El mensaje del 21 de mayo al no explicar cómo se piensa financiar los numerosos anuncios presentados generó un lógico gran interrogante. Para el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, “los anuncios están perfectamente financiados y (…) están dentro del costo presupuestado de nuestro programa de gobierno. Vamos – añadió – a recuperar la capacidad de crecer y eso va a proveer la gran parte de los recursos; el resto vendrá de austeridad fiscal, (…) de venta de activos prescindibles y de nuestra capacidad de endeudamiento interna y externa”.
Los hechos cuestionan su aseveración. Según su formulación el financiamiento se lograría en “gran parte” de una variable no segura, la suposición de que se alcanzará en el período de cuatro años un crecimiento de 6% lo cual debería producir un incremento en los ingresos fiscales. Pero, lograr esta meta depende de muchas variables y no sólo internas. Desde luego, en una economía tan abierta como la chilena influye en un grado muy importante la evolución de la economía mundial.
El mensaje subestimó el momento que se vive de la crisis económica global. Pocos días después, el director de Asuntos Monetarios del FMI, José Viñals, insistió en que el mundo se enfrenta a una nueva fase de la crisis financiera caracterizada por la agudización de los riesgos de las deudas soberanas en la eurozona y las dudas existentes que las autoridades de los países más afectados puedan cumplir con las medidas de ajuste fiscal con que se han comprometido.
A pesar de la crisis en la eurozona, “que nos puede afectar, el mundo – afirmó Sebastián Piñera equivocadamente – se está recuperando de la crisis financiera y nuevamente crece con fuerza” . Se vuelve a caer en un error similar a cuando el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, aseguraba que la economía chilena estaba “blindada”. Para Felipe Larraín “Chile está muy bien preparado” para enfrentar la emergencia proveniente del exterior . “No es un momento para sobrerreaccionar, nuestra economía tiene una situación muy sólida”, dijo en París durante la Cumbre de la OCDE. Sin duda no se debe sobrerreaccionar, pero tampoco caer en el error de minimizar una situación que ya es grave. Eso sí, reconoció que si el contagio se extendiera a países como Portugal, España o Irlanda, “ahí la situación sería distinta”. En verdad, el efecto contagio está en marcha.
“Los próximos seis meses serán decisivos –señaló Augusto de la Torre, economista principal del Banco Mundial para América Latina y el Caribe-, porque ahí empezaremos a ver con mayor claridad el proceso en Europa y cuáles van a ser los efectos sobre la economía real. Ya no hay islas en el mundo. El mundo está demasiado interconectado como para pensar que los problemas de una región tan importante como Europa no tengan ningún efecto”. En el mismo sentido, el secretario de Hacienda de México, Ernesto Cordero, durante un encuentro de ministros de Finanzas latinoamericanos en Lima manifestó que la crisis europea genera en la región un cuadro de incertidumbre.
Se pierde, por tanto, nuevamente de vista las implicancias en la economía chilena de su elevado grado de apertura. “Exportamos – recordó el economista Gonzalo Sanhueza, de Econsult RS Capital – el 40% del producto, tenemos mucha inversión extranjera, dos de los principales bancos (en el mercado interno) son españoles, donde está parte importante de la crisis. Entonces – concluyó – esto sí va a tener un efecto en la economía chilena” .
La afirmación presidencial se efectuó en los mismos momentos que se generalizaban en Europa los planes de ajuste fiscal, que se mueven en una dirección absolutamente inversa a sostener que la actividad “nuevamente crece con fuerza” El gobierno alemán considera que será “ejemplar” su ajuste de 10.000 millones de euro al año hasta 2016, los cuales se incluirán en el presupuesto a partir de 2011. El ministro de Economía británico anunció por su parte sus medidas para recortar el gasto público en 6.243 millones de libras. “Es la hora de los sacrificios y esperamos que sean provisorios –expresó a su turno el subsecretario italiano, Gianni Letta-, pero debemos evitar terminar como Grecia”. Las medidas de austeridad italianas incluyen el congelamiento de los sueldos de los empleados públicos hasta 2013. En conjunto, los recortes fiscales de Grecia, Portugal, España, Alemania, Inglaterra e Italia a aplicarse entre los años 2012 y 2014 suman US$109.000 millones. De ellos los más voluminosos son los de Grecia (US$37.000 millones) e Italia (US$30.000 millones).
