9/05/2010

"Métanse su bicentenario por la raja y devuelvan los territorios"

David Aniñir es una de las voces más potentes de la poesía mapuche actual. Y también una de las más irreverentes y lúcidas. Sobre sus pasos actuales, la huelga de hambre en prisiones, el Bicentenario y su nuevo proyecto poético-audiovisual, "Ñukemapulandia", conversó en exclusiva con Azkintuwe.
Por Pedro Cayuqueo - Jueves 26 de Agosto de 2010

“Somos hijos de lavanderas, panaderos, feriantes y ambulantes / somos de los que quedamos en pocas partes”, escribe David Aniñir Guilitraro en “Mapurbe”, libro subtitulado “Venganza a raíz” (Odiokracia Autoediciones, Santiago 2005). Aniñir escribe desde su propias vivencias y las de sus pares. Vive en la comuna de Cerro Navia, en el corazón de la periferia capitalina. Es obrero de la construcción y en sus poemas mezcla, sin pudor alguno, todos los mundos que ha recorrido a sus 38 años; poblador, rockero, mapuche, migrante y un largo etcétera.

Escritor de culto para las nuevas generaciones, el bicentenario chileno lo encuentra abocado a un proyecto fascinante: llevar al cine, al lenguaje audiovisual, pasajes de su opera prima “Mapurbe”. Para ello se unió al director de cine independiente Vicho Montecinos, con quien trama dar vida a “Ñukemapulandia”, “una mirada sarcástica y crítica sobre la realidad del mapuche en la ciudad”, según la define el propio Aniñir. Sobre ello y varias cosas más conversó con Azkintuwe.

- David, en qué andas por estos días.

Bueno, la verdad “andamos”. Junto al emergente Vicho Montecinos y un grupo de talentosos creadores, estamos abocados en sacar adelante “Ñukemapulandia”, un proyecto audiovisual en formato cine. Considerando todas las adversidades propias de producir cine sin el fuckin kullin, sin ni uno y la poca experiencia, tiene un encanto adicional. Fuera de ello, mis días que son medios nocturnos se precipitan entre una relativa cesantía y la creación poética. Laburo en la “contru” acá en la mierdopolis santiaguina. Escribo, sigo con mi poesía, rebuscando un lenguaje escritural que me represente, insistiendo y porfiando con las imágenes y las formas.

- Algún antecedente previo en esto del audiovisual.

Participé de experiencias de artes escénicas con el Kolectivo Artemapunx, con quienes desarrollamos “Mapurbe; debajo del asfalto”, una experiencia enriquecedora de llevar al lenguaje teatral y visual mi obra poética. Ahora, mi relación con el audiovisual se ha venido dando desde el 2008, con el videista Francisco Huichaqueo, un peñi de Valdivia que reside en Santiazko. Con él, que desarrolla un componente más estético venido de la plástica, hemos fusionado detalles significativos en la imagen, desafiando nuestra concepción de realidad, belleza y lógica a través del video-poesía. Las realizaciones; “Antilef, Salario” (video performance con Eli Neyra) y “Ala-Kabra-pan” son unos de los registros pincelados por mi poesía.

- ¿"Ñukemapulandia" es un proyecto colectivo?

Será parte de una creación colectiva, hemos convocado amigas y amigos a participar. Una mirada sarcástica y crítica sobre la realidad del mapuche en la ciudad, que sueña con vivir en sus tierras, pero vive sometido a una realidad sombría que no lo deja salir. “Ñukemapulandia” es una iniciativa colectiva y autogestionada, que intenta salir de todos las lógicas convencionales de la creación en el arte mapuche contemporáneo, también en su financiamiento. Queremos demostrar que si podemos ser autónomos también en nuestras ideas, crear lenguajes propios, rescatar nuestra cultura y denunciar lo que nos parece injusto.

- ¿Te parece potente lo audiovisual como formato de comunicación?.

En estos tiempos el audiovisual, como medio de control social, es un arma utilizada por los grandes medios en función de intereses ya conocidos por todos nosotros. Ahí tú ves a toda la población de la capital hilando babas con el facho del Kike Morandé y la programación de mierda que existe en la TV oficialista de este país. Deformando la realidad, desinformando, sustentada en una lógica alienante. Eso nos toca muy de cerca frente a la situación que sufrimos como pueblo y principalmente por lo que ocurre con nuestros peñi hoy en huelga de hambre.

- Pero es un arma que puede volverse también hacia ellos....

