La destrucción del planeta en el que vivimos y la degradación de nuestro Medio Ambiente son uno de los principales problemas a los que se enfrenta la especie humana en la actualidad. Cambio climático, disminución de la capa de Ozono, desertificación de las tierras, pérdida de la biodiversidad, etc. Los países capitalistas están mostrado una gran preocupación ante el asunto y se han comprometido a tomar medidas urgentes. Pero como todos sabemos, en un sistema donde prima el interés privado de unos pocos al interés social, el Medio Ambiente no es una excepción. Por lo tanto los recursos no son gestionados de forma sostenible desde un punto de vista de interés de toda la sociedad, sino del modo que aporte mayores beneficios a los capitalistas al momento, sin pensar en las posibles repercusiones en un futuro no muy lejano.
Además toda esta toma de conciencia ecológica llega “un poco” tarde. Cuba, como los hechos nos demuestran con frecuencia, ya había lanzado una advertencia hacia 17 años. El 12 de junio de 1992, Fidel Castro pronunciaba su discurso durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. (Conferencia de Rio de Janeiro).
En él señalaba que las sociedades de consumo eran las responsables fundamentales de la atroz destrucción del Medio Ambiente. Este párrafo resume su intervención:
“Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la tierra [...]. Aplíquese un orden económico internacional justo. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa [...]. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”. (Fidel Castro)
Desde hace mucho tiempo, Cuba ha hecho de la protección del medio ambiente una prioridad nacional.
Numerosas instituciones internacionales reconocen la labor cubana en materia de conservación de la naturaleza. El proyecto cubano de energía renovable de la Universidad de Oriente obtuvo en 2006 el premio mundial “Energy Globe” que recompensa cada año las iniciativas destinadas a favorecer una utilización más eficaz y sostenible de los recursos naturales en el campo del consumo de energía. Varias instituciones mundiales como las Naciones Unidas, el Consejo Europeo por la Energía Renovable y el Banco Mundial, entre otras, conceden este premio.
DESARROLLO SOSTENIBLE.
En 2006 “World Wild for Fund (WWF) “, la organización internacional más importante para la protección del medio ambiente, subrayó en su informe anual “Planète Vivante 2006”, que Cuba es la única nación del mundo que ha alcanzado un desarrollo sostenible. Es decir ,que es el único país que consigue un equilibrio entre el bienestar de sus ciudadanos y la conservación del medio ambiente (y eso a pesar de más de 45 años de criminal bloqueo). En este punto cabe también destacar que Cuba es el primer país del mundo en integrar en su Constitución el concepto de sostenibilidad, idea ligada a los principios del Socialismo.
CAMBIO CLIMÁTICO
La amenaza del cambio climático nunca se consideró en este país como ciencia ficción, pues desde 1991 se realizó la evaluación de su impacto en el archipiélago. (Por su condición de isla, Cuba es uno de los países más vulnerables al cambio climático).
Desde hace años Cuba investiga el impacto del cambio climático en la sociedad, su incidencia en la agricultura, la producción de alimentos, en la disponibilidad de agua dulce y sus efectos en el turismo y la salud humana.
Esto ha permitido que la isla pueda disponer de un plan de enfrentamiento al cambio climático enmarcado en su Estrategia Ambiental Nacional, sobre todo en los temas referentes a la adaptación a ese fenómeno.
Es por todo ello que Cuba es un ejemplo mundial en cuanto a la mitigación de los efectos del cambio climático, aún cuando su emisión de gases de efecto invernadero es insignificante.
Además existen numerosos datos que corroboran la buena gestión del Medio Ambiente en la isla:
Entre las tareas priorizadas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en el territorio ocupa lugar preferencial el programa de reforestación como parte de la lucha contra la desertificación y la sequía. Es por ello que Cuba es uno de los pocos países del mundo cuya superficie forestal actual es superior a la de hace 50 años, representando el 25 % del territorio nacional.
Gracias al programa nacional de mejora de los suelos, 515.000 hectáreas se trataron en 2006, lo que permitió disminuir en un 3,8% la contaminación del medio ambiente con respecto a 2005.
Cuba aparece por primera vez en la Red Regional de Bosques Modelo de Latinoamérica y el Caribe, en un área formada por mil 717 km2. Ello obedece a la labor sistemática realizada por las autoridades del país en aras de minimizar el deterioro ambiental y el ocasionado por los deslices humanos.
Desde el triunfo revolucionario el estado cubano se trazó como principal objetivo elevar el nivel y calidad de vida del pueblo en su concepto más amplio, principios sobre los cuales se argumenta en la actualidad la sostenibilidad del desarrollo. Las transformaciones llevadas a cabo tuvieron una incidencia directa sobre el medio ambiente, permitiendo desde los primeros años alcanzar diversos logros.
En el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en 1975, se aprobaron las Tesis sobre Política Científica, en las que se subraya la necesidad de crear un órgano para la atención a los problemas del medio ambiente.
Con el objetivo de institucionalizar la protección del medio ambiente, en 1976 se crea la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y la Conservación de los Recursos Naturales. Ese mismo año, al promulgarse la Constitución (1976), se introduce en su Artículo 27 la protección del medio ambiente y su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social.
En enero de 1981 se promulga una ley pionera en América Latina que consagra una protección global de los recursos naturales que establece los principios básicos para la conservación, protección, mejoramiento y transformación del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales, de conformidad con la política integral de desarrollo del país.
En 1992 se modifica el artículo 27 de la Constitución para añadir el concepto de Desarrollo Sostenible.
Ese mismo año se celebró la Conferencia de Río de Janeiro donde los líderes de Gobierno adoptaron la Agenda 21, un plan global para el desarrollo sustentable. Desde entonces ha llegado a ser la base para muchos planos nacionales, y millares de ciudades y pueblos a través del mundo han creado su propia "Agenda 21 local.
REVOLUCION ENERGÉTICA:
Cuba es miembro de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y está entre los países donde más seriamente se ha retomado el concepto de uso racional y eficiente de la energía. .
El año de la Revolución Energética en Cuba fue el 2006. Esta se basó en 3 pilares: el ahorro, la eficiencia energética y el fomento de fuentes renovables de energía. En este proceso en los últimos 3 años Cuba ha sido capaz de reemplazar más de 9 millones de bombillas incandescentes y más de 3 millones de efectos electrodomésticos que consumían gran cantidad de energía. Con ello se han ahorrado casi 400 millones de dólares y se han dejado de emitir aproximadamente 1,2 millones de toneladas de CO2 por año.
El plan de ahorro está centrado en la sustitución inmediata y masiva de una serie de artefactos y equipos bastante antiguos e ineficientes que están disminuyendo tremendamente el consumo por domicilio, comercio e industria. El plan es autosustentable y con el mismo ahorro se paga la inversión muy rápidamente. Como parte de este programa también se arreglaron postes eléctricos y cables de alta tensión para la distribución de la electricidad, se instalaron nuevos generadores y esto hizo que fueran mucho menos comunes los apagones. Este programa, por ejemplo, convirtió a Cuba en el primer país del mundo en sustituir las bombillas incandecentes por bombillas de bajo consumo, ejemplo seguido después por otros países como Australia o Venezuela.
Sustituir paulatinamente las centrales termoeléctricas ineficientes y transformar el patrón tradicional de generación, con menor consumo de combustible, es el objetivo principal del programa energético cubano.
También la educación ambiental hacia toda la población para un uso racional de los recursos se ha llevado a cabo combinada con todas estas medidas.
Todas estas acciones sumadas constituyen una verdadera revolución energética, que suponen una voluntad política tendiente al uso racional y eficiente de la energía. Todo ello no solo supone beneficios para la economía, sino para la vida sustentable del planeta.
