Jorge Zuñiga pertenece al puñado de foto-reporteros que, sin precio, registra permanentemente los episodios de la realidad social ligados a las demandas de los dueños de nada en Chile. Es Presidente del Sindicato de Medios Independientes, trabaja desde hace mucho tiempo en la publicación El Siglo, como en El Siglo en Huelga, además de medios alternativos, organizaciones de trabajadores, pobladores y estudiantes.
El ojo que fija la puntería de su máquina incensurable, ha registrado cientos de momentos de las luchas sociales de los trabajadores y el pueblo durante largos años. Esto le ha valido el respeto irrestricto de sus colegas y de los profesionales de las comunicaciones. Y también su convicción por la verdad que lo lleva a “poner el cuerpo” en su trabajo, le ha costado palizas policiales graves, estadías en el hospital, largos días de recuperación, y secuelas que sabe enfrentar sin temblores.
Pero ahora la revancha de algunos carabineros, ha tomado un color más peligroso. El 20 de agosto pasado, Jorge realizaba sus funciones habituales como Reportero Gráfico en el centro de Santiago, debidamente identificado con su credencial de prensa (una redundancia, considerando su popularidad), cubriendo una marcha pacífica de los Deudores Habitacionales por la Alameda. “Hasta ese momento todo estaba en calma”, cuenta Jorge Zúñiga, “y de pronto me percato que se ubicó a mi lado el Capitán Arce, quien sin mediar provocación alguna comenzó a insultarme, diciéndome en forma amenazante ‘Sube ahora las fotos, concha de tu madre, maricón desgraciado’ y otros insultos similares, mientras pasaba reiteradamente de un lado a otro, rozándome en forma matonesca.” Al respecto, el policía se refería a las fotos de carabineros reprimiendo manifestaciones sociales que están en el espacio http://trincheradelaimagen.blogspot.com, creado por el propio Jorge, como un aporte invaluable a la visibilización del movimiento popular.
Un comunicado difundido por el dirigente sindical de Medios Independientes, señala “que los superiores de este capitán deberían estar en conocimiento respecto de estas conductas impropias e investigarlas, ya que desprestigian a su Institución.”
El 21 de mayo pasado en Valparaíso, en el marco de manifestaciones ocurridas durante el discurso de la Presidenta Bachelet en las inmediaciones del Congreso, el fotógrafo profesional dependiente de la agencia EFE, Víctor Salas, fue agredido con tal violencia por un carabinero a caballo, que simplemente perdió la visión de uno de sus ojos.
En Chile, la criminalización mediática y legal promovida por la minoría que manda contra cualquier expresión de descontento organizado en los espacios públicos, alienta la represión y aplicación de la violencia discrecional y arbitraria, especialmente, de las Fuerzas Especiales de carabineros contra los ciudadanos. Y esa represión alcanza, sin discriminaciones, a los propios profesionales de las comunicaciones en el ejercicio de su trabajo.
En el país, los reporteros gráficos y periodistas, en general, son pésimamente remunerados, más todavía si laboran en la prensa no dependiente de las grandes corporaciones económicas, ni en el duopolio (Edwards-Copesa) que controla el 90 % del mercado informativo nacional.
Jorge Zúñiga, con su trabajo esmerado e insobornable, dignifica la profesión comunicacional y la fotografía de actualidad social. El producto de sus horas y riesgos es y será materia documental para conocer la verdad y bascular la aplastante visión unidimensional de los medios de comunicación subordinados a los intereses de la patronal.
Las amenazas y la violencia policial contra Jorge y otros profesionales de la prensa independiente, manifiestan una vez más, que la libertad de expresión en Chile es un espejismo retórico de una democracia inauténtica, limitadísima y atentatoria contra los derechos humanos más elementales.
Andrés Figueroa Cornejo
Agosto de 2008
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