Ya lo creo. La apropiación del formato audiovisual de muchos inquietos creadores se nos ofrece como un arma filuda y explosiva. Sin más, el caso de Elena Varela o la incautación de registros realizados por los mapuche de parte de los fiscales, son precedentes de cómo el formato audiovisual es en su naturaleza brígido, peligroso para el poder y sin duda un potente formato de comunicación. Claro, nuestro trabajo comprende abordar temáticas desde un lenguaje más artístico, una mirada del crudo reality que nos ha tocado vivir como mapuche en la warria (ciudad).

- Hacías referencia a la huelga de hambre. ¿Cómo la ves?

Recuerdo que la huelga realizada por la Chepa y otros comuneros tuvo una cobertura mediática única, un precedente histórico que consiguió ciertos beneficios carcelarios dejando intactas las demandas reales que motivaban tal acción: la desmilitarización de la comunidades, el término de la Ley Antiterrorista parida durante la dictadura y las históricas demandas territoriales. Hoy las demandas de los peñi en huelga son las mismas. Si no hubo real atención a ellas durante la Concertación, ahora con una derecha facha y racista el panorama lo veo aún más difuso.

- ¿Qué te ha parecido el silencio de los grandes medios?

El bloqueo comunicacional y la nula voluntad política revela la real actitud del Estado. Es lamentable que hayan 33 mineros atrapados en la mina San José donde el gobierno ya surtió sus garras y como broche sellará un sentimiento nacionalista este bicentenario. Es lamentablemente como te digo, pero lo es el doble al darse cuenta de la utilización de un dolor para tapar otro dolor, como lo es la situación de los peñi en huelga. Lamentable cachar que a las grandes empresas y el gobierno les importamos una raja. La huelga de nuestros hermanos es un acto que merece todo nuestro apoyo.

- ¿Qué se te viene a la mente cuando escuchas hablar de “terrorismo mapuche”?

Lo relaciono con una fantasía racista. Con el incremento de películas gringas en la sociedad que compra lo que le venden los medios desde antes de la caída de las Torres Gemelas. Con la obediencia de los gobiernos al gran capital inversionista necesitan mantener ese imaginario ridículo en la sociedad, para resguardo de sus intereses. Aquí no hay muertos del otro bando, solo mapuches, jóvenes y por la espalda, eso es de maricón. Los pacos son eso y el Estado es el único terrorista en esta historia.

- ¿Con qué prensa te informas? ¿La Segunda? ¿El Clinic? ¿Azkintuwe?

Leo La Cuarta (risas). En realidad trato de ver todo lo que esta más relacionado con la temática mapuche, bueno, por mi interés aquello que está cercano a la creación artística de los mapuche o relacionado con la poesía. Cacho que The Clinic con lástima pretende ser lo que nunca fue o lo que no alcanzó a llegar ser. Que La Segunda nunca va a ser la primera en seguir mintiendo pues los últimos serán los primeros. Y que Azkintuwe debería ser postulado al Nobel de Periodismo o inventarles ya un premio (risas). Han salido buenos periódicos, como Diario Uno y el mismo El Ciudadano, de circulación masiva y que es sugerente recomendar.

- Estuviste de gira por Europa, ¿Cómo se dio esa posibilidad?

Esa fue una gran aventura y por mi estilo casi una locura. Sabes que casi me reportan de regreso el primer día que llegamos a la escala de Madrid, casi no llego. Me pillaron fumando en el baño del avión no una vez, sino tres veces. Me requisaron el pasaporte y señalaron me reportarían a la policía internacional por ser un riesgo para el vuelo (risas), quizás me hubiesen acusado de terrorista llegando a Chile, pero no pasó nada. Finalmente, mis compañeros, entre ellos Máximo Corvalán y Francisco Huichaqueo hablaron para hacer caso omiso de la situación. Máximo le dijo al capitán de vuelo antes del arribo: “déjelo, es un nativo que lo sacamos de una cueva por allá en la cordillera de Nahuelbuta” (risas). Claro, por norma internacional es imposible fumar en un vuelo.

- ¿Ibas a un intercambio?

El viaje fue un proyecto de estadía e intercambio. Consideraba Marsella, Paris, Berlín, Barcelona y finalmente Marsella para regresar en día 40 de viaje a Chile. Pagué la multa que te cobran por aplazar el viaje y me fui a Barcelona a patiperrear completando tres meses. Algo así como 40 días y 500 noches, hubiese dicho Sabina. Tuve la suerte, junto a Máximo Corvalán, Bernardo Oyarzun y Francisco Huichaqueo, de exponer nuestro trabajo en todas esas ciudades, en centros culturales, medios alternativos de comunicación y Okupas. De conocer una realidad que si bien te choca y sorprende, también te amplia el sentido de la creación, la percepción de mundo y de reafirmar que nuestro pueblo mapuche no es el único que está sometido al dominio del capitalismo. Que el factor común es “humanimal” y que el poder no tiene banderas, es un mercado globalizado que se está pasando por el culo el planeta y quienes lo habitan aquí y acullá.