La conclusión presidencial no es la dominante a nivel mundial ni en la conducta de los mercados, tomados por Sebastián Piñera como un factor siempre importante. Los bursátiles muestran una elevada caída, lo que revela precisamente dudas sobre la continuidad de la recuperación económica. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que recibió entre sus miembros a Chile, en su reciente informe semestral si bien constata que la actividad promedio de sus países integrantes es más favorable que a finales de 2009, señaló simultáneamente que los factores en contra de la recuperación global son ahora más fuertes debido a la inestabilidad de los mercados de deuda, la alta volatilidad expresada en la esfera cambiaria y bursátil y a los factores negativos que genera un excesivo ingreso de capitales a varias economías emergentes.
Proyecta un crecimiento en Chile para el año de 4,1% y en 2011 de 5,3%, estimación inferior a las del Banco Central y el Gobierno, destacando entre los riesgos existentes que la crisis de la eurozona se expanda fuera de esa región, reduzca el intercambio comercial y frene la recuperación a nivel global. En verdad, los hechos posteriores a la elaboración del informe conducen a concluir que sus estimaciones deben ser corregidas a la baja.
La unidad de estudios de la revista inglesa The Economist, Economist Intelligence Unit, a su turno, considerando que “la economía mundial se sigue recuperando”, proyecta un crecimiento de 3,1% en el año a tasas de cambio de mercado, pero considera que se desacelerará en los años siguientes, bajando a 2,5% en 2011 y a 2,8% en 2012. Para EE.UU., la economía más grande del mundo, proyecta un crecimiento de 3,3% en 2010, pero sólo de 1,8% al año siguiente. “Pensamos – explicita – que los fundamentos contendrán a la economía una vez que los efectos de corto plazo retrocedan. También hay un alto riesgo – añade – de que un dólar más fuerte como consecuencia de los problemas de la eurozona socave sus exportaciones”. Los efectos de corto plazo mencionados son los planes anticíclicos, fundamentalmente el fiscal, y el proceso de variación de los inventarios, ninguno de los cuales perdura en el tiempo. Europa Occidental, la segunda economía mundial, según las proyecciones del estudio recién el año 2013 volvería a los niveles de actividad de 2008. El crecimiento de la economía mundial sigue descansando en los países emergentes.
Por lo demás, hablar de una tasa de crecimiento fuerte cuando la crisis financiera global persiste es sólo una demostración de buenos deseos. Nouriel Roubini, en su nuevo libro “La economía de las crisis” sostiene, con fundamento, que “la reciente crisis financiera no ha acabado y – lo que es peor – la medicina usada para tratarla puede haber sido en parte tóxica. Parece haber debilitado aún más al paciente y haberlo vuelto más adicto a drogas peligrosas – añadió el académico de la Universidad de Nueva York, que se hizo conocido mundialmente por sus predicciones sobre la evolución de la economía –, además de menos resistentes a nuevas cepas de virus, que en algunos casos pueden resultar fatales”.
Del total de los ingresos requeridos, “US$1.300 millones – constató Piñera – se recaudarán a través de una reforma tributaria y del incremento del royalty minero, entre otras medidas”. Estos mayores ingresos se producen únicamente durante 2011 y 2012 y por ello, en términos netos, en 2013 se registra un saldo negativo en la ley de reconstrucción estimado por la dirección de presupuesto en $205.600 millones. Ello seguiría manifestándose posteriormente, dado que las modificaciones tributarias enviadas al Congreso aumentan transitoriamente impuestos pero las reducciones son permanentes. Además el denominado “royalty minero” prolongaría un grave renuncio en materia de soberanía nacional inaceptable, que Piñera en los hechos volvió a defender en su mensaje.
