en el país, son el desgaste de la coalición de gobierno y su lento resquebrajamiento, especialmente en dos de los partidos ejes de la concertación, el demócrata cristiano y el conglomerado socialista, ambos con pérdidas de senadores, diputados y por su puesto, capital electoral.

La derecha en cambio, sin mostrar crecimiento partidario, ha desarrollado dos importantes operaciones, bloquear cualquier intento de abrir el sistema político y ampliar al menos discursivamente sus expectativas electorales; como se esperaba, rechazaron cualquier transformación al sistema binominal e impidieron la posibilidad de tener dirigentes sindicales en el congreso.

En términos de alianzas, consiguieron públicamente sentar en una mesa a un ex-ministro de Salvador Allende (Fernando Flores) y a un colaborador y cómplice de los crímenes de la dictadura, el actual presidente del senado Jovino Novoa, ambos con un objetivo, instalar a Sebastián Piñera como futuro presidente de Chile.

Todo un logro -porque si bien- la colusión se venía dando en el ámbito de los negocios y en la repartija de los cargos de representación pública. Ningún dirigente de importancia, se había prestado para limpiar la imagen de los hijos de Pinochet, el senador Flores lo hizo (y no es extraño) volvió al lugar donde se crió, la rancia aristocracia criolla, de hecho su colegio el Blanco Encalada de Talca, fue cuna flor y nata de la más añeja élite terrateniente, de principio y mediados del siglo XX.



Andanzas extra-parlamentarias

Los primeros meses de la izquierda extraparlamentaria, transcurrieron en una especie de acomodo, recoger a los descolgados, para volver a descolgarse nuevamente, e intentar sortear temas como: candidatura única, posible acuerdo por omisión y lista de candidatos.

Intencionalmente, cuando se habla del PODEMOS en los medios de comunicación oficiales, se hace para referirse al acuerdo que está cerca, los distritos a repartir, en suma, una izquierda preocupada de la minucia, pero ausente de los temas sociales, afortunadamente la movilización de los profesores, encabezada por Jorge Gajardo (dirigente comunista) abrió paso para que ese sector político, se conecte con los temas que importan al estereotipado consumidor nacional.

La candidatura de Jorge Arrate, se encuentra muy dañada con la aparición de Marco Enríquez, para ser justo no sólo Arrate, Frei es obligado a preocuparse de dos frentes, por un lado ordenar a los partidos de la concertación y por otro, disputar los votos con la derecha, para la izquierda extraparlamentaria en cambio, el cuadro se vuelve difuso, por un lado se lucha contra la invisibilización permanente, y por otro, contra el desgaste producido por formas añejas de organización, donde las máquinas partidarias sucumben ante un contexto tan movedizo.

El mecanismo de la convención dejó heridas, porque no cumplió con uno de sus objetivos estratégicos, aglutinar nuevas fuerzas.

En síntesis, las llamadas posiciones radicalizadas, dejaron el conglomerado hace rato, en otra vereda, los humanistas se encuentran con un pie dentro y otro afuera del pacto, el senador Navarro y el MAS, están en la fase de construir un camino propio, sin conseguir los resultados necesarios para consolidar su apuesta.

En otro rincón de la realidad, lentamente una fuerza social va tomando forma, se trata del MPT, que reúne a un conjunto de organizaciones sociales y políticas, identificadas con una línea de pensamiento y acción todavía no desarrollada; tienen a su favor un elemento no despreciable, sus fundadores poseen una experiencia nutrida de trabajo de base y esta particularidad, puede dar a la naciente agrupación una fuerza capaz de irrumpir, ya sea por las vías tradicionales o en un juego de tira y afloja, con los elementos de control que el modelo ha desplegado.



La cuestión social

Un aspecto cada vez más exigente, tienen las demandas sociales, no dando tregua al gobierno desde distintos frentes, si no son los estudiantes, son los trabajadores de algún rubro, los deudores habitacionales, los profesionales de la educación, etc. Chile transita en un contexto de agitación social de baja intensidad, los rigores de la crisis se dejaron sentir y han afectado al sector más vulnerable, los trabajadores.

Es así como el hecho político más relevante, es el traslado de la agenda de seguridad por temas como: empleo, seguridad social, educación, salud, el pago de los servicios básicos, etc.

Uno de los elementos novedosos de este último período, es la fragilidad general del modelo, para las fuerzas conservadoras, este cambio de rumbo necesitaba rápidas respuestas. La UDI, luego de su Congreso Nacional en Punta de Tralca, entrega un paquete de medidas sociales muy concretas, para dar un rostro más amable a la candidatura empresarial.

Joaquín Lavín (ex -candidato) propuso que el mismo 1 de marzo del 2010, se nombre un ministro de campaña con el fin de erradicar los 533 campamentos que aún quedan en el país. Planteó además, el nombramiento de una autoridad social, encargada de estas materias con plazos y metas, en una relación entre aspectos económicos y sociales.

En el área educacional, sugiere que en el primer año de gobierno aliancista, se debe duplicar la subvención preferencial, especialmente en los colegios municipales y subvencionados de los barrios más amenazados por el flagelo de las drogas.

Las medidas además, abordan temas como vivienda, salud, defensoría judicial etc.

Uno de los damnificados con las propuestas, fue el sheriff (Alberto Espina) quien es desplazado, por rostros inquietos ante el avance progresivo de las exigencias sociales.



Bachelet, camino al bicentenario

La presidenta en este escenario se ha visto favorecida, su sentido social, su cercanía y el uso mediático de su estilo maternal, sumado a una serie de medidas destinadas al bolsillo de los más necesitados, han volcado la balanza en su favor, ni el TranSantiago logra bajar su popularidad y aceptación, los asesores y ella misma, entendieron que era el momento preciso, para salir con su delantal de médico a recorrer el país.

Incluso la oposición bajó las críticas a su persona, salvo la carta de Carlos Larraín, presidente de RN quién cuestionó una intervención de la mandataria en la casa museo de Ana Frank en Holanda, con argumentos que hicieron recordar lo peor de las diatribas del dictador Pinochet.

Chile como país, quiere de la mano de su clase dirigente, mostrar un nuevo rostro para el bicentenario, el aparato comunicacional de derecha, está empeñado en imponer la imagen de una nación reconciliada, donde el escenario del sí y el no, se esfumó como por encanto, efectivamente, nuestra contradicción principal ya no es dictadura o democracia, los problemas del país radican en las desigualdades impuestas, la exclusión, la sobre explotación, la inseguridad laboral, es decir, en una carencia enorme de derechos sociales y políticos.

Luís Emilio Recabarren en su ensayo Ricos y pobres escrito y presentado en vísperas del centenario escribió “…el bien inmenso que ha producido la República , fue la creación y desarrollo de la burocracia chilena y fue también la administración de los intereses nacionales. La burocracia que goza de esta situación, ella sí que tiene motivo de regocijo justificado si mira egoístamente su situación. ¡Nosotros no! ”(3 de septiembre de 1910)

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