En materia de protección del medio ambiente (como en materia de salud, educación, universalización de la cultura y práctica del deporte) el mundo tiene mucho que aprender de Cuba. Este pequeño país, acosado por sanciones económicas sumamente severas por parte de Estados Unidos, ha demostrado que si se aplican la ciencia y la tecnología al servicio de toda la sociedad y del medio ambiente, es posible conservar la naturaleza.
Lety Bonin
Además toda esta toma de conciencia ecológica llega “un poco” tarde. Cuba, como los hechos nos demuestran con frecuencia, ya había lanzado una advertencia hacia 17 años. El 12 de junio de 1992, Fidel Castro pronunciaba su discurso durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. (Conferencia de Rio de Janeiro).
En él señalaba que las sociedades de consumo eran las responsables fundamentales de la atroz destrucción del Medio Ambiente. Este párrafo resume su intervención:
“Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la tierra [...]. Aplíquese un orden económico internacional justo. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa [...]. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”. (Fidel Castro)
Desde hace mucho tiempo, Cuba ha hecho de la protección del medio ambiente una prioridad nacional.
Numerosas instituciones internacionales reconocen la labor cubana en materia de conservación de la naturaleza. El proyecto cubano de energía renovable de la Universidad de Oriente obtuvo en 2006 el premio mundial “Energy Globe” que recompensa cada año las iniciativas destinadas a favorecer una utilización más eficaz y sostenible de los recursos naturales en el campo del consumo de energía. Varias instituciones mundiales como las Naciones Unidas, el Consejo Europeo por la Energía Renovable y el Banco Mundial, entre otras, conceden este premio.
DESARROLLO SOSTENIBLE.
En 2006 “World Wild for Fund (WWF) “, la organización internacional más importante para la protección del medio ambiente, subrayó en su informe anual “Planète Vivante 2006”, que Cuba es la única nación del mundo que ha alcanzado un desarrollo sostenible. Es decir ,que es el único país que consigue un equilibrio entre el bienestar de sus ciudadanos y la conservación del medio ambiente (y eso a pesar de más de 45 años de criminal bloqueo). En este punto cabe también destacar que Cuba es el primer país del mundo en integrar en su Constitución el concepto de sostenibilidad, idea ligada a los principios del Socialismo.
CAMBIO CLIMÁTICO
La amenaza del cambio climático nunca se consideró en este país como ciencia ficción, pues desde 1991 se realizó la evaluación de su impacto en el archipiélago. (Por su condición de isla, Cuba es uno de los países más vulnerables al cambio climático).
Desde hace años Cuba investiga el impacto del cambio climático en la sociedad, su incidencia en la agricultura, la producción de alimentos, en la disponibilidad de agua dulce y sus efectos en el turismo y la salud humana.
Esto ha permitido que la isla pueda disponer de un plan de enfrentamiento al cambio climático enmarcado en su Estrategia Ambiental Nacional, sobre todo en los temas referentes a la adaptación a ese fenómeno.
Es por todo ello que Cuba es un ejemplo mundial en cuanto a la mitigación de los efectos del cambio climático, aún cuando su emisión de gases de efecto invernadero es insignificante.
Además existen numerosos datos que corroboran la buena gestión del Medio Ambiente en la isla:
Entre las tareas priorizadas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en el territorio ocupa lugar preferencial el programa de reforestación como parte de la lucha contra la desertificación y la sequía. Es por ello que Cuba es uno de los pocos países del mundo cuya superficie forestal actual es superior a la de hace 50 años, representando el 25 % del territorio nacional.
Gracias al programa nacional de mejora de los suelos, 515.000 hectáreas se trataron en 2006, lo que permitió disminuir en un 3,8% la contaminación del medio ambiente con respecto a 2005.
Cuba aparece por primera vez en la Red Regional de Bosques Modelo de Latinoamérica y el Caribe, en un área formada por mil 717 km2. Ello obedece a la labor sistemática realizada por las autoridades del país en aras de minimizar el deterioro ambiental y el ocasionado por los deslices humanos.