- ¿Qué destacarías, de lo bueno?

Participar en Paris en un mitin denunciando la matanza de Bagua, leer poesía frente a la Torre Eiffel, el aroma de la Segunda Guerra Mundial que aún persiste en Berlín con sus noches de tres horas, palpar una fauna cosmopolita en Marsella, un alto porcentaje de la población no es de origen francés, una cuna migratoria en Europa. Y finalmente Barcelona, todos bellos recuerdos. Conocí muchos artistas, también por la facilidad del idioma pude establecerme allí con mayor holgura. En Barcelona terminé el proceso de reedición de “Mapurbe”, con nuevos textos que iba ya trabajando. Junto a un grupo de artistas latinoamericanos formamos un colectivo de arte, grupos que en sus distintas estrategias tratan de hacer arte popular. Pude constatar que la belleza humana es aplacada por la misma mierda capitalista, con distintas moscas obviamente.

- Pasemos entonces a la parte oscura.

Comprobar que nos deben su calidad de vida, su economía. Saber que sus grandes catedrales se deben a las riquezas que han robado y saqueado a los pueblos originarios por muchos años. Eso se manifiesta, entre lo que es visible, por el derroche que existe en las esquinas. Se encuentran desechos en buen estado donde fácilmente un indigente en Chile puede vivir con ciertas comodidades, precarias allá, pero aquí y en el resto de Sudamérica no. Pero como te decía, lo chocante es el contraste. Y cómo te vas explicando que por tantos años hayan desarrollado una sociedad de bienestar en base a los grandes saqueos realizados a los pueblos originarios y que aún se mantienen vigentes.

- A propósito, se viene el Bicentenario. ¿Te dice algo esa palabrita?

Si pues, clarito. Que ya son 200 años en que han estado manteniendo sistemáticamente una empresa de robos y saqueos… ¡que paren el webeo!. Métanse su bicentenario por la raja y devuelvan los territorios donde fundan su falsa soberanía patriotera.

- Cuando podrán tus lectores disfrutar un nuevo libro.

Estoy compilando y escribiendo unos textos que se me van alargando. Son poemas que no quieren ser poemas. Confrontando técnicas. Son imágenes que pasan en movimiento constante y que se van desplazando por géneros inexplorados. Me interesaría sacar algo como cuentos cortos, relatos de la urbe. Con esta confabulación que tengo en la poesía por la prosa, denominaría a mis nuevos escritos “Proesia”. ¿Buen nombre no?... Esperemos a ver que resulta, cacho que para el próximo año, no lo sé. “Mapurbe” ya se ha estado mandando solo, está fuera de mi alcance, creció, salió a callejear y parece que en cierta medida no me pertenece, le pertenece al mundo mapuche.

- Precisamente el año pasado relanzaste Mapurbe, ¿qué tal ha sido?

El entrar a un circuito de poetas y escritores al alero de una editorial te señala. Te pone en relieve y claro se crean expectativas de futuras creaciones. Tuve la suerte de que Pehuen Editores se interesara en esta obra y su reedición con más textos impresos. La distribución en librerías del país me sorprende, es lento pero como decía Leonel Lienlaf, solo te sirve para estar en una plataforma y que cierto segmento conozca tu obra. “Mapurbe” es un precedente, un icono mapuchon de la pobla. Un sujeto que se instala en la conciencia social de los mapuche. Es un material de estudio académico para distintas disciplinas sociales. Es reconocido y el mayor privilegio es ese. Ahora en un país de poetas donde la poesía es un indicador poco rentable, se sostiene finalmente eso, el reconocimiento.

- ¿Y la crítica?…

La verdad no cacho mucho de las críticas que hacen los literarios de mi obra, hablan en difícil, quien habla más enredado es más bacán. Yo escribo solamente.

- ¿Estás leyendo tu poesía?

Estoy asistiendo a variadas invitaciones de lectura en los centros culturales, colectivos, apoyando iniciativas de denuncia, leyendo fuera de Santiasko, fusionando constantemente mi poética con bandas de rock en las tocatas, una suerte de performances de poesía y música con Los Pukutriñuke, La Floripondio, Sandino Rockers, entre otras. Con Carlos Cabezas existe un proyecto de musicalización de poetas mapuche en que están varios cómplices, eso se está macerando y con los Políticos Muertos se viene una wena mano, lenta pero va, espero.

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