Ni el mensaje ni las posteriores declaraciones de Felipe Larraín aclaran un punto básico de dónde van a salir concretamente los montos para financiar la reconstrucción o los objetivos económicos que se ha propuesto el gobierno. No se puede seguir diciendo que “gran parte” provendrán del crecimiento y otra cantidad vía impuestos cuando los gravámenes netos ya el 2013 pasan a ser negativos. Del posible uso del Fondo de Estabilización Económica y Social no se ha ido más lejos de repetir que se utilizaría “moderadamente”. Se cuantificó el monto de la colocación de bonos soberanos en el exterior, pero sigue sin aclararse el momento en el que se emitirán, etc. etc. Y ya entramos al sexto mes del año y han pasado tres meses desde el 27 de febrero.
De otra parte, la política fiscal definida por el gobierno acota el gasto público - lo cual no favorece el crecimiento económico – y busca el equilibrio presupuestario, con lo que se renuncia a utilizar los subsidios o déficit fiscales como mecanismos de política. Ello conduce a que mantengan vivo vender lo que denominan “activos prescindibles”, propuesta no incluida en el mensaje por el rechazo que la idea encuentra. Incluso el recién designado director de Codelco, el ex máximo ejecutivo de BHP Billiton, Diego Hernández, cuestionó inicialmente vender la participación de la empresa estatal en Edelnor. “Los activos que tiene Codelco – manifestó refiriéndose a la generadora eléctrica -, que no son minería, están al servicio de la minería, no son activos desconectados con sus operaciones”. Enfrentado, luego, a la falsa disyuntiva planteada por el gobierno de fondos para la reconstrucción o planes de la empresa para mantener y expandir su producción, señaló “evidentemente que prefiero invertir en minería que mantener activos que son prescindibles”.
Con la ampliación del royalty se prosigue en el camino de extraer recursos del país, dado que las empresas extranjeras remesan fuera de Chile un elevado porcentaje de sus utilidades. A su vez, el grupo Luksic presente en la gran minería cuprífera utiliza parte de sus ingresos extras para expandirse internacionalmente. La magnitud de los recursos extraídos anualmente se constata claramente en las cifras de la balanza de pagos. Desde 2004 se sacaron como renta de inversiones extranjeras directas (IED) la suma de US$93.899,7 millones. Los montos anuales varían, lógicamente, en relación a la variación que experimenten en los mercados internacionales las cotizaciones de los commodities que exporta Chile. Por ello sus niveles alcanzaron cifras sin precedentes en los años 2006 y 2007 cuando el cobre tuvo sus promedios más elevados. En 2007, el monto remesado alcanzó un récord de casi US$23.000 millones. Esto ratifica que el país presenta condiciones para financiar una política nacional siempre que se genere una correlación política y social que posibilite retener para el país las ganancias excesivas.
Otras empresas con “activos prescindibles”, según se ha adelantado, son del sector sanitario: Aguas Andinas, Esval, Essbio y Essal. Desde su privatización durante los Gobiernos de la Concertación, hace diez años, estas empresas entregaron al Estado por su participación accionaria en términos reales $420.335 millones. Los mayores aportes sobre el total lo han proporcionado Aguas Andinas (64,83%) y Essbio (22,44%). Esval entregó un 9,58% y Essal un 3,15%. Al aprobarse la ley que permitió las privatizaciones de estos servicios públicos se estableció que el Estado no podía tener una participación inferior al 35%, disposición que durante la administración Lagos, el año 2003, se eliminó. Se trata de un servicio público básico, lo que hace altamente conveniente la presencia estatal, además tiene niveles de rentabilidad garantizados, lo que estimula el interés de capitales privados. Aguas Andinas y Essal están controladas por las transnacional francesa Suez, a través de su filial Aguas de Barcelona (Agbar), mientras que Essbio y Esval están en poder del Fondo de Pensiones de los Profesores de Ontario . El traspaso de sus porcentajes en manos del Estado constituiría un nuevo atentado al interés nacional.
31 de mayo 2010
tomado de: www.dilemas.cl
6/04/2010
¿Mayor financiamiento aportado por el crecimiento?. Hugo Fazzio.
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