Desde el triunfo revolucionario el estado cubano se trazó como principal objetivo elevar el nivel y calidad de vida del pueblo en su concepto más amplio, principios sobre los cuales se argumenta en la actualidad la sostenibilidad del desarrollo. Las transformaciones llevadas a cabo tuvieron una incidencia directa sobre el medio ambiente, permitiendo desde los primeros años alcanzar diversos logros.
En el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en 1975, se aprobaron las Tesis sobre Política Científica, en las que se subraya la necesidad de crear un órgano para la atención a los problemas del medio ambiente.
Con el objetivo de institucionalizar la protección del medio ambiente, en 1976 se crea la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y la Conservación de los Recursos Naturales. Ese mismo año, al promulgarse la Constitución (1976), se introduce en su Artículo 27 la protección del medio ambiente y su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social.
En enero de 1981 se promulga una ley pionera en América Latina que consagra una protección global de los recursos naturales que establece los principios básicos para la conservación, protección, mejoramiento y transformación del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales, de conformidad con la política integral de desarrollo del país.
En 1992 se modifica el artículo 27 de la Constitución para añadir el concepto de Desarrollo Sostenible.
Ese mismo año se celebró la Conferencia de Río de Janeiro donde los líderes de Gobierno adoptaron la Agenda 21, un plan global para el desarrollo sustentable. Desde entonces ha llegado a ser la base para muchos planos nacionales, y millares de ciudades y pueblos a través del mundo han creado su propia "Agenda 21 local.
REVOLUCION ENERGÉTICA:
Cuba es miembro de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y está entre los países donde más seriamente se ha retomado el concepto de uso racional y eficiente de la energía. .
El año de la Revolución Energética en Cuba fue el 2006. Esta se basó en 3 pilares: el ahorro, la eficiencia energética y el fomento de fuentes renovables de energía. En este proceso en los últimos 3 años Cuba ha sido capaz de reemplazar más de 9 millones de bombillas incandescentes y más de 3 millones de efectos electrodomésticos que consumían gran cantidad de energía. Con ello se han ahorrado casi 400 millones de dólares y se han dejado de emitir aproximadamente 1,2 millones de toneladas de CO2 por año.
El plan de ahorro está centrado en la sustitución inmediata y masiva de una serie de artefactos y equipos bastante antiguos e ineficientes que están disminuyendo tremendamente el consumo por domicilio, comercio e industria. El plan es autosustentable y con el mismo ahorro se paga la inversión muy rápidamente. Como parte de este programa también se arreglaron postes eléctricos y cables de alta tensión para la distribución de la electricidad, se instalaron nuevos generadores y esto hizo que fueran mucho menos comunes los apagones. Este programa, por ejemplo, convirtió a Cuba en el primer país del mundo en sustituir las bombillas incandecentes por bombillas de bajo consumo, ejemplo seguido después por otros países como Australia o Venezuela.
Sustituir paulatinamente las centrales termoeléctricas ineficientes y transformar el patrón tradicional de generación, con menor consumo de combustible, es el objetivo principal del programa energético cubano.
También la educación ambiental hacia toda la población para un uso racional de los recursos se ha llevado a cabo combinada con todas estas medidas.
Todas estas acciones sumadas constituyen una verdadera revolución energética, que suponen una voluntad política tendiente al uso racional y eficiente de la energía. Todo ello no solo supone beneficios para la economía, sino para la vida sustentable del planeta.
En materia de protección del medio ambiente (como en materia de salud, educación, universalización de la cultura y práctica del deporte) el mundo tiene mucho que aprender de Cuba. Este pequeño país, acosado por sanciones económicas sumamente severas por parte de Estados Unidos, ha demostrado que si se aplican la ciencia y la tecnología al servicio de toda la sociedad y del medio ambiente, es posible conservar la naturaleza.
Lety Bonin
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