2/01/2009

Foro Social Mundial: la suma de todos los anhelos. Raul Sohr

Bajo el lema "Otro mundo es posible", muchos de los líderes que rechazan el neoliberalismo debatieron, esta semana, cómo enfrentar la actual crisis económica.
Los altermundistas, como gustan llamarse los que rechazan el capitalismo dominante, convergieron de todos los rincones del planeta al gran encuentro realizado en Belem do Pará, en el corazón de la Amazonia brasileña.

Esta vez el éxito político del Foro Social Mundial (FSM), en su octava convocatoria, fue contundente en Sudamérica, pues contó con la mayoría de los presidentes de la región.

En una desbordante asamblea estaban los jefes de Estado de Brasil, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Paraguay.

El Presidente Evo Morales fue aclamado por su triunfo en aprobar una Constitución que reconoce la diversidad nacional pero que, en realidad, consagra un lugar central a la mayoría indígena postergada hasta ahora, también limita la propiedad de las tierras y fortalece la autoridad del Estado.

Morales comenzó por proclamarse un discípulo del FSM puesto que ha asistido a varios de sus encuentros.

Rafael Correa, el Presidente ecuatoriano, subrayó cómo ha cambiado la región al estar acompañado por Lula, un sindicalista; Lugo, un ex obispo, y Morales, un indio.

Por su parte, el Presidente Lula señaló que no necesitaban "lecciones de los países ricos pues lo que importa es proteger a los desprotegidos". Y los excluidos del sistema en Brasil son muchos.

El actual gobierno, para mitigar la abrumadora pobreza del nordeste del país, ha dispuesto las llamadas Bolsa-Familia, que es un bono entregado a los hogares con una renta inferior a los 60 dólares mensuales, unos 40 mil pesos.

La bonificación aumenta por cada hijo en edad escolar que asiste en forma efectiva a la escuela. Unas once millones de familias reciben estos beneficios cuyo impacto ha sido considerable.

El FSM se desplazó hasta Belem, con su calor, humedad y lluvias diluvianas para llamar la atención del mundo a lo que ocurre en la Amazonia.

Una región determinante para el clima del planeta y, a la vez, su mayor reserva de agua dulce. El acoso de los pueblos indígenas, la pérdida de diversidad de especies, la construcción de represas y carreteras figuraron alto en las denuncias realizadas en el encuentro.

La combinación de diversas industrias converge para destruir la selva y los que viven en ella. Primero, están las empresas que explotan la madera. Una vez talados los árboles dejan paso a los ganaderos y tras ellos, en muchos lugares, llega el muy rentable cultivo de soja.

Los debates del encuentro parecen más destinados a la catarsis colectiva que a abrir vías concretas de solución. Es, sin embargo, un ejercicio de enorme relevancia.

No es en el FSM donde surgirán las soluciones, pero sí ellas son incubadas en sus debates. Son los millares de organizaciones no gubernamentales (ONG), entre las que destacaba un sólido contingente chileno, las que en definitiva, junto a gobiernos, deben trazar los cursos de acción.

Las problemáticas recorren un rango enorme que va desde la esclavitud, en la que son mantenidas 26 millones de personas en el mundo. En Brasil en 2008 fueron liberadas cinco mil personas que eran trabajadores esclavizados.

La polémica sobre los recursos energéticos está a la orden del día. Una de las amenazas para varias regiones son los agrocombustibles que requieren vastas superficies.

La tónica, según los participantes, es la misma donde se mire: es necesario aprovechar mejor lo que ya hay. En otro mundo posible no es posible explotar los recursos en la magnitud y velocidad con que se hace en el presente.

El cambio de los padrones de consumo depende en forma secundaria de los progresos técnicos. El factor clave para asegurar los cambios necesarios son la conciencia ciudadana y como ella es traducida en poder.

Este aspecto, el de los mecanismos más eficaces para garantizar la representación política de la población, fue objeto de muchos talleres. Al respecto Lula contribuyó con la siguiente afirmación: "Hoy el Estado es visto como el salvador, y a sus puertas vienen a golpear aquellos que condujeron en forma errada las economías de sus países".

Se subentiende que por Estado efectivo no se habla de un Estado grande. Se trata de un Estado que es capaz de fijar las reglas y velar que sean cumplidas. Y, por sobre todo, de un Estado que sea una fiel expresión de las mayorías ciudadanas y no de intereses sectoriales como ocurre tanto en países emergentes como en países ricos.

Es llamativo que el Foro Económico Mundial, realizado al mismo tiempo en Davos, Suiza, donde se congregan los principales hombres de Estado, los más poderosos empresarios, financistas y teóricos del capitalismo los latinoamericanos brillaron por su ausencia. Asistieron sólo el presidente colombiano Álvaro Uribe y el mexicano Felipe Calderón. Un signo de los tiempos.

0 comentarios: