6/04/2010

Las metas de Piñera sobre crecimiento y empleo son imposibles de cumplir.

Claudio Lara Cortés, economista y académico, sostiene que la crisis económica que afecta a Europa impactará negativamente en Chile, pese a los dichos del actual ministro de Hacienda, Felipe Larraín quien afirma que el país está preparado. El director del Magíster en Economía de la Universidad ARCIS señala –en entrevista con el equipo de Dilemas- que en el marco del actual modelo, es imposible para Chile alcanzar el desarrollo y las metas de crecimiento y empleo propuestas por el actual gobierno.

¿Bajo qué condiciones se podría crecer al 6%?

Chile es un país tremendamente expuesto a lo que ocurre en el mundo. El gobierno de Piñera está procediendo al igual que el ministro Velasco y antes Eyzaguirre, Massad o Aninat cuando afirmaban que no pasaba nada y todo estaba bajo control.

La crisis que afecta a Europa complica más a Chile que la de Estados Unidos. Esto porque impacta en el precio del cobre y gran parte de la producción de fruta se exporta hacia la Unión Europea.

También hay situaciones impredecibles o difíciles de manejar como la llegada de capitales extranjeros especulativos que inflan las bolsas y manipulan los indicadores y entonces aparecemos creciendo como si estuviéramos en una situación normal.

Aquí hubo una burbuja inmobiliaria que estalló por efecto del terremoto. Es cosa de mirar, sin ser especialista, la cantidad de edificios recién construidos y uno se pregunta quién va a vivir allí.

Cabe recordar que el gobierno de Lagos ofreció un crecimiento de un 7%. Bachelet algo parecido y ahora Piñera se pone la meta del 6%, un punto menos que el gobierno anterior. Pero nuestra economía viene arrastrando tasas de crecimiento mucho mas bajas, lo que no se relaciona con la coyuntura sino con que no ha podido superar los efectos de la crisis asiática. Por lo tanto si no se corrige eso, con reformas profundas, no hay posibilidades de crecer. El promedio de crecimiento anual desde el año 99 es del 3,5% o 3,8%. Excepcionalmente se puede crecer a tasas más altas, pero que un gobierno termine un periodo de cuatro años con promedios del 6%, lo veo imposible.

¿Y la propuesta del millón de empleos?


Si lo primero no es posible, lo segundo tampoco. Porque la estimación está basada sobre el supuesto de una tasa de crecimiento del 6%. Lo que implica que un margen de esos empleos sería por efecto del crecimiento y el resto por la vía de programas especiales o desarrollo de algunos sectores en particular.
Pero, un escenario de contracción del mercado mundial significa intensificación de la competencia. Y para competir se recurre a medidas como una mayor flexibilidad laboral que a mi entender y al revés de lo que señalan sus partidarios, implica mayor desempleo. Un trabajador que labora más hace innecesario contratar a otro.

Competir también implica mayor innovación tecnológica, lo que significa mayor desplazamiento de fuerza laboral.

Por todo lo anterior la meta del millón de empleos no es posible.

El gobierno se propuso la meta del desarrollo para el 2018. Antes Lagos lo había planteado para el 2010. ¿Esta meta es posible?


Es imposible. Es una meta capitalista puesta en cuestión por el propio capitalismo. A estas alturas plantear el crecimiento por el crecimiento, en base al PIB o al PIB per cápita, no tiene ningún sustento por todo lo ocurrido en el último tiempo.

Una de las características que han tenido los últimos gobiernos, incluido Piñera, es que ofrecen o implementan políticas favorables al mundo popular, por ejemplo el término del descuento del 7% para salud que se les hace a los jubilados…


Medidas como estas siempre tienen una moneda de cambio. En América Latina el neoliberalismo tiene un discurso fundamentalmente populista. Incluso se presentan como luchadores contra la pobreza, más que los mismos progresistas. Escuché una entrevista del ministro Kast, donde señalaba que bajo los gobiernos de la Concertación predominaron los derechos por sobre los deberes y de que ahora se continuaría con los derechos pero exigiendo más deberes. Es decir el estado continuará brindando apoyos, pero estos luego se tendrán que pagar con mayores impuestos o aceptando la flexibilidad laboral, por ejemplo.

El descuento del 7% aparece como una medida aceptable, nadie podría estar en contra. El problema es cómo se vincula a una estrategia o a una política determinada, que termine quitando con una mano lo que da con la otra.

Sobre el tema del salario mínimo, que es una discusión que viene. ¿Cuál debería ser la postura de los trabajadores en torno a esto? ¿Existen las condiciones para subir sustancialmente el sueldo mínimo en Chile?


El criterio para fijar el salario mínimo y los salarios en general es la inflación, es decir el IPC. Pero sucede que este indicador es bastante distorsionado, aunque este año sea más real, porque antes se construía en base a sondeos en la región metropolitana y se hacía extensivo para todo Chile. A sabiendas, por ejemplo, que el agua en el norte vale el doble que en Santiago y la electricidad otro tanto en el sur, ambas distorsiones brutales en términos de precios. A lo anterior cabe agregar la existencia de precios que no están incorporados adecuadamente en el Índice, como son los costos financieros que generan las deudas. Los trabajadores de menores recursos están muy endeudados con las grandes casas comerciales y los supermercados, y estas empresas les cobran 2 0 3 veces más intereses o comisiones que un banco, entonces lo que aparece como promedio no es representativo de lo que está viviendo la gente.

Lo que quiero decir es que se puede conseguir un salario mínimo de acuerdo al escenario que hay, pero siendo así, necesariamente esto se traduce en uno con menor poder adquisitivo que el anterior. El IPC golpea distinto a los diferentes estratos sociales y afecta más a los sectores pobres que a los de altos ingresos.

¿Volviendo al tema de la crísis europea, esta es la continuidad de la crisis iniciada en Estados Unidos el 2007 o es una diferente?


Obviamente es una continuidad. En primer lugar se relaciona con la gravedad de la que se desató a fines del año 2007 en EEUU y su impacto en Europa. Los primeros bancos que quiebran o entran en dificultades son bancos europeos. Y en segundo lugar tiene que ver con el tema de los rescates o salvavidas que se disponen para sortearla que en este caso son muy elevados.

El rescate que se lanzó a Corea del Sur al momento de la famosa crisis asiática el año 97 fueron 10 mil millones de dólares. Luego el rescate en EEUU al banco Bear Stearns implicó 40 mil millones y el dispuesto para el Fannie Mae y Freddie Mac fueron 200 mil millones. Todo el paquete de rescate norteamericano para el tema de las "deudas tóxicas" o instrumentos "tóxicos" como le llamaron sumó más o menos 700 mil millones.

Ahora en el caso europeo estamos hablando de un rescate que ascendería a un millón de millones de dólares.

Es decir, en vez de haber disminuido, los rescates van en alza lo que no tienen ninguna magnitud de comparación con lo que fue la crisis asiática del 97 – 98.


Pero ahora se cuestiona los déficits fiscales…


Cuando uno habla de una crisis estatal, en este caso de una crisis fiscal, es porque se produce una disociación entre lo que son los gastos y los ingresos. En este caso los gastos, fundamentalmente gatillados por los paquetes de rescate, se dispararon y a la vez los ingresos producto de la propia crisis disminuyeron.

Ahora claro, en el caso de Europa hay algunos factores más específicos que se relacionan con el mismo acuerdo europeo, de la propia zona europea.

¿Cuál es la causa de la crisis europea que a diferencia de la norteamericana tuvo una identificación concreta en la crisis subprime? ¿Por qué en Europa no se identifica con certeza la causa y se producen estos debates entre los economistas?


Lo que pasa es que la teoría quedó absolutamente sobrepasada por la realidad, sea del enfoque que sea, incluso el enfoque marxista. Abordar la explicación a partir de un enfoque particular, ya sea marxista, keynesiano o pos keynesiano o neoliberal, resulta muy limitado Esto porque se trata de dar cuenta del elemento distintivo de esta crisis y en eso hay autores que han avanzado señalando que lo distintivo se relaciona con el desarrollo, en la banca, del crédito personal.

A diferencia de todas las crisis anteriores y en la historia del capitalismo el sistema financiero estuvo orientado hacia las empresas y también a la especulación. Pero, a partir de los años 70, las empresas que obtienen altas tasas de ganancias y logran cierta autonomía para reinvertirlas, buscan financiamiento en forma autónoma ya sea a través de la colocación de bonos, de las acciones y de otros instrumentos, provocando el auge de las Bolsas a nivel mundial.

Lo anterior deja a la banca sin su gran negocio histórico, obligándola a buscar nuevos espacios, entre los cuales está el crédito hacia las personas. La banca comienza a apostar a las personas, a sus fondos de jubilación o a sus salarios, disponiendo créditos de consumo o hipotecarios. Sobre este pilar está descansando el sistema.




¿Y qué ocurre en Europa?


En el caso de Europa aparece el tema de las burbujas, por ejemplo la inmobiliaria en Irlanda, en el caso de España o Inglaterra o en la misma Grecia, burbujas incluso más graves que la de EEUU.

Entre el año 2001 y el 2007 o 2008 se vivió un fuerte proceso de expansión, basado sobre todo en el desarrollo del consumo privado en base a deudas, lo cual finalmente comienza a derrumbarse como un fenómeno mundial. Por lo tanto la salida será un reordenamiento mundial.

Es lo que estamos viviendo hoy día. En términos de monedas, en términos de mercados, en términos de niveles de consumo. China no pueden seguir exportando a los niveles que venían haciéndolo, la única posibilidad que tienen es desarrollar el mercado interno. EEUU no puede seguir consumiendo al nivel que venía haciéndolo. Tienen que restringir los niveles de consumo y los europeos igual cosa. Tendrán que ajustarse.

Las enormes capacidades productivas desarrolladas generarán una pelea por mercados que hoy día están disminuidos. Cabe recordar que el año 2009 el comercio mundial se redujo en un 20%, agudizando la pelea por el comercio y cómo se redistribuye.

En el caso particular de la Unión Europea la crisis ha develado la gran asimetría y desigualdad que hay entre Alemania y el resto de los países, sobre todo los llamados PIIGS o países del sur. Y también las rigideces de la institucionalidad de la Unión que favorecen abiertamente a Alemania en desmedro de los otros países más pequeños.

El funcionamiento de la Unión Europea tiene la particularidad de hacer común las políticas monetarias, pero diferentes las políticas fiscales ¿Esa continuidad está en riesgo hoy en día?

Yo creo que se ha mal dimensionado y mal analizado la Unión Europea. Esto porque se trata de un acuerdo que opera muy distinto a como lo hace un país. No es lo mismo hablar de EEUU que hablar de la Unión Europea.

Lo que ha ocurrido en las últimas dos décadas es que cuando se habla de competencia internacional se coloca a la UE en un mismo plano con EEUU. Y en verdad son dos realidades totalmente distintas, porque en la UE siguen predominando los países.

¿Y qué pasará entonces, porque lo que hoy se ve es que la cuenta en Europa la están pagando los trabajadores?


La crisis no se deriva sólo de un problema financiero sino del auge desmedido del consumo interno y del consumo a nivel mundial en base a endeudamiento. Vivimos una etapa de sobreendeudamiento, no sólo de las personas sino también de las empresas y del Estado, generándose un problema mayúsculo.

Las medidas que se han propuesto para salir de la crisis, buscan corregir el problema presupuestario, el tema fiscal, sin mirar sus efectos como la restricción del consumo interno por la vía de la reducción de los salarios y las pensiones. Luego la disminución del consumo interno repercutirá negativamente en la inversión y los niveles de producción de la economía.

Además surge el tema de cuán endeudados estaban los bancos. Hay estudios donde calculan que solamente los 55 primeros bancos de Europa requieren un millón y medio de millones de millones de aquí al 2011, lo que significa que el paquete de rescate de un millón de millones es insuficiente para resolver el problema financiero.

