Por Martha Guadalupe Romero - Para Resumen Latinoamericano.
Después de la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, mucha agua corrió debajo del puente en El Salvador. El país más pequeño de Centroamérica pero el más densamente poblado (256 habitantes por km2), había terminado con un conflicto armado que dejó unas 75.000 personas muertas, 6.000 desaparecidas y unas 40.000 lisiadas.
Con un gobierno presidido por Arena, partido fundado por el mayor Roberto d'Aubuisson,
creador de los escuadrones de la muerte y principal sospechoso de haber
ordenado el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero, el FMLN se dispuso a
seguir en la lucha, enfrentando los retos cotidianos de la incipiente
democracia salvadoreña, desde su posición de partido político legalizado.
Cuatro elecciones presidenciales se han realizado en El Salvador después de
la firma de la Paz, donde Arena había ganado sucesivamente, así como el
mayor número de diputados en el Congreso y la mayoría de los gobiernos
locales, utilizando campañas de terror y de miedo con los electores. El FMLN
por su parte, desde su condición de oposición, fue progresivamente
acumulando diputados en el Congreso y un buen número de gobiernos locales.
Poco a poco, el FMLN fue posicionándose en la vida del país.
En el transcurso de esos años, la economía del país fue dolarizada para
favorecer a los grandes empresarios en detrimento de la economía familiar de
los más pobres. 43 de cada 100 personas de la población económicamente
activa sobreviven subempleadas o con actividades como ventas ambulantes y
trabajos temporales. El salario mínimo oscila entre 3 y 7 dólares diarios,
dependiendo de la actividad económica (agrícola, servicios, industrial,
etc.). Frente al alto costo de la vida, emigrar en busca de mejores
oportunidades, se convirtió en la única opción para mantener a la familia.
El Salvador es el país de la región que tiene el mayor número de migrantes
en Estados Unidos (3 millones). Las remesas que envían los salvadoreños en
el exterior se estiman en 3,500 millones de dólares, que constituyen el 18%
del PIB.
Después de 17 años en la oposición, de enfrentar una sucia campaña
electoral, plena de mentiras y de amenazas, el FMLN con Mauricio Funes como
candidato, ganó la presidencia del país con el 51.3% del voto popular, en
una jornada de participación ciudadana, donde por primera vez los dos
contendientes acumularon más de un millón de votos cada uno. En enero, el
FMLN había conseguido el mayor número de diputados en el Congreso (35) y 96
alcaldías.
Funes ha sido clave para llevar al FMLN a la presidencia del país, dándole
un rostro joven y nueva vitalidad al frente, necesaria no sólo para darle
confianza a la ciudadanía, sino para enfrentar los enormes problemas que
aquejan el país El frente ha dado una muestra de apertura y madurez, al
aceptar como candidato a un hombre que viene de afuera del partido pero que
reúne las cualidades necesarias para liderar un gobierno donde el norte sea
el bienestar social y no el enriquecimiento de unos pocos. Ha sido un
trabajo de equipo donde tanto el FMLN como Funes pusieron su mejor esfuerzo
para ganar las elecciones.
Gobernar no será fácil. 68.8 homicidios por cada 100 mil habitantes lo ubica
como uno de los países más violentos del continente. Existe un médico por
cada 2,500 habitantes. Según la Cepal el 47.5% de la población vive en
situación de pobreza y un 19% en extrema pobreza. Este año, desde que la
crisis se instaló, 25 mil empleos se perdieron en sectores de la
construcción, industria manufacturera, ganadería y agricultura.
En su primer discurso como presidente electo, Funes, mencionó los Acuerdos
de Paz, recordó a Monseñor Romero y su opción por los pobres, llamó a las
fuerzas sociales y políticas del país a trabajar en unidad, respetando las
diferencias y afirmó que Arena sería respetada y escuchada; reconoció el
trabajo de las fuerzas armadas y ofreció un gobierno incluyente. Sobre
Estados Unidos expresó que es necesario construir una relación con una nueva
dimensión, tomando cuenta que es el principal destino de las exportaciones y
que una tercera parte de la población salvadoreña vive en ese país.
La victoria del FMLN en El Salvador es histórica y muestra claramente que la
esperanza de cambio venció al miedo. El pueblo salvadoreño está preparado
para enfrentar nuevos retos con un nuevo gobierno y sabe que a partir del 1
de junio una nueva historia será escrita en El Salvador.
3/29/2009
El Salvador: si se pudo!
Etiquetas: el salvador, nuestramérica
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