2/26/2009

TeleSur como objetivo militar en Colombia

Luis Salazar

La política de “Seguridad Democrática” del presidente Álvaro Uribe, de la República de Colombia, tiene un componente mediático, que forma parte de la guerra de cuarta generación y de las operaciones sicológicas, diseñadas por el departamento de Estado norteamericano como un área especial del plan Colombia y el plan Patriota. El diseño y operatividad de la comunicación incluida la acción informativa, ha sido contratada y confiada a “The Rendom Group”, consorcio internacional experto en guerra sicológica.

La hegemonía comunicacional e informativa es parte del teatro de operaciones de guerra, la oligarquía Colombiana ha tenido el control estricto de este aspecto desde 1830, cuando la muerte de nuestro Libertador Simón Bolívar, al cual primero se le asesinó moral y mediáticamente al punto de justificar su desaparición física y borrar su recuerdo de la memoria del hermano Pueblo Colombiano. Solo Manuela Sáez la Libertadora del Libertador y Don Simón Rodríguez el maestro de la Libertad, intentaron sin mucho éxito romper la campaña de desprestigio y aniquilamiento moral del Libertador, cosa que les costo su expulsión de Colombia y la persecución hasta sus últimos días de vida; alguien acoto que la oligarquía colombiana “ni olvida ni perdona”.

Cuando el Departamento de Estado Norteamericano contrató a The Rendom Group el manejo mediático del plan Colombia, ya la oligarquía colombiana tenia adelantado y consolidado el control y monopolio mediático de la sociedad del hermano país. Mediante lucrativo contrato el grupo Rendom desarrolla una estrategia comunicacional local e internacional para dar soporte en primer lugar al desembolso de siete mil millones de dólares (7000 millones de $) por parte del congreso norteamericano como aporte al plan Colombia; mediante el desarrollo de sus operaciones de guerra sicológica, muy bien precedido de su trabajo en Panamá, Irak y Afganistán.

Este control mediático se ejerce mediante el monopolio de toda la información que se genera en Colombia (99% es emitida por la derecha); permítanme una breve explicación: a nivel impreso el único diario de circulación nacional es “El Tiempo” de Bogotá, perteneciente a la familia Santos que forman parte de las cinco familias colombianas que han ostentado el poder desde la colonia y que hoy forman parte del gobierno del presidente Uribe, en la persona de Juan M. Santos ministro de la Defensa, conocido por su fobia contra Venezuela. En el área audiovisual o televisiva RCN es el único canal de alcance nacional teniendo la exclusividad del espacio radioeléctrico, hay canales regionales que fundamentalmente replican y retransmiten la línea informativa de RCN, sumado a la alianza internacional de RCN con la cadena Globovisión de Venezuela y CNN de los Estados Unidos; conformando un triangulo de guerra mediática contra la Revolución Bolivariana; como cierre estelar la Radio Cadena Caracol tiene la supremacía del espacio radio eléctrico a nivel radiofónico. Cabe destacar que existen expresiones de la comunicación comunitaria y alternativa, pero es básicamente una expresión de resistencia, dada la penalización de este tipo de comunicación por el gobierno colombiano, si ejercer el periodismo es peligroso, en el campo comunitario es una condena.

La conformación del canal TELESUR, modifico el cuadro comunicacional del continente, fracturado el bloque informativo de Televisa de México, O Globo de Brasil y CNN de Estados Unidos que hace enlace con RCN y Radio Caracol, conformando el circuito comunicacional del plan Colombia como parte del teatro de operaciones, nacional e internacional. TeleSur sin proponérselo como línea informativa le ha roto la cúpula de cristal, que la oligarquía colombiana ha venido construyendo en todo este tiempo a nivel comunicacional alrededor de la sociedad en este país. La propuesta de canje humanitario con la Fuerza Armadas de Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), ha representado un desahogo no solo político sino comunicacional del conflicto Colombiano, hecho que altera el lineamiento hegemónico planteado por el plan Colombia, dado que ha hecho visibles a diversos actores del conflicto, ocultos hasta ahora, como los presos políticos, el asesinato de jóvenes, para presentarlos como guerrilleros conocidos como los “falsos positivos”, la gama de dirigentes sociales muertos o desaparecidos victimas de la criminalización de la lucha social integrada por: campesinos, sindicales, indígenas. Ha sido TELESUR, en cumplimiento de su cobertura informativa, profesional y objetiva, la que ha develado el manejo perverso y macabro de la información como operación de guerra sicológica basada en el terror como política de estado aplicada en Colombia.

La participación del presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez en el desarrollo del canje humanitario en los años 2007-2008 como actor facilitador y mediador, por petición de la Senadora Colombiana Piedad Córdova y por supuesto avalado por la Casa de Nariño; trastoca la matriz informativa del plan Colombia, quebrando el control de la difusión noticiosa, entre otros aspectos darle tratamiento equitativo a las FARC tanto informativo como político, lo que rompe con el calificativo de terrorista y lo coloca como actor beligerante. Concretando en los hechos la existencia de un conflicto armado en Colombia; generado por las profundas desigualdades sociales, así como la carencia de espacio para la expresión de la disidencia política, la cual esta penalizada llegando al extremo del aniquilamiento físico; como lo ocurrido con George Eliécer Gaitán y el partido político Unión Patriótica.

La cobertura informativa por parte de TeleSur del canje humanitario, develando el lado humano del hecho, colocó al desnudo la política represiva del gobierno de Uribe y el fracaso del plan Colombia como solución al conflicto, dejando a CNN a la cola de los acontecimientos y por añadidura a RCN; echando por tierra el montaje y la manipulación informativa que tanto CNN como RCN vienen haciendo de los hechos.

El gobierno de Uribe tiene planteado retomar el control informativo del conflicto Colombiano y sacar a como de lugar a TeleSur de la cobertura informativa; tanto en los hechos, como con sus actores; lo que pasa en primer lugar por sacar al presidente Chávez de su papel de mediador (hecho consumado), continuando con la senadora Piedad Córdova, cosa que no le ha sido fácil por la tenacidad y gallardía de esta mujer y mas importante por los resultados que ambos actores han obtenido en la concreción de las liberaciones de retenidos sanos y salvos con el respaldo del Comité Internacional de la Cruz Roja; cosa que el gobierno no ha logrado asta ahora. En contra partida la política de seguridad democrática del presidente Uribe se plantea la liberación de los retenidos por la insurgencia a sangre y fuego; utilizando la vida de los rehenes como trofeo político, mediante el uso de métodos sucios y deleznables como los aplicados en la “operación jaque”. Donde se pisoteo el Derecho Internacional Humanitario al plagiar los símbolos de la Cruz Roja Internacional, hecho sin precedentes en situaciones de conflictos a nivel mundial por la descalificación de un ente con una trayectoria de años y que costó la vida de muchas personas, para el logro del sitial que ocupa tanto la Cruz Roja como el Comité Internacional de la Cruz Roja.

En la operación jaque, se cumplieron otros objetivos secundarios, fuera de la liberación de los retenidos, entre otros retomar el control comunicacional del conflicto, lo que pasa por sacar a TeleSur de la cobertura informativa del hecho y transformarlo en un actor no confiable, con la utilización del logo del canal para disfrazar la operación, se vulneró su credibilidad y lo descalifica para futuras operaciones y todo hecho relacionado. Como cierre estelar el propio presidente Uribe ante la fuga informativa del acoso del ejército; al mas reciente operativo de entrega de retenidos, denunciada por parte del periodista George Enrique Botero, vía teléfono por TeleSur y corroborado por un comandante de las fuerzas insurgente en plena selva; ante tal evidencia, el presidente Uribe contra ataca llamando a TeleSur, TeleFARC por haber transmitido la denuncia y puesto al descubierto la falsedad del gobierno.

Este calificativo representa dentro de la política Colombiana una sentencia de muerte o ser declarado objetivo militar; a partir de este decreto se concreta la persecución de los corresponsales de TeleSur y de todo ente relacionado con el canal televisivo (como ha ocurrido con los compañeros Hollman Morris y George Botero), sumado al riesgo que ya significa el que hacer comunicacional en Colombia; se podría afirmar en termino coloquial que ya TeleSur tiene colocado la “etiqueta en el pie”.

TeleSur ha hecho visible los anhelos de cambio y redención de América Latina, partiendo del hecho comunicacional como acción liberadora y de evolución humana; trastocando la acción perversa de las trasnacionales de la comunicación como colonizadoras ideológicas del gran imperio; incluido las operaciones de guerra sicológica de Rendon Group, que no es más si no la política del departamento de estado norteamericano para tratar de detener y contrarrestar el proceso de integración Latinoamericano y Caribeña y la voluntad soberana de los pueblos. Este análisis es un alerta para preservar la integridad física y material de los hermanos que laboran en TeleSur, a la vez de reivindicar la trinchera de lucha que significa, no solo para Latinoamérica sino para los pueblos del mundo la actividad informativa y comunicacional de TeleSur.


* Comunicador Comunitario

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