En este marco adquiere actualidad la consigna “que la crisis no la paguen los trabajadores”, aunque irónicamente la crisis sorprende a estos muy mal parados. ¿Hasta dónde se va soportar, hasta dónde se va a resistir? Las medidas que se han tomado son de corta mirada y de corta focalización.

¿Aventuras que las turbulencias van a seguir por largo tiempo?


La sobredimensión que han alcanzado las finanzas es tan enorme que es casi imposible regularlas dentro de los propios marcos del capitalismo. Las propuestas de medidas de regulación llevan como dos años discutiéndose y todavía no se ha aceptado ninguna, ni en EEUU ni en Europa. Alemania está proponiendo recién algunas medidas, pero en forma unilateral.

En los enfoques tradicionales, incluso el marxista, siempre se distinguía entre la causa de la crisis y su función o rol y este era restablecer los equilibrios lo que significa, en términos simples, volver a subordinar las finanzas a la economía productiva, a una lógica productiva, a cumplir ese rol que han tenido históricamente de intermediación, de apoyo al capital productivo.

Pero hoy día la crisis no ha sido suficiente para restablecer tales equilibrios. Creo no lo va a hacer y estamos en una etapa en que eso es imposible.

¿Cuáles son los riesgos para Latinoamérica derivados de la crisis europea?


Yo diría al contrario de lo que dicen casi todos, que estamos mucho más expuestos a una crisis de Europa que a una crisis de EEUU. Chile, por ejemplo, exporta mucho más a la UE que a EEUU, pero más complicado que la restricción de la demanda de nuestros productos será el problema de la moneda.

Una de las razones por la cual se reorientaron las exportaciones desde EEUU hacia la UE tuvo que ver con la baja del dólar y el fortalecimiento del euro, por lo tanto era mucho más conveniente para los exportadores dirigirse a la UE. Pero ahora estamos viviendo una reversión de la fortaleza del Euro lo que afecta la moneda y contrae la propia demanda en términos de cantidad.

¿Y que ocurre con los flujos de capitales europeos?


Soy un convencido que la banca española está por las cuerdas. Con la intervención de la Caja del Sur, se hace evidente el tremendo nivel de exposición de estas instituciones y de los bancos. Sobre todo el BBVA y el Santander, que tienen mucha influencia en América Latina y utilizan al continente para obtener mayores niveles de rentabilidad con tasas de interés 5 o 4 veces más altas que en Europa o en EEUU.

Por esto América Latina y Chile están enfrentando un alto costo financiero, el cual es otro mecanismo por el cual se transmiten las crisis. Estas no aparecen por arte de magia y crecientemente van afectando la vida cotidiana y para qué hablar de los fondos de pensiones. Salió un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), que reconoce la crisis profunda que hay en el sistema de pensiones en los 30 países de la organización y propone una reforma consistente en aumentar la edad de jubilación. Esto lo tomó Piñera y lo están estudiando por lo menos para el caso de las mujeres.


Uno te escucha, y tiende a concluir que la crisis y las turbulencias van a prolongarse en el tiempo, dando la impresión de un capitalismo anárquico, lleno de vaivenes y donde no aparecen instituciones capaces de regularlo. ¿Es tan catastrófica la situación?


Sí, yo creo que sí. Lo que pasa es que uno de los grandes problemas de los economistas y de la economía es que trabajan con números, con variables generalmente oficiales. Una crisis permite conocer lo que hay detrás. Es decir, cuando hay investigaciones y se obliga a algunos bancos a abrir sus balances, te vas dando cuenta de la gravedad del asunto, y de cómo lo tóxico se está propagado en el mundo. En EEUU desde tres semanas atrás se está obligando a los bancos a rendir cuentas de donde han realizado inversiones durante un tiempo determinado y ahí, por primera vez, se logra comprobar sus inversiones en materias primas con fines de especulación. No estamos hablando de 5 millones, estamos hablando –por ejemplo-, de 500.000 millones de dólares en compras de petróleo con fines especulativos.

Por eso yo refiero que las finanzas se han propagado como una infección hacia todos los rincones de la sociedad y ámbitos económicos. Entonces salir de tal situación con los marcos actuales es casi imposible.

TOMADO DE WWW.DILEMAS.CL

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