En este caso cuando hablo de capitalismo me refiero especialmente a dos grandes transnacionales de las industrias farmacéuticas y a los magnates de la crianza de cerdos en el “norte revuelto y brutal”.
Investigadores(as) del tema de la gripe “influenza A-HINI” (mal llamada porcina) hablan de cómo la “granja familiar” de crianza de cerdos se ha transformado en algo parecido a la “industria petroquímica”
Mike Davis en un artículo titulado “La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria”, nos dice:
“En 1965, por ejemplo, había en los EEUU 53 millones de cerdos repartidos entre más de un millón de granjas; hoy, 65 millones de cerdos se concentran en 65.000 instalaciones. Eso ha significado pasar de las anticuadas pocilgas a ciclópeos infiernos fecales en los que, entre estiércol y bajo un calor sofocante, prestos a intercambiar agentes patógenos a la velocidad del rayo, se hacinan decenas de millares de animales con más que debilitados sistemas inmunitarios”.
“El año pasado, una comisión convocada por el Pew Research Center publicó un informe sobre la "producción animal en granjas industriales", en donde se destacaba el agudo peligro de que de que la continua circulación de virus se trasmutara a humano”.
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“Cualquier mejora en la ecología de este nuevo agente patógeno tendría que enfrentarse con el monstruoso poder de los grandes conglomerados empresariales avícolas y ganaderos, como Smithfield Farms (porcino y vacuno) y Tyson (pollos). La comisión habló de una obstrucción sistemática de sus investigaciones por parte de las grandes empresas”. (Publicado en el periódico digital SINPERMISO, del cual Mike Davis es miembro del Consejo Editorial)
Tan dramática denuncia confirma que el móvil de estos señores es la ganancia capitalista Que su afán de atesorar riquezas no se detiene ante nada ni ante nadie. Todo se vale para ellos, hasta el punto de que ni el ser humano, ni el resto de la naturaleza, les importan. Su razón de vida es ganar dinero a como de lugar.
Las investigaciones fueron bloqueadas y las advertencias a tiempo de lo que se incubaba fueron olímpicamente despreciadas, por lo que esta pandemia no solo tiene víctimas si no también responsables y beneficiarios. Pero la conversión de este virus porcino a humano cuenta además con seres capaces de aprovecharse de los riesgos y de las necesidades humanas que los industriales del cerdo generaron y de abultar sus consecuencias para vender más y a altos precios. Y en esta segunda fase entraron las corporaciones encargadas de producir medicamentos.
En otro trabajo sobre el tema titulado “el negocio de la gripe porcina”, Kenny García Ortega saca a flote la gran maniobra comercial de dos de ellas:
“Actualmente se dispone de medicamentos para el tratamiento de las personas con infecciones por gripe porcina. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en Atlanta (CDC) recomienda el uso de Oseltamivir y Zanamivir para el tratamiento o la prevención de la infección por los virus de la influenza porcina. El Oseltamivir lo produce Rochecon la marca Tamiflu, y el Zanamivir atualmente es comercializado por Glaxo Smith Kline como Relenza.”
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“Tanto Roche como Glaxo serían los principales beneficiados en todo este asunto.
Lo más curioso es que, al revisar el comportamiento accionario de Roche, se anunció un desplome de sus acciones para el pasado 22 de abril. La situación de Glaxo no es muy diferente que digamos”.
“En definitiva, tenemos a dos multinacionales que requieren una dinamización de su producción para reducir las pérdidas e incrementar las ganancias…... Quizá y dado este escenario, no sea una casualidad el surgimiento de este virus. Los mercadólogos lo saben muy bien “crea una necesidad que sea satisfecha por lo que vendes y tendrás al mercado rendido a tus pies”. Si en el mundo se provocan conflictos y guerras para vender armas, ¿no es igualmente posible generar brotes de virus y enfermedades para vender medicinas?” (Periódico digital APORREA).
Esta pregunta en verdad se responde a sí misma.
Los Estados no tienen a nadie más que comprarle y lo más previsores lo hacen con bastante anticipación. El oligopolio actúa, abulta el mal y fija los precios a su antojo, al tiempo que cada una de las transnacionales cuenta con fuertes influencias al interior de los gobiernos que administran las crisis de salud y deciden las compras.
La muerte, la amenaza de muerte, las enfermedades con perspectivas de desenlaces fatales, les sirven para multiplicar por mucho sus ventas, impedir las pérdidas y obtener ganancias fabulosas. Todo esto sin el menor escrúpulo e incluso potenciando la alarma y el miedo, de modo que para el gran capital vale incluso jugar con la vida y con la muerte de la peor manera con tal de crecer y multiplicarse.
Así es el gran capital, siempre ha sido así, pero ahora más que nunca…tanto que sus recetas frente a sus crisis han llegado al colmo de poner en riesgo la existencia de la humanidad. Y por eso ahora es más cierto que nunca aquello de socialismo o barbarie, de comunismo o caos. Porque la humanidad o hace revolución socialista o muere progresivamente. No hay de otra. (10-O5-OO9).
5/11/2009
Gripe A-HINI y capitalismo. Por Narciso Isa Conde
Etiquetas: